Dos viajes al otro lado
1 Esta semana he visto, unificadas por el azar (o no), dos comedias de crisis de pareja en clave fant¨¢stica: Canc¨²n, la nueva entrega de Jordi Galcer¨¢n, en el Borr¨¤s barcelon¨¦s, y ?Est¨¢s ah¨ª?, el mayor ¨¦xito de Javier Daulte, que ha llegado al Lara madrile?o en su cuarto montaje en Espa?a. Durante un buen trecho, Canc¨²n hace pensar en Esquina peligrosa de Priestley cruzada con Ayckbourn. Dos matrimonios amigos -Remei y Vicen?, Pau y Laura- celebran sus bodas de plata en la playa caribe?a. Son el tipo de gente que cuando bebe dice "estoy piripi" y cuando folla dice "he echado un kiki". Remei (Llu?sa Castells), que lleva la voz cantante, lanza la pregunta cl¨¢sica de este tipo de enredos: "?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si yo me hubiera casado con ¨¦l y t¨² con ella?". Envalentonada por las copas, confiesa que veinticinco a?os atr¨¢s alter¨® "el curso natural de las cosas", modificando los destinos de los cuatro. Tras la revelaci¨®n, el bonach¨®n Vicen? (Ferran Ra?¨¦) escupe toda su amargura acumulada y la aparente felicidad de la pareja se va al garete. A la ma?ana siguiente, Remei despierta en una dimensi¨®n paralela, donde el orden no fue modificado: ahora est¨¢ casada con Pau (Toni Sevilla), y Vicen?, con Laura (Llu?sa Mallol). Ella cree que todo es un intercambio planeado por sus amigos; ellos creen que se ha vuelto loca y acuerdan seguirle el juego: excelente premisa, generadora de una catarata de equ¨ªvocos c¨®micos. Pau, que en ese universo ocupa el lugar de Vicen?, bebe los vientos por Remei y ha obtenido toda la felicidad que Vicen? no supo alcanzar, toda vez que ¨¦ste, convertido en un guardia urbano gloriosamente idiota, est¨¢ a punto de cometer adulterio con su antigua esposa. En un giro tan sugestivo como inquietante, Remei no tarda en descubrir, como una replicante de Blade Runner, que todos sus recuerdos son falsos. Ese nudo central est¨¢ muy h¨¢bilmente llevado por Galcer¨¢n, con su infalible sentido de la carpinter¨ªa teatral y su aguzado o¨ªdo para las r¨¦plicas hilarantes, pero la comedia pierde fuelle por dos razones b¨¢sicas: a) tal como est¨¢ construida, es una partitura para tr¨ªo y no para cuarteto: el personaje de Laura no tiene conflicto ni desarrollo, y b) su conclusi¨®n no est¨¢ a la altura de los giros precedentes. Hay un problema a?adido: la pen¨²ltima escena, sobrecargada de teor¨ªa cient¨ªfica (Einstein y G?del, mayormente), parece prepararnos para una morrocotuda vuelta de tuerca y s¨®lo consigue, por contraste, que el chiste formulario que remata la faena resuene un poco como pedo en botijo. Desde luego, hay m¨¢s ingenio en Canc¨²n de lo que augura un cartel espantoso, de vodevil barato. Josep Maria Mestres la ha dirigido con soltura; los dos actores est¨¢n estupendos y las actrices sacan adelante con br¨ªo sus respectivos personajes, muy desagradecido (por manipulador y pelmazo) el de Llu?sa Castells y casi inexistente, como dec¨ªa antes, el de su tocaya Mallol, pero un autor del talento de Galcer¨¢n deber¨ªa haberle dado unas cuantas vueltas m¨¢s a esa estructura. De hecho, a¨²n puede hacerlo.
