Tr¨¢fico elimina de las infracciones que restan puntos las que no arriesgan vidas
Se suprime el margen de permisividad de 10 kil¨®metros en multas por velocidad
La reforma de la Ley de Seguridad Vial, que ya est¨¢ en el Congreso para su tramitaci¨®n, est¨¢ plagada de cambios y novedades. Para empezar, se ha revisado el listado de infracciones que restan puntos -en vigor desde julio de 2006, cuando se puso en marcha el nuevo permiso- con el objetivo de eliminar aqu¨¦llas que no tienen una incidencia destacada en la mortalidad en calles y carreteras. Pero tambi¨¦n con la intenci¨®n de introducir o endurecer las sanciones que refuerzan el reproche a los temerarios o a quienes quieren zafarse del control de los agentes o de los radares.
Una de las novedades es la obligaci¨®n de mantener "las placas de matr¨ªcula limpias y legibles". Esto no significa, explican en Tr¨¢fico, que el conductor tenga que "pasarle una bayeta cada vez que se utiliza el coche". Se trata de impedir trucos usados para que los radares no puedan captar con claridad las placas, como tapar los d¨ªgitos con barro o cinta aislante. Tambi¨¦n se introduce en el listado la conducci¨®n con el permiso temporalmente retirado. Ambas infracciones conllevar¨¢n la p¨¦rdida de cuatro puntos y 200 euros de multa (hasta ahora no restaba puntos). Se endurece el uso de mecanismos antiradar, que pasa de 2 a 6 puntos; y no mantener la distancia de seguridad, que quitar¨¢ cuatro puntos en vez de tres, como ahora.
Aparcar en un carril bus ya no se castigar¨¢ con p¨¦rdida de puntos
Entre las nuevas obligaciones est¨¢ la de llevar la matr¨ªcula legible
El listado de infracciones que merma el saldo del carn¨¦ se simplifica. Desaparece el descuento de puntos por circular por autopistas y autov¨ªas con veh¨ªculos que lo tengan prohibido o llevar el veh¨ªculo con una ocupaci¨®n excesiva. Tambi¨¦n se elimina la penalizaci¨®n de dos puntos por aparcar o estacionar en carriles bus, t¨²neles o curvas, que con la reforma pasar¨¢ a considerarse falta grave. S¨ª conllevar¨¢ una multa de 200 euros. En el cat¨¢logo de velocidades, se elimina la exenci¨®n de multa para los peque?os excesos de velocidad. Actualmente superar los l¨ªmites hasta en 10 kil¨®metros por hora no acarrea una multa. Circular en una autov¨ªa a 130 no conlleva sanci¨®n; pero con la nueva tabla, esta infracci¨®n costar¨¢ 100 euros. Tambi¨¦n se endurece el exceso de velocidad en tramos urbanos. Conducir a 80 en una calle limitada a 50 supone pagar 100 euros; en la nueva ley se eleva a 300 y 2 puntos.
Otro de los principales objetivos de los padres de la norma es que se abonen todas las multas, porque a d¨ªa de hoy m¨¢s del 30% nunca llega a cobrarse. Tr¨¢fico, que quiere acabar con la impunidad y centrarse en las infracciones de m¨¢s riesgo, no ve coherente que los guardias civiles denuncien a los conductores y que despu¨¦s las multas no lleguen a cobrarse. Para acabar con eso, el Ministerio del Interior pretende dar un impulso al pago expr¨¦s, con rebajas de hasta un 40% (ahora es del 30%) si el infractor renuncia a hacer alegaciones y paga en 15 d¨ªas. El proyecto tambi¨¦n insiste en impedir las tretas de los titulares de veh¨ªculos que no identifican al conductor con el que se ha cometido una infracci¨®n. Pero adem¨¢s se pretende bloquear los tr¨¢mites administrativos relacionados con autorizaciones, licencias o permisos de quienes tengan pendiente el pago de dos o m¨¢s sanciones graves.
La nueva 'sanci¨®n estrella'
Intentar evitar las multas de velocidad con un sistema antiradar puede salir muy caro. En el proyecto de reforma de la Ley de Seguridad Vial se prev¨¦ endurecer el reproche contra quienes intentan burlar la vigilancia con estos artilugios. Quienes lo intenten y sean pillados perder¨¢n seis puntos de su carn¨¦, se quedar¨¢n tres meses sin poder conducir y deber¨¢n hacer frente a una multa de 6.000 euros. Se trata del castigo m¨¢s severo que prev¨¦ la norma.
Sin embargo, Tr¨¢fico tambi¨¦n ha querido dejar claro que esto no afecta a los navegadores o GPS que alertan a los conductores cuando se aproximan a un radar. La diferencia es notable, indican, porque con el antiradar se inhibe la frecuencia del cinem¨®metro para impedir su funcionamiento y el infractor sigue circulando a toda velocidad; mientras que con los navegadores el automovilista no interfiere en el radar, pisa el freno y respeta la limitaci¨®n en ese punto. Los c¨®mplices de los infractores bala tambi¨¦n tendr¨¢n castigo. La ley contempla una multa de entre 3.000 y 30.000 euros para los talleres que instalen los antiradares.
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