La Generalitat renuncia a endurecer la ley antitabaco

El Departamento de Salud no endurecer¨¢ la legislaci¨®n que regula el consumo de tabaco en bares y restaurantes sin el sost¨¦n del Gobierno central. Por ello emplaz¨® ayer al Ministerio de Sanidad a endurecer la ley antitabaco porque la medida "lograr¨ªa el consenso general si se aplicara en todo el Estado". As¨ª lo asegur¨® el director de Salud P¨²blica, Antoni Plasencia, ayer en la presentaci¨®n de una campa?a contra el tabaco que durar¨¢ hasta el 30 de diciembre para "influir en los buenos prop¨®sitos de los catalanes con vistas a 2009".

Las de Plasencia son las primeras declaraciones en las que Salud asume la imposibilidad de llevar m¨¢s lejos la lucha contra el tabaco sin el paraguas del Gobierno central. "Se ha hecho lo suficiente para ampliar la ley. En Catalu?a hemos conseguido que el sector [de la restauraci¨®n y del ocio] lo acepte. Pero s¨®lo si se aplica en todo el Estado", dijo Plasencia.

Salud reiter¨® el a?o pasado su intenci¨®n de prohibir fumar en todos los recintos relacionados con la alimentaci¨®n. Se trata de un aspecto -el del humo en lugares donde hay alimentos- que la ley estatal regula a medias y que la Administraci¨®n catalana se hab¨ªa propuesto ampliar. La medida, sin embargo, se dio por aparcada en silencio desde el pasado septiembre: no se incluy¨® en el proyecto de decreto que adapta la ley antitabaco en el ¨¢mbito de Catalu?a que Salud publicar¨¢ a principios de 2009. Hasta ayer, nadie se hab¨ªa manifestado al respecto.

El rechazo del sector de la restauraci¨®n catal¨¢n proviene del empe?o con que Salud se ha lanzado a controlar el cumplimiento de la ley en relaci¨®n con otras comunidades: desde 2006, el departamento ha realizado unas 30.000 inspecciones, cerca del 50% de las efectuadas en toda Espa?a, seg¨²n la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios, y ha abierto m¨¢s de 600 expedientes, 198 de los cuales ya se han resuelto con sanci¨®n. El hecho contrasta con lo que sucede en comunidades como Valencia o Madrid, gobernadas por el PP, que incluso han contradicho en alg¨²n aspecto la normativa estatal, aprobada por el PSOE. Este conflicto con tintes partidistas ha bloqueado la ampliaci¨®n de la ley antitabaco en Catalu?a: el agravio comparativo que denuncian el grueso de los restauradores catalanes ha convencido a Salud para no endurecer la norma.