Clara Segura tiene el poder¨ªo de una gran c¨®mica neorrealista: una constante exhalaci¨®n de furia humillada trepando a sus ojos y su boca
2 "Uno s¨®lo ama al que estuvo, no al que est¨¢", dice Fran, el protagonista de ?Est¨¢s ah¨ª?, una espl¨¦ndida comedia fant¨¢stica, digna de Eduardo de Filippo. Fran (Paco Le¨®n), un joven aprendiz de mago, se ha trasladado con Ana (Clara Segura), su mujer, oftalm¨®loga, a un nuevo piso. La casa tiene bicho: el espectro de su anterior inquilino, que se resiste a mudarse. Sabemos que se llama Claudio, que puede abrir y cerrar puertas, desplazar objetos y escribir breves frases en una pizarrita infantil. No contar¨¦ m¨¢s. Podr¨ªa decir que Javier Daulte aborda los modos y maneras de vivir la espectralidad, pues hay muchas formas de convertirse en fantasma: "Por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres", dijo el se?or Joyce. Y que el conflicto de Fran estriba en sus intentos de ver a alguien que ya no es, y no ver a alguien que anhela seguir siendo. Y que la funci¨®n est¨¢ llena de comicidad y sorpresas, pero encubre una desoladora historia de amor. Pocas obras son tan esencialmente teatrales como ?Est¨¢s ah¨ª?, cuyo t¨ªtulo, por cierto, procede del inicial "Who's there?" de Hamlet. No est¨¢ hecha para ser le¨ªda, como un relato de Henry James, ni para ser vista en una pantalla: sus humildes efectos, que en cine resultar¨ªan irrisorios, adquieren una poderos¨ªsima realidad sobre las tablas: pura materia esc¨¦nica, como esa desaz¨®n amorosa, existencial, que sacude y transforma, literalmente, los cuerpos de los actores ante nuestros ojos, convirti¨¦ndonos en fantasmas invitados a su sala de estar, mudos pero pr¨®ximos. Es, dec¨ªa al principio, la cuarta vez que me la zampo. Daulte ha dirigido los cuatro montajes, y a cada nueva entrega pule y modifica, seg¨²n las caracter¨ªsticas de sus actores e, imagino, seg¨²n las reacciones del p¨²blico. En el Lara me colocaron, felizmente, en un palco, de modo que pude comprobar de nuevo la extrema eficacia del texto y la puesta, un ojo en el escenario y otro en el p¨²blico (casi me quedo bizco, como Fran), verificando la llegada de la risa en los momentos indicados y c¨®mo crece luego un conmovido silencio cuando el dolor empieza a brotar igual que un agua subterr¨¢nea. Y el renovado juego de sus int¨¦rpretes, pintando los mismos colores en distintas gamas. Paco Le¨®n, al que nunca hab¨ªa visto en teatro, es un Fran brillante y arlequinado, m¨¢s infantil, casi ang¨¦lico, con una inconsciencia menos neur¨®tica que la de sus predecesores, pero igualmente culpable: cuando ejecuta su n¨²mero de magia es la quintaesencia del cr¨ªo al que s¨®lo le importa su juego favorito. De Clara Segura dije y vuelvo a decir que tiene el poder¨ªo de una gran c¨®mica neorrealista: una constante exhalaci¨®n de furia humillada trepando a sus ojos y su boca, sacudiendo todo su cuerpo, como en la extraordinaria escena de su ¨²ltima visita, pero tambi¨¦n una delicadeza pur¨ªsima a la hora de mostrar el amor y el dolor contenidos: f¨ªjense en el modo casi imperceptible en que, abatida y en pleno caos, deja sobre el sof¨¢ la camisa adecuada para la cita de su hombre. He ah¨ª una actriz, he ah¨ª un director. Vayan al Lara a ver ?Est¨¢s ah¨ª? y tiemblen despu¨¦s de haber re¨ªdo.
Canc¨²n, de Jordi Galcer¨¢n. Direcci¨®n: Josep Maria Mestres. Int¨¦rpretes: Llu?sa Castell, Ferran Ra?¨¦, Llu?sa Mallol, Toni Sevilla. Teatro Borr¨¤s. Barcelona. ?Est¨¢s ah¨ª? Texto y direcci¨®n de Javier Daulte. Int¨¦rpretes: Paco Le¨®n, Clara Segura. Teatro Lara. Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.