?Qui¨¦n califica a las firmas de calificaci¨®n?
La mala imagen obliga a las agencias de rating a preparar cambios de funcionamiento
Tras el estallido de la crisis de las hipotecas subprime y la posterior quiebra de
Lehman Brothers, se puso en tela de juicio el papel de las agencias de calificaci¨®n de riesgos, que no vieron el que entra?aban aquellos instrumentos financieros y s¨®lo rebajaron el rating del banco de inversi¨®n despu¨¦s de que se decidiera su intervenci¨®n. Se recordaron acontecimientos del pasado como los de Enrom o Parmalat, que las dejaron en entredicho pero no las derrumbaron como pas¨® con la auditora Arthur Andersen. Llovieron cr¨ªticas e interrogantes sobre su labor. La situaci¨®n obliga a estas empresas a preparar cambios en su funcionamiento de manera inmediata.
Esta semana su actividad ha vuelto a ponerse sobre la mesa con la decisi¨®n de Standard & Poor's, la m¨¢s importante del sector junto a Moody's, de rebajar el rating de las dos cajas valencianas, Bancaja y
CAM, de A- a BBB+. La decisi¨®n no ha estado exenta de suspicacias ya que se produjo d¨ªas despu¨¦s de que las entidades pidieran su baja del servicio de la agencia, lo que en algunos c¨ªrculos se interpret¨® como una represalia. S&P afirma que, seg¨²n su pr¨¢ctica, cuando una instituci¨®n se va, la agencia realiza una ¨²ltima revisi¨®n y que, en este caso, las dos cajas estaban advertidas de cambio de perspectivas. Mientras, las cajas sostienen que se hizo por la ca¨ªda de las emisiones. En todo caso, Bancaja y la CAM se mantienen como clientes de Moody's y
Fitch, y si lo que dice S&P es verdad deber¨ªa reflejarse en sus evaluaciones.
M¨¢s all¨¢ de este pol¨¦mico asunto, lo que para el espectador queda claro es que la imagen mostrada no es, desde luego, todo lo edificante que exige una actividad cuyo objetivo es que el mercado conozca el grado de exposici¨®n y riesgo de una entidad antes de ordenar una inversi¨®n. Por eso se califican en varios escalones que van desde la m¨¢xima solvencia hasta los bonos basura.
Tras los casos citados, es el mercado el que se pregunta si se puede fiar de las agencias de calificaci¨®n. ?Hasta qu¨¦ punto la labor que realizan responde a los criterios de independencia, integridad y transparencia que rezan sus c¨®digos? ?Es coercitiva su labor de promoci¨®n ante los potenciales clientes? ?Separan claramente en las denominadas murallas chinas las diversas funciones que realizan de manera que no se contaminen las de intermediaci¨®n con las de calificaci¨®n, por ejemplo? ?Qui¨¦n califica a las agencias de calificaci¨®n?... Son preguntas que mellan su estructura.
Las agencias de calificaci¨®n saben que deben hacer cambios sustanciales para superar esta mala imagen y mantener el negocio, que es de lo que se trata. El tsunami financiero ha amenazado con llev¨¢rselas por delante m¨¢s que en anteriores tormentas. Siempre se prometen prop¨®sitos de enmienda que el mercado se traga; pero luego se repite la historia y surgen explosiones que las dejan en muy mal lugar. Esta vez la cosa parece que se ha tomado m¨¢s en serio, entre otras cosas porque las Administraciones han quedado muy tocadas y seguramente arrepentidas de no haber sido m¨¢s exigentes con este sector.
De todos modos, estas entidades mantienen, pese a las noticias negativas, una buena reputaci¨®n. Sin ir m¨¢s lejos, en la subasta de compra de activos por parte del Gobierno espa?ol a la banca se tuvo como baremo el rating de cada entidad. Y es que las entidades (financieras y no financieras) quieren tener una referencia que sirva para sostener su proyecci¨®n en el mercado y sus planes de expansi¨®n. Por eso pagan cantidades importantes que van de 100.000 y 300.000 euros, seg¨²n el rango y las tareas.
Los responsables de las agencias aseguran que est¨¢n interesados en mejorar, pero se preguntan: ?El hecho de que tengamos algunos casos y muchas cr¨ªticas significa que hayamos perdido la credibilidad? Sus pol¨ªticas son p¨²blicas y los criterios publicados, aparecen en las p¨¢ginas web. Por si hay que curarse en salud, insisten en que los rating son una opini¨®n que debe mirarse junto a un conjunto de variables a la hora de decidir una inversi¨®n.
La ocasi¨®n les ofrece la oportunidad de reforzar su imagen y dar m¨¢s credibilidad. "En momentos dif¨ªciles como ¨¦ste, es cuando m¨¢s se necesitan los an¨¢lisis", aseveran. El mensaje ser¨ªa m¨¢s convincente si no se repitieran fallos de forma peri¨®dica. -
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