"La escultura es clave en mi cine"
El artista lituano propone en sus filmes repensar la historia reciente
Escultor y cineasta, el lituano Deimantas Narkevicius (Utena, 1964) parece atrapado en un bucle temporal. O, al menos, sus pel¨ªculas. La memoria y el pasado pos-sovi¨¦tico de su pa¨ªs asoman de forma ambigua, entre el documento y la ficci¨®n, en la primera retrospectiva que se hace de su obra en el Museo Reina Sof¨ªa, de Madrid.
PREGUNTA. Pel¨ªculas en museos. ?Por qu¨¦ son los museos sitios m¨¢s adecuados para ver pel¨ªculas como las suyas?
RESPUESTA. Los museos no son sitios mejores ni peores que los cines para ver pel¨ªculas. Son lugares diferentes. Todo lo que se expone en un museo tiene m¨¢s relaci¨®n con la historia de las artes visuales que con la historia del cine, que s¨®lo tiene poco m¨¢s de cien a?os de antig¨¹edad. Debido a la comercializaci¨®n del cine convencional, las artes visuales han seguido siendo m¨¢s innovadoras y experimentales que el cine. No es casualidad que, all¨¢ por los a?os setenta, Jean-Luc Godard empezase a mostrar sus obras videogr¨¢ficas en una galer¨ªa. Las artes visuales siguen siendo menos una industria que el cine. Incluso cuando la gente va al cine no suele relacionar una pel¨ªcula con una forma de arte. Lo que busca es diversi¨®n. Cuando la gente entra en un museo sigue buscando algo que sea arte. Me gusta bastante esta antigua divisi¨®n entre ambas instituciones y espero que dure.
"Solaris', de Tarkovski, representa una dimensi¨®n distinta en la comunicaci¨®n cinematogr¨¢fica"
P. El pasado sovi¨¦tico parece haber dejado un gran vac¨ªo en Lituania, una habitaci¨®n vac¨ªa. ?Esos fantasmas y voces forman parte de su universo narrativo?
R. Yo me cri¨¦ durante ese periodo y lo conozco bastante bien. La Uni¨®n Sovi¨¦tica representaba un enorme y radical plan de modernizaci¨®n. Ese proyecto totalitarista y constre?ido se puso en pr¨¢ctica buscando la riqueza de los ciudadanos, no en el sentido material, sino en el de su comodidad f¨ªsica. La gente ten¨ªa muy poco o nada, pero se sent¨ªa bien y confiada. Todo el mundo ten¨ªa alg¨²n tipo de relaci¨®n con el Estado. Pod¨ªa ser positiva, negativa o cr¨ªtica. Eso no era lo importante. Cualquier actitud nihilista hacia el sistema quedaba inmediatamente excluida como algo ajeno y probablemente procedente del extranjero. S¨®lo tras la transformaci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica fue posible una reflexi¨®n sobre su proyecto que tuviera algo m¨¢s de perspectiva. Fue entonces cuando inici¨¦ mi labor cinematogr¨¢fica, que yo considero que es arte videogr¨¢fico.
P. Los monumentos son s¨ªmbolos poderosos en sus pel¨ªculas y hasta la arquitectura tiene una funci¨®n simb¨®lica. ?Tiene esto alguna relaci¨®n con su trabajo como escultor y su forma de pensar como tal?
R. Las esculturas figurativas son las protagonistas y tienen un papel clave en algunas de mis pel¨ªculas. Incluso la arquitectura es algo m¨¢s que un decorado. Los personajes humanos de esas pel¨ªculas reflexionan de forma activa sobre la arquitectura, mantienen un di¨¢logo con esos objetos. Probablemente yo ya no los llamar¨ªa s¨ªmbolos, yo ver¨ªa en ellos la representaci¨®n del pasado reciente, el de la generaci¨®n anterior a la m¨ªa. En mi obra no existe un conflicto generacional evidente (tan caracter¨ªstico de una determinada clase de cine) en el sentido social de la expresi¨®n. La arquitectura, los monumentos esculturales act¨²an en nombre de la gente de la generaci¨®n anterior a la m¨ªa. Esos objetos los he heredado como resultado de sus actos.
