"Con los pol¨ªticos, una cosa son sus deseos y otra su compromiso real"
Asegura que lo ha intentado hasta ¨²ltima hora pero el acuerdo, como ya se comprob¨® en julio, ha sido imposible. Pascal Lamy (Levallois-Perret, 1947) admiti¨® el viernes que cerrar la Ronda de Doha este a?o era imposible y, s¨®lo una vez que tir¨® la toalla, accedi¨® a hablar con los medios. Telef¨®nicamente en el caso de EL PA?S. Es el primer incumplimiento de los compromisos que las potencias del G-20 alcanzaron en Washington para hacer frente a la crisis.
Pregunta: ?Qu¨¦ ha hecho imposible el acuerdo esta vez?
Respuesta: Hemos hecho muchos avances desde julio, como ponen en evidencia los nuevos compromisos que est¨¢n encima de la mesa en dos ¨¢reas esenciales de la Ronda como son agricultura y tarifas industriales. Pero, nos ha faltado convergencia en dos temas, que no son los ¨²nicos abiertos pero s¨ª tienen un importante calado pol¨ªtico: la aplicaci¨®n de la cl¨¢usula de salvaguardia, que los pa¨ªses en desarrollo piden poder aplicar en caso de aumento de las importaciones agr¨ªcolas, y la reducci¨®n de tarifas sobre productos industriales en determinados sectores, como la qu¨ªmica o la electr¨®nica. Quiero insistir en que no son las ¨²nicas ¨¢reas en conflicto, aunque parecen terriblemente t¨¦cnicas y de escasa importancia, tienen mucha por razones pol¨ªticas.
"Si convocaba la reuni¨®n y no hab¨ªa acuerdo hubiera sido un retroceso"
"Los que negocian son los ministros y yo no puedo hacerlo por ellos"
"El tiempo tiene un precio y no son buenas noticias para la econom¨ªa"
P. ?Qu¨¦ hab¨ªa distinto despu¨¦s del fracaso de julio?
R. Mi idea era que sentar a todos los ministros juntos en una habitaci¨®n sin suficientes posibilidades de acuerdo, podr¨ªa haber funcionado pero tambi¨¦n hab¨ªa grandes riesgos de que no funcionase. En estas dos cuestiones, mi diagn¨®stico despu¨¦s de una semana llena de teleconferencias, conversaciones y reuniones con algunos ministros es que las posiciones siguen demasiado r¨ªgidas y que en esas condiciones una reuni¨®n ministerial no habr¨ªa llevado a un acuerdo, incluso con la presi¨®n de otros para que flexibilizaran sus posiciones. No quer¨ªa un nuevo fracaso ministerial. Mi prop¨®sito es que las negociaciones avancen, preservar lo que se ha hecho en t¨¦rminos de coincidencias y ah¨ª hay muchos avances sobre la mesa. Pero el riesgo era que si yo convocaba a los ministros y no llegaban a un acuerdo eso habr¨ªa sido un retroceso.
P. ?Hay alg¨²n culpable de todo esto?
R. Supongo que entre los ministros se responsabilizar¨¢n unos a otros de estos resultados, pero como director general de la OMC debo respetar mi obligaci¨®n de neutralidad. Reconozco que no cumplir con el mandato del G-20
[de terminar las negociaciones de Doha antes de fin de a?o] no son buenas noticias. Pero mi responsabilidad era intentarlo y preservar la integridad de la negociaci¨®n y del sistema comercial multilateral. No soy el negociador, lo son ellos, los ministros. Y es su responsabilidad flexibilizar sus posiciones y si no quieren hacerlo yo no puedo hacerlo por ellos.
