Derrotados y odiados
Cuando uno padece m¨²ltiples fracasos, suele esperar al menos un poco de simpat¨ªa por parte de sus semejantes. Pero no siempre es el caso. Ah¨ª est¨¢ el Leeds United para demostrarlo: ning¨²n otro equipo ingl¨¦s se ha quedado tantas veces a las puertas de la gloria y ning¨²n otro equipo ingl¨¦s es tan odiado. Sondeo tras sondeo, el Leeds aparece en la c¨²spide de las antipat¨ªas.
Si hubiera que buscar culpables, el sospechoso n¨²mero uno ser¨ªa Don Revie. En marzo de 1961, con la sociedad casi en quiebra y el equipo al borde del descenso a Tercera, la directiva decidi¨® que el delantero centro, Revie, se ocupara tambi¨¦n de entrenar al equipo. La primera decisi¨®n del nuevo t¨¦cnico fue curiosa: cambi¨® la camiseta del Leeds del azul y amarillo tradicionales a un novedoso blanco con el ¨²nico fin (declarado por el propio Revie) de parecerse en algo al Real Madrid. En el ¨²ltimo partido de la temporada 1961-62, el Leeds evit¨® el descenso. En 1964 logr¨® subir a Primera. Y en 1965 empezaron los ¨¦xitos oscuros: esa temporada, como debutante en la ¨¦lite, el Leeds qued¨® segundo en la Liga y finalista en la Copa. Ambos t¨ªtulos se le escaparon por un pelo.
Revie gan¨® dos campeonatos de Liga, en 1969 y 1974. Perdi¨®, sin embargo, muchos m¨¢s: su Leeds qued¨® cinco veces segundo, fue derrotado en tres finales de Copa y dej¨® escapar una final de la Recopa en 1973. Esa final europea, contra el Milan, fue especialmente dura porque el ¨¢rbitro, griego, se comport¨® como un milanista m¨¢s. No puede decirse, porque no hay pruebas, que fuera sobornado por los italianos. S¨ª puede decirse que, por razones t¨¦cnicas, despu¨¦s de ese partido fue inhabilitado a perpetuidad.
Las desgracias del Leeds, como dec¨ªamos, no suscitaron ninguna benevolencia en el resto del f¨²tbol ingl¨¦s. Quiz¨¢ porque el Leeds hab¨ªa adquirido fama de equipo brutal y barriobajero. Sus tres killers eran los dos centrales, el campe¨®n del mundo (y ex minero) Jackie Charlton y el dur¨ªsimo Norman Hunter, y el mediocentro, el espl¨¦ndido y salvaje Billy Bremner. El entrenador Revie les exig¨ªa que mordieran: "Revie siempre nos dec¨ªa que fu¨¦ramos dur¨ªsimos en la primera entrada porque ning¨²n ¨¢rbitro te amonesta a la primera. Yo pegaba al contrario, le ayudaba a levantarse, ped¨ªa perd¨®n al ¨¢rbitro y muchas veces ya no volv¨ªa a ver al jugador en cuesti¨®n", explic¨® Hunter a?os despu¨¦s de retirarse.
A Bremner, cuya piel es definida como "azul y negra" (por los moratones) en el himno del Leeds, le cay¨® en 1975 una inhabilitaci¨®n de por vida por los disturbios ocasionados en un bar de Copenhague durante una borrachera. Muri¨® en 1997, a los 55 a?os, de un ataque al coraz¨®n. En la entrada de Ellan Road, "uno de los estadios m¨¢s intimidantes de Europa" seg¨²n Alex Ferguson, una estatua honra para siempre la memoria de Bremner. Los hooligans del Leeds, que la polic¨ªa brit¨¢nica sigue catalogando entre los m¨¢s peligrosos, suelen darse cita ante la estatua de Billy Bremner.
Aquel Leeds tremendo lanz¨® su canto del cisne en 1975 con una final de la Copa de Europa ante el Bayern de M¨²nich. El Leeds perdi¨®, por supuesto.
Hubo a¨²n otro Leeds que pas¨® a la historia. Fue el de 1991-92, entrenado por Howard Wilkinson y con jugadores como Gordon Strachan, Tony Dorigo, Lee Chapman y Eric Cantona. Ganaron la ¨²ltima Liga convencional, la ¨²ltima antes de que en el verano de 1992 se creara la lujosa Premier League con el dinero de la televisi¨®n de pago y la diferencia entre los clubes ricos y los clubes pobres se hiciera pr¨¢cticamente insalvable. El Leeds batalla ahora en la League One, el equivalente a la Tercera Divisi¨®n espa?ola.
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