V¨ªa libre al 'sinpa'
Los usuarios explican c¨®mo viajan sin pagar en el transporte p¨²blico
"Yo entro como los toreros, toreando", confiesa P. L. R., un hombre de 53 a?os que se cuela cada d¨ªa en el tren en Vilanova i la Geltr¨². Esta estaci¨®n dispone de dos accesos: uno en el que hace falta canjear el billete y otro, el que da a la playa, que simplemente permanece abierto. Como ¨¦l, la mayor¨ªa de los usuarios de la l¨ªnea C-2 de Renfe pueden viajar sin pagar (en argot juvenil, utilizar un servicio sin pagar es hacer un sinpa) en el trayecto de ida: en muchas estaciones no hay m¨¢quina para cancelar los billetes de bono-expr¨¦s ni puerta corredera.
A. A. V., de 51 a?os, reside en Sant Vicen? de Calders y viaja cada d¨ªa a Barcelona. En la estaci¨®n de este municipio un controlador sella los billetes de forma manual, con un tamp¨®n de tinta. pero estos sellos no son detectados por las canceladoras de billetes de Barcelona, con lo que la misma tarjeta le sirve tambi¨¦n para la vuelta; es decir, en su caso, puede utilizar el billete para realizar el doble de viajes. Este usuario de Renfe asegura que esta pr¨¢ctica es muy habitual entre los viajeros de la l¨ªnea, sobre todo debido a que si un revisor les pilla, no les multa, simplemente les hace comprar el billete. "Es una verg¨¹enza que Renfe ni siquiera invierta en m¨¢quinas para canjear los billetes; el fraude es la respuesta m¨¢s l¨®gica", opina A. A. V.
Hay tramposos j¨®venes que utilizan una tarjeta de pensionista
Infractores como el de Vilanova lo tienen f¨¢cil para colarse, pero los controles que hay en el transporte p¨²blico del ¨¢rea metropolitana han obligado a los usuarios de la capital a perfeccionar las t¨¦cnicas de fraude.
Seg¨²n Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), el 1% de los viajeros y el 0,4% de los usuarios de autob¨²s no pagan billete, lo que representa un total de 42.000 personas. Pero la empresa s¨®lo cuenta los casos que han sido identificados por los vigilantes. Con este m¨¦todo, si suprime los inspectores, el fraude no s¨®lo se reduce: desparece.
TMB intent¨® frenar el problema instalando puertas m¨¢s altas en algunas estaciones de tren y metro, pero incluso ¨¦stas son burladas. "Un d¨ªa en la estaci¨®n de metro de Verdaguer vi a una se?ora pasando de perfil por el hueco de las puertas correderas, que en esta parada quedan siempre demasiado entreabiertas". Desde entonces, Xavier Santalices, de 33 a?os, utiliza este m¨¦todo diariamente.
Los hay que innovan. "Mi t¨¦cnica ha creado escuela", explica Toni Murlans, de 27 a?os. Para escaquearse de pagar, Toni enga?a a los sensores de las puertas correderas de salida pasando una prenda de ropa para que el acceso se abra. Los hay que prefieren las t¨¦cnicas tradicionales, como la de entrar por la salida cuando alguien pasa o colocarse detr¨¢s de un viajero que entra pegado a ¨¦l. "Donde cabe uno caben tres", explica Sonia Matas, de 39 a?os, quien aplica este m¨¦todo habitualmente, as¨ª como su marido y su hijo.
Hay tramposos que para ahorrarse unos euros compran la tarjeta de pensionista sin serlo. La T-4 es v¨¢lida para 10 viajes y cuesta cuatro euros menos que la T-10. ?sta puede comprarse directamente en la m¨¢quina de billetes sin presentar ning¨²n documento. "Si me pillan digo que no llevo billete, porque si no me la quitan", explica A. S.
En Ferrocarrils de la Generalitat, la t¨¦cnica m¨¢s usada es la denominada "fuera de zona", muy popular entre los estudiantes de la Aut¨®noma. Al no haber m¨¢quinas que obliguen a volver a marcar el billete para poder salir de la estaci¨®n de destino, son muchos los estudiantes que optan por ir a clase utilizando una tarjeta de zona 1, en vez de la de zona 2 que corresponder¨ªa. Es el caso de Antonia Benn¨¤ssar, de 22 a?os, que lleva cuatro estudiando en Bellaterra y no ha sido multada ni una sola vez. "Cuando me pillen, me saldr¨¢ a cuenta por todo lo que me he ahorrado", afirma entre risas. Tambi¨¦n son muchos los que se aprovechan de la ausencia de vigilancia en las estaciones del centro. "En la entrada de Pelai de Catalunya a los Ferrocarrils, muchas veces no hay vigilante", revela Cristina Costa, de 21 a?os, quien en "situaciones extremas" va por este acceso en vez de por el de La Rambla.
"Colarse en el autob¨²s es lo m¨¢s f¨¢cil, porque los conductores no vigilan", asegura Lara Jim¨¦nez, barcelonesa de 18 a?os que no ha comprado un billete desde que empez¨® sus clases en el instituto. "Una vez me col¨¦ y, como no me dijeron nada, lo sigo haciendo". La joven, que realiza 20 trayectos por semana, se ahorr¨® durante el curso pasado 500 euros aproximadamente en viajes de autob¨²s. El descontrol de los autobuses ha aumentado desde que la empresa consiente que los conductores vayan m¨¢s pendientes de la radio a todo volumen que de conducir.
Aunque no para todos suponga un h¨¢bito colarse, son muchos los que, como Lara, se cuelan en los autobuses, ya que los revisores pasan en contadas ocasiones. En el Trambaix la historia se repite debido a que los conductores tampoco ejercen ning¨²n tipo de vigilancia y adem¨¢s el tranv¨ªa tiene varias puertas de acceso.
La vista gorda
La pol¨ªtica de "follones cero" de la empresa TMB impide que se pueda sancionar a todas las personas que viajan sin billete en el transporte p¨²blico de Barcelona. As¨ª lo explicaron a este diario varios empleados de seguridad encargados de vigilar la entrada a Ferrocarrils de Generalitat en Catalunya. Uno de los vigilantes explic¨® que, por orden de la empresa, evitan multar a los infractores m¨¢s conflictivos "para no armar foll¨®n". "En el metro, por ejemplo, no se llama la atenci¨®n a nadie", asegur¨®. Aunque el trabajo de estos vigilantes es garantizar la seguridad de los revisores, tambi¨¦n informan de las infracciones que observan durante su jornada, por lo que han sido testigos de todo tipo de situaciones. Seg¨²n su experiencia, la actitud que demuestre el "pillado" ante los revisores es muy importante, porque de ella depender¨¢ que sea sancionado o no. "En Ferrocarrils lo que se lleva es el fuera de zona, pero no se multa a todo el mundo. Si el usuario se enfada, que se vaya", aseguran.
Conductores de autob¨²s y vigilantes coinciden en que "es imposible controlar a todo el mundo". Los ch¨®feres se muestran indiferentes ante las infracciones: "Yo no controlo si la gente se cuela o no; mi trabajo es conducir", asegura uno de ellos. En los autobuses, la ¨²nica manera de detectar a los infractores es a trav¨¦s de las rondas especiales que realizan dos revisores en cada l¨ªnea una o dos veces por semana, seg¨²n varios conductores de las l¨ªneas 22 y 63.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.