P. ?Hay riesgo de que la Ronda de Doha fracase definitivamente?
R. Creo que como todas las negociaciones comerciales, y ya lo hemos visto en ocho rondas anteriores y en los seis ¨²ltimos a?os, hay subidas y bajadas, avances y retrocesos, ¨¦xitos y fracasos, ... Es una negociaci¨®n muy compleja, con muchas etapas, muchos actores, muchos temas a tratar. Creo que si hubi¨¦ramos cerrado esta etapa, eso nos llevar¨ªa sin duda a la conclusi¨®n de la ronda el pr¨®ximo a?o. Al no haberlo hecho, eso no impide que se cierren las negociaciones en 2009, pero verdaderamente lo hace m¨¢s dif¨ªcil. Y m¨¢s a¨²n con la crisis econ¨®mica golpeando duro y con las bases econ¨®micas y sociales de los pa¨ªses sufriendo sus consecuencias. Por otro lado, el valor de lo que est¨¢ encima de la mesa es ciertamente ahora mayor que hace seis meses. Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en que mantener la ronda abierta y dar una se?al de compromiso con la negociaci¨®n es una de las formas de mitigar la crisis econ¨®mica.
P. ?Qu¨¦ consecuencias econ¨®micas tendr¨¢ este fracaso, una vuelta al proteccionismo?
R. S¨ª hay riesgos de ese tipo y desde luego si hubi¨¦ramos cerrado esta etapa hubiera sido una se?al de determinaci¨®n pol¨ªtica para combatir las tendencias proteccionistas. A este respecto, no son buenas noticias. En estos momentos turbulentos es cuando nos damos cuenta de la importancia de mantener el comercio abierto, incluso si son las antiguas reglas las que rigen el sistema multilateral de comercio. Haber dado una se?al de que se est¨¢ haciendo el esfuerzo pol¨ªtico para llegar a un compromiso hubiera sido una se?al bienvenida. Realmente, no son buenas noticias para la econom¨ªa mundial. Los miembros de la OMC han decidido darse un poco m¨¢s de tiempo pero es mi obligaci¨®n recordarles que el tiempo tambi¨¦n tiene un precio.
P. Si ha pasado esto con el comercio ?es una se?al de lo que pasar¨¢ en otras ¨¢reas de negociaci¨®n multilateral, como la reforma del sistema financiero internacional que tambi¨¦n se acord¨® en Washington?
R. Es una demostraci¨®n de la gran distancia que separa los pronunciamientos de los l¨ªderes pol¨ªticos y su traslaci¨®n a la realidad. Expresan deseos pero luego no se traducen en gestos concretos. Uno siempre puede expresar un deseo pero la evidencia de que uno tiene verdadera voluntad de llevarlo a cabo s¨®lo aparece cuando alcanzas un compromiso.
P. ?Y no ha visto se?ales de esa voluntad estos d¨ªas?
R. S¨ª, ha habido se?ales de compromiso en muchos temas, incluido el algod¨®n, que es muy importante para muchos pa¨ªses en desarrollo agricolas. Pero ha fallado en los dos temas m¨¢s espinosos, que son tremendamente t¨¦cnicos pero en los cuales algunos pa¨ªses han invertido mucho capital pol¨ªtico. La cl¨¢usula de salvaguardia es una cuesti¨®n que tiene que ver con el futuro de muchos pa¨ªses emergentes y el debate ahora es cu¨¢nta influencia tienen las importaciones en la oferta dom¨¦stica de alimentos. La respuesta, sin duda, es diferente para India, China, Singapur o Chile, dependiendo del grado de apertura de sus econom¨ªas. En las negociaciones sectoriales, se trata de saber si son un complemento a las reducciones de tarifas ya acordadas o si son un sustituto a estas. Si es la guinda del pastel o el pastel debajo de la guinda.
P. Algunos dicen que un acuerdo comercial ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil con la nueva administraci¨®n estadounidense...
R. No lo s¨¦. El equipo de transici¨®n ha estado callado sobre esta cuesti¨®n, que es lo tradicional. Hay una administraci¨®n hasta el 20 de enero y tendremos una nueva a partir de entonces. Lo que s¨ª es seguro es que las negociaciones continuar¨¢n cuando haya un nuevo equipo en el lado estadounidense.
P. El cambio de gobierno en Estados Unidos y las elecciones en India en mayo, ?son un lastre a?adido en las conversaciones de la Ronda?
R. No es tan claro, puede ir en los dos sentidos. Si los dirigentes pol¨ªticos convencen a la gente de que combatir el proteccionismo es importante quiz¨¢s se convierta en un activo para la campa?a. Pero si est¨¢n convencidos de que las importaciones son un problema para el pa¨ªs pueden ser un obst¨¢culo. -
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