La ultraderecha se descompone en Francia sin Le Pen
La sucesi¨®n del fundador desata las luchas internas en el Frente Nacional
La carrera cuesta abajo del Frente Nacional (FN) empez¨® en junio de 2007, cuando se estamp¨® electoralmente ara?ando s¨®lo el 4,2% de los votos, los mismos que el Partido Comunista. Continu¨® en agosto de este a?o, cuando anunci¨® que vend¨ªa su sede de siempre en Saint Cloud (Hauts-de Seine) para enjugar parte de sus deudas millonarias; de hecho, ayer, el FN celebr¨® por primera vez en su historia un Consejo Nacional en una nueva sede m¨¢s peque?a y barata, situada en Nanterre.
M¨¢s etapas en direcci¨®n al abismo: en septiembre, el l¨ªder y creador de la formaci¨®n de ultra derecha, Jean-Marie Le Pen, de 80 a?os, aseguraba que en 2010 se retirar¨ªa, formando un maremoto interno. Hace unas semanas, Jean-Claude Martinez, el cerebro econ¨®mico de la formaci¨®n, y Carl Lang, secretario general durante muchos a?os, desafiaron a su antiguo jefe y mentor y proclamaron que se presentar¨¢n por su cuenta a las elecciones europeas de junio. Han sido suspendidos del partido.
Marine, hija del veterano dirigente, est¨¢ dispuesta a tomar el testigo
Sarkozy presume de haber dado la puntilla a la extrema derecha
No son las ¨²nicas desafecciones, aunque s¨ª las m¨¢s importantes. Y dan cuenta de que el FN, el partido de la ultraderecha francesa que en 2002 lleg¨® a disputar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a Jacques Chirac, toca fondo y coquetea con la desintegraci¨®n a medio plazo.
Detr¨¢s de todo se encuentra, claro est¨¢, la venenosa cuesti¨®n de la sucesi¨®n. El mismo d¨ªa en que Le Pen adelantaba que se retirar¨ªa en menos de dos a?os, se?alaba a la persona que, seg¨²n ¨¦l, deb¨ªa reemplazarle: su hija Marine, actual vicepresidenta del Frente Nacional. "Ella est¨¢ m¨¢s cerca de los problemas de la calle; es una joven madre de familia. Y yo, un abuelo y Bruno, pues tambi¨¦n, casi otro abuelo", dijo. Bruno es Bruno Gollnisch, catedr¨¢tico de idiomas, de 62 a?os, hombre fuerte del Frente Nacional y candidato a la sucesi¨®n. Pero la preferencia del l¨ªder estaba clara.
"Lamento que el FN haya pasado de nacional a familiar", se apresur¨® a denunciar Lang. El viejo Le Pen le contest¨® en su estilo grandilocuente: "Yo cre¨ªa que Lang estaba hecho de la aleaci¨®n con que se forjan las armas, y no con el zinc con el que se hacen las escudillas".
Marine Le Pen, abogada, amante de la doma h¨ªpica, buena oradora, con buenos resultados en las elecciones municipales y cantonales de marzo, con un perfil pol¨ªtico m¨¢s templado que su padre pero sin su habilidad para mantener juntos elementos refractarios y casi contrapuestos de extrema derecha, ha declarado que se presentar¨¢ en 2010, en el Congreso Nacional, como candidata a la presidencia del FN. "Pero que quede claro que mi padre no me ha designado; ser¨¢n los militantes quienes lo hagan. ?l se limit¨® a expresar una preferencia. Por eso me presento, porque, en caso de ser elegida, ser¨¢ por m¨¦todos democr¨¢ticos", dijo ayer en una radio, poco antes de entrar en el Consejo Pol¨ªtico.
En el aire queda la cuesti¨®n clave: hasta qu¨¦ punto sobrevivir¨¢ este partido sin su l¨ªder, mu?idor y creador. El ex combatiente de la guerra de Argelia Jean-Marie Le Pen, condenado hace unos meses por minimizar el nazismo, ha mantenido una presencia constante en la pol¨ªtica francesa durante m¨¢s de medio siglo. Fue elegido diputado por primera vez en 1956. En 1972 fund¨® el FN y en 1974 se present¨® por primera vez a las presidenciales. Fracas¨® ostensiblemente. Obtuvo un 0,75% de votos. Atraves¨® en solitario el desierto pol¨ªtico para reaparecer con una fuerza ins¨®lita en las elecciones europeas de 1984, cuando se aup¨® hasta el 11% de los votos. Se instal¨® ya definitivamente en el paisaje pol¨ªtico franc¨¦s. Supo recolectar el voto ultraderechista y xen¨®fobo y adem¨¢s el de muchos ciudadanos desenga?ados de la pol¨ªtica que proced¨ªan en muchas ocasiones de la izquierda.
Hasta la llegada de Nicolas Sarkozy, que en las ¨²ltimas elecciones presidenciales se apropi¨® de algunos de los valores m¨¢s queridos del FN sin pactar nunca con ¨¦l (identidad e integraci¨®n nacional, inseguridad...). No s¨®lo se apropi¨® de sus valores. Tambi¨¦n de m¨¢s de la mitad de los votos, dejando de paso al partido del abuelo Le Pen, que le detesta, sin electorado, sin mensaje, ahogado de deudas y abocado a la lucha interna mientras rueda cuesta abajo. De hecho, el presidente de la Rep¨²blica francesa ha llegado a afirmar que ¨¦l ha matado al FN.
"?l lo dice, pero el cad¨¢ver est¨¢ a¨²n vivo", advirti¨® ayer Le Pen en su nueva sede.
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