Y ahora, los italianos
Recuerdo las conversaciones que ten¨ªa con mis amigos despu¨¦s de ver JFK de Oliver Stone, la pel¨ªcula que especulaba con que la versi¨®n oficial del asesinato del presidente Kennedy era una farsa. Primero comentamos lo mucho que nos hab¨ªa gustado pero inmediatamente despu¨¦s nos pregunt¨¢bamos por qu¨¦ no se hac¨ªa algo as¨ª en Espa?a. Nos imagin¨¢bamos pel¨ªculas como JFK pero sobre el aceite de colza o el 23-F. Cre¨ªamos que la historia cercana era m¨¢s interesante que hacer pel¨ªculas sobre la Guerra Civil y la posguerra, que a nosotros, nacidos despu¨¦s de la muerte de Franco, se nos quedaban un poco lejos.
Me ha venido a la cabeza todo esto por el estreno de dos pel¨ªculas pol¨ªticas hechas en Italia que han tenido un ¨¦xito brutal en su pa¨ªs y en el resto del mundo y que me parecen modelos m¨¢s cercanos. Cine de denuncia, con importante carga pol¨ªtica, realismo atroz y cercan¨ªa en el tiempo.
Tanto Gomorra como Il Divo han resucitado el cine italiano, una cinematograf¨ªa que como la espa?ola est¨¢ en permanente crisis y que no deja de a?orar los tiempos en que era una gran potencia mundial que par¨ªa obras maestras de Fellini, Visconti o Antonioni. Pero las pel¨ªculas italianas que este a?o han reventado las taquillas de toda Europa son herederas del cine pol¨ªtico de los sesenta y setenta, aquel que realizaban Elio Petri o Gillo Pontecorvo. Gomorra es un retrato descarnado de la mafia napolitana, un mosaico sobre c¨®mo la Camorra extiende sus tent¨¢culos a todos los niveles sociales. Por su parte, Il Divo es un retrato nada complaciente de Giulio Andreotti, el que fuera primer ministro italiano.
Y claro, uno se pregunta: ?se podr¨ªa hacer esto mismo en Espa?a? Imaginemos una pel¨ªcula sobre Felipe Gonz¨¢lez por ejemplo. ?Se podr¨ªa producir? En Francia, s¨ª; ya hicieron un biopic de Mitterrand. En el Reino Unido se atrevieron a hacer The Queen. Y en Estados Unidos Oliver Stone acaba de dirigir una sobre Bush. Aqu¨ª s¨®lo vienen a la cabeza cintas como El Lobo o GAL, que produjo El Mundo. Mientras la primera tuvo cierto calado en el p¨²blico, la segunda fue un desastre de taquilla y en cuanto a resultados, m¨¢s parecidos a los de una vi?eta de El Jueves que a una pel¨ªcula pol¨ªtica s¨®lida.
Hubo una oportunidad durante los primeros a?os de la democracia de hacer un cine interesante. La muerte de Mikel o Asesinato en el Comit¨¦ Central marcaban sendas que no se han seguido, en primer lugar, porque el cine est¨¢ en permanente crisis y no se quiere arriesgar, y en segundo lugar, porque en Espa?a no nos distinguimos por nuestra audacia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.