El teatro pop de The Residents llena en Pontevedra

Harvey, el hermano de Bunny, ha desaparecido. Atra¨ªdo desde joven por el Libro de la Revelaciones, Harvey viaj¨® a la isla griega de Patmos, donde, seg¨²n la Biblia, el Apocalipsis fue revelado a San Juan. No se ha vuelto a saber de ¨¦l. Como una performance alargada durante dos horas, en las proximidades de la ¨®pera rock pero con ribetes posmodernos, The Bunny Boy es el nuevo show de la legendaria banda The Residents. Anteayer la presentaron en el Pazo de Cultura de Pontevedra, en el ¨²ltimo concierto del ciclo Pecados que la asociaci¨®n Sinsal organiz¨® para el Ayuntamiento de Pontevedra y que supuso el debut de los de San Francisco en Galicia.

Parad¨®jicamente, The Residents se dieron a conocer gracias al anonimato. Hace ya 36 a?os. Su imagen m¨¢s famosa, la que exhibieron en elep¨¦s de referencia -Eskimo (1979) o Commercial Album (1980)-, caracterizaba al cuarteto con enormes globos oculares sobre sus cabezas. En The Bunny Boy, medias negras y orejas de conejo mantienen el misterio de la identidad de los m¨²sicos, pese a que la rumorolog¨ªa atestigua que s¨®lo uno de la formaci¨®n original contin¨²a en la carretera. En cualquier caso, el p¨²blico que llenaba el recinto pontevedr¨¦s confirm¨® el adagio que adjetiva a The Residents como "la banda desconocida m¨¢s famosa del mundo".

Pero el grupo que inspir¨® a Os Resentidos, hay m¨¢s que una coincidencia fon¨¦tica entre los dos nombres, no consigui¨® evitar problemas de ritmo y una puesta en escena m¨¢s bien esquel¨¦tica: un actor declama, canta y carga con todo el peso de la narraci¨®n. Lo que hace d¨¦cadas sonaba a deconstrucci¨®n de los t¨®picos del consumo discogr¨¢fico -aquel demoledor The Third Reich'n'Roll de 1976-, a pop vanguardista debajo del agua, hoy se nutre en ecos peligrosamente new age. Tampoco la historia de Bunny y su hermano Harvey acaba de tomar cuerpo y pareci¨® quedarse en el estadio de pantomima con acompa?amiento musical en directo.

Es c¨¦lebre la definici¨®n de los neoyorquinos de adopci¨®n Gogol Bordello como la pelea a pu?etazos de The Clash y The Pogues en un bar de Odessa, a orillas del Mar Negro. En la propuesta de la multitudinaria banda de emigrantes de la Europa oriental caben, igualmente, Mano Negra, la fanfarria balc¨¢nica o la bronca de los Dexy's Midnight Runners del segundo disco. Despu¨¦s de asombrar a 20.000 personas en el festival de Paredes de Coura (Portugal) en 2007 y triunfar en una fr¨ªa noche del pasado verano en Vilagarc¨ªa de Arousa, los favoritos de Madonna suben esta noche al escenario en la Sala Capitol de Santiago de Compostela.