P. ?Cu¨¢les son sus directores y tendencias cinematogr¨¢ficas preferidos?
R. Todav¨ªa me siento fascinado por la realizaci¨®n cinematogr¨¢fica de aficionados y especialmente por la fotograf¨ªa de much¨ªsimos entusiastas que trabajaron durante el periodo de la posguerra hasta la llegada de la grabaci¨®n digital. Dentro de las tendencias, mencionar¨ªa los experimentos cinematogr¨¢ficos rusos de los a?os veinte, as¨ª como el nuevo cine alem¨¢n, en su mayor¨ªa asociado con Rainer Werner Fassbinder y Werner Herzog. Tambi¨¦n me interesan Dziga Vertov y los documentalistas ingleses.
P. S¨²per 8, 16 mil¨ªmetros, Betacam
... Utiliza usted formatos y materiales antiguos. ?Es por motivos est¨¦ticos? (grano, color) ?Para destacar los procesos emocionales?
R. Desde que trabajaba como escultor, he utilizado en gran medida cosas que he ido encontrando. Introduc¨ªa objetos no art¨ªsticos en el espacio de la galer¨ªa, alterando su funci¨®n y su contexto. No obstante, las se?ales de su funci¨®n anterior, del contacto con los propietarios de esos objetos, ya les hab¨ªan imprimido cierto car¨¢cter. Esta afici¨®n por los objetos confeccionados la he llevado a las pel¨ªculas. El material cinematogr¨¢fico ya existente suele tener ciertas cualidades que es imposible reproducir en la actualidad. Es documentaci¨®n visual con las caracter¨ªsticas est¨¦ticas de su ¨¦poca. Adem¨¢s, evoca determinadas emociones o sentimientos. No obstante, al utilizar material ya existente recurro a unas pr¨¢cticas de realizaci¨®n cinematogr¨¢fica que ahora suelen parecer anacr¨®nicas. Puede que, en alg¨²n momento, el desarrollo tecnol¨®gico de la realizaci¨®n cinematogr¨¢fica predomine sobre la innovaci¨®n individual del director. O, mejor dicho, ambos procesos se superponen entre s¨ª.
P. Ha realizado un homenaje al filme Solaris, de Tarkovski. ?Qu¨¦ ten¨ªa que aportar con su propia visi¨®n a esa pel¨ªcula y por qu¨¦ ha querido hacerlo?
R. Para mi obra Revisiting Solaris, invit¨¦ al actor Donatas Banionis a participar en ella. Le ped¨ª que hiciese otra vez de Chris Kelvin durante un tiempo. Han pasado 35 a?os desde que hizo de Chris en la Solaris de Tarkovski. Me he acercado a dos monumentos, ya que considero que ambos lo son: la pel¨ªcula de Andr¨¦i Tarkovski y el papel que interpretaba en ella Donatas Banionis. Para m¨ª fue una pel¨ªcula muy turbadora, ya que hab¨ªa en ella algo que romp¨ªa con las convenciones del cine de ficci¨®n. Junto a las personas reales de la pel¨ªcula aparecen copias de otros humanos, "proyecciones materializadas". La forma en que esa pel¨ªcula est¨¢ realizada representa una dimensi¨®n distinta en la comunicaci¨®n cinematogr¨¢fica. Mi pel¨ªcula Revisiting Solaris no aporta nada a la Solaris de Tarkovski. Su pel¨ªcula es perfecta, como una inhalaci¨®n profunda de tres horas de duraci¨®n. Y creo que es imposible hacer una pel¨ªcula as¨ª hoy d¨ªa. Es un ejemplo de una peculiar tradici¨®n cinematogr¨¢fica que se ha perdido.
Deimantas Narkevicius. La vida un¨¢nime. Museo Reina Sof¨ªa. Santa Isabel, 52. Madrid. Hasta el 16 de febrero.
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