Una ley para el Reina Sof¨ªa
El museo demanda una mayor autonom¨ªa - PSOE y PP estudian plantear en el Parlamento que se le dote de una norma propia similar a la del Prado
Tiene 20 a?os, pero a¨²n se le trata como a un adolescente irresponsable. O al menos, as¨ª opinan los implicados en la toma de decisiones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa, buque insignia del arte moderno espa?ol y a¨²n, se lamentan, organismo aut¨®nomo dependiente del Ministerio de Cultura.
Todas las decisiones de su equipo director, ya sean de contenido art¨ªstico o de pura gesti¨®n econ¨®mica ("Hasta cambiar un conserje de sala", se?ala una fuente parlamentaria para subrayar la total dependencia) tienen que contar con el visto bueno del ministerio. Y eso lastra su funcionamiento.
El primer paso hacia la emancipaci¨®n ya se ha dado. El Ministerio de Cultura solicit¨® la creaci¨®n de una agencia estatal para el Reina Sof¨ªa el 18 de julio. En el documento de la petici¨®n se justificaban las aspiraciones en "las rigideces que presentan los actuales modelos de gesti¨®n y la escasa autonom¨ªa con que cuentan los organismos aut¨®nomos para la consecuci¨®n de sus objetivos en un ¨¢mbito tan cambiante y espec¨ªfico como es la gesti¨®n cultural". Entonces se arranc¨® un compromiso de los ministerios de Administraciones P¨²blicas y Hacienda, organismos responsables de conceder ese estatus, tras evaluar y presupuestar la propuesta. Si bien no tiene fecha fija, la promesa es que "antes del final de la legislatura", tanto el museo como el Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y la M¨²sica (INAEM) sean agencias estatales. "Es una herramienta para ganar agilidad, competitividad y autogesti¨®n. Se consigue una alta autonom¨ªa. Y entre otras cosas se dispone de los ingresos que genera el centro", explica Dolores Carri¨®n, subsecretaria del Ministerio de Cultura.
Actualmente, todas las decisiones tienen que pasar por el despacho de Molina
"Con su propia ley, el centro ser¨ªa m¨¢s ¨¢gil y eficaz", seg¨²n Rafael Simancas
Cultura ya tiene el compromiso de Hacienda: ser¨¢ agencia estatal
No todos los altos funcionarios ven con entusiasmo el proyecto final
Pero la intenci¨®n es que la cosa no se quede ah¨ª. En el horizonte de los deseos est¨¢ que el centro cuente con su propia norma, como el Museo del Prado (ley 46 / 2003, del 25 de noviembre). Una legislaci¨®n espec¨ªfica ser¨ªa "como un traje a medida" para las aspiraciones de su director, Manuel Borja-Villel, que estos d¨ªas cumple un a?o al frente y parece empe?ado en poner al Reina Sof¨ªa en la ¨®rbita de los grandes museos del mundo, como ha declarado reiteradamente.
Una reciente comida en la sede del museo con los portavoces de Cultura de los grupos parlamentarios del PSOE (Rafael Simancas) y el PP (Jos¨¦ Mar¨ªa Lasalle) se cerr¨® con la idea de la necesidad de plantear esa proposici¨®n en la comisi¨®n de Cultura. Tan pronto como a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Hay en ambas partes la convicci¨®n de que una ley para el Reina Sof¨ªa impulsar¨ªa al museo, y que para lograr su aprobaci¨®n se hace necesaria una acci¨®n conjunta de ambos partidos. "Las diferencias pol¨ªticas no deben lastrar el proyecto", se?alan. Otros grupos parlamentarios apoyar¨ªan esa iniciativa.
Simancas entiende que pueda haber reticencias a algo as¨ª: "Dotar de autonom¨ªa y eficiencia significa restar control a los ingresos y los gastos. Pero tomar decisiones presupuestarias de forma aut¨®noma convierte al museo en algo m¨¢s ¨¢gil y eficiente. Y con una ley todo esto ser¨ªa posible".
Si bien en el paso de convertirse en agencia el acuerdo de los altos funcionarios del Ministerio de Cultura parece general, no todos ven con el mismo entusiasmo una ley para el centro. La experiencia del Prado s¨®lo puede calificarse de positiva, aunque la autonom¨ªa total de la que disfrutan su director, Miguel Zugaza, y el patronato incomoda a algunos.
"?Si ha funcionado para el Prado, por qu¨¦ no va a funcionar para el Reina Sof¨ªa?", se pregunta Simancas. "Es cierto que con el modelo de agencia quedan algunos resortes de control que desaparecen con la ley. Sin embargo, si los gestores son los adecuados, no deber¨ªa haber problema. Y eso lo permitir¨¢ la reciente implantaci¨®n del C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas". Esta norma no vinculante y que ha asumido el equipo del ministro C¨¦sar Antonio Molina obliga a la elecci¨®n de cargos de museos y agencias con transparencia y por concurso basado en los m¨¦ritos profesionales.
La elecci¨®n de Borja-Villel fue la primera y publicitada prueba del nuevo r¨¦gimen de las "buenas pr¨¢cticas". Desde su llegada hace un a?o, el museo ha vivido importantes cambios (desde en la colocaci¨®n del Guernica hasta en su c¨²pula directiva). Y su impronta, basada en la visi¨®n del museo como algo vivo y muy vinculado a la investigaci¨®n, ya se nota claramente. Adem¨¢s, las cifras le acompa?an: el n¨²mero de visitantes ha crecido un 15,92% (m¨¢s de 1.800.000). Tambi¨¦n, los ingresos por entradas y publicaciones (entre un 3% y un 4%) y el personal (se ha contratado a 119 trabajadores en una plantilla de 477).

Un coloso inacabado
- 1986. El Reina Sof¨ªa abre como centro de arte en el antiguo hospital de San Carlos.
- 1988. Se convierte en museo nacional. En 20 a?os ha tenido seis directores: Tom¨¢s Llorens, Mar¨ªa Corral, Jos¨¦ Guirao, Juan Manuel Bonet, Ana Mart¨ªnez de Aguilar y Manuel Borja-Villel.
- 1992. El
Guernica de Picasso llega al museo procedente del Prado.
- 2005. Se inaugura la ampliaci¨®n, obra de Jean Nouvel. El museo, cuya colecci¨®n cuenta con 20.000 obras, pasa de 51.297 metros cuadrados a 84.048.
- 2008. Alcanza la cifra de 1.800.000 visitantes.
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