El Villarreal se va de rebajas

El Sevilla y el Villarreal se enfrentaban en un partido ensombrecido por los fastos del gran cl¨¢sico. Pero ninguno de los dos equipos brill¨® lo suficiente ni dio la sensaci¨®n de seguir con garant¨ªas a un Barcelona que anda sobrado de recursos esta temporada. La felicidad y los puntos cayeron al final del lado local. M¨¢s por desidia del Villarreal que por m¨¦rito del Sevilla, pese a imponerse claramente tras el descanso.

Manolo Jim¨¦nez decidi¨® renovar la confianza en el mismo esquema t¨¢ctico que le vali¨® para vencer al Madrid. Salvo Dragutinovic, en vez de Fernando Navarro, sancionado por acumulaci¨®n de tarjetas amarillas, el once titular del Sevilla era el mismo. Ni el regreso de Luis Fabiano a la convocatoria hizo dudar al t¨¦cnico sevillista. Con la moral henchida tras la victoria en el Bernab¨¦u, se esperaba que el equipo de Nervi¨®n se postulara como un valiente perseguidor del Bar?a. Tambi¨¦n se esperaba del Villarreal. Pero, ante tanta expectativa, se les agarrotaron los m¨²sculos. Por no hablar de las ideas.

El bal¨®n volaba por los aires sin nadie con cabeza para bajarlo a la tierra

Si el S¨¢nchez Pizju¨¢n hubiera aparecido ayer sin el c¨ªrculo central, ninguno de los dos equipos lo habr¨ªa echado en falta. El encuentro transcurr¨ªa con el bal¨®n volando por los aires, sin nadie que utilizara la cabeza para bajarlo a la tierra y tratar de conectar algo m¨¢s de dos pases seguidos a ras de suelo. No hubo manera. La banda ancha se convirti¨® en una t¨®mbola, en la que el azar llevaba el boleto ganador a los pies de uno u otro equipo porque los centrocampistas hab¨ªan abdicado de sus funciones.

El Sevilla y el Villarreal se rifaban el cuero. Las p¨¦rdidas de bal¨®n y los fallos en los pases dibujaban un partido m¨¢s propio de patio de colegio. ?Qu¨¦ hac¨ªan, pues, los medios centro? Duscher y Romaric se pasaron el primer tiempo sumidos en un caos mental mientras que Renato se desesperaba. En el cuadro de Pellegrini, tres cuartos de lo mismo. Ibagaza, a quien el t¨¦cnico chileno coloc¨® por detr¨¢s de Llorente, estaba desaparecido. Tampoco Senna se sent¨ªa c¨®modo. S¨®lo las carreras de Cazorla y Pir¨¨s sustentaban al equipo. De poco serv¨ªa.

Sin Nihat ni Rossi, afectados por una gripe, el submarino amarillo no torpedea. Ayer iba a la deriva, sin capit¨¢n ni tim¨®n que le guiara a la meta de Palop, al que el Villarreal dej¨® respirar tranquilo. Viendo la pasividad del conjunto castellonense, el Sevilla tom¨® las riendas. Aunque lo hizo m¨¢s por inercia que por convicci¨®n. Fue esa inercia la que empuj¨® al cuadro de Jim¨¦nez a encontrar una ganga entre tantas rebajas. Un cabezazo de Adriano al punto de penalti acab¨® en las botas de Kanout¨¦. Su control deficiente lo convirti¨® en bueno Renato.

Irse al vestuario con el marcador favorable sin apenas merecerlo sacudi¨® las tripas del Sevilla, que volvi¨® del descanso como nuevo. Nada que ver con la actitud del Villarreal, un equipo que nunca tira la toalla pero que ayer, escaso de ideas y con la expulsi¨®n de Llorente tras el descanso, evidenci¨® que la garra no siempre da la victoria. La segunda mitad llev¨® el nombre del Sevilla. Los de Jim¨¦nez apabullaron al equipo de Pellegrini a trav¨¦s de las internadas de Adriano, incansable y excepcional ayer, y un Renato que recuper¨® el mando. El triunfo pudo ser a¨²n m¨¢s abultado de no ser porque Diego L¨®pez se gan¨® el sueldo con creces.