Ana Mar¨ªa Matute, una infancia de amor y dureza
La escritora regresa con 'Para¨ªso inhabitado' tras ocho a?os de silencio
Ana Mar¨ªa Matute ha tardado ocho a?os en escribir Para¨ªso inhabitado (Destino), pero ayer ofreci¨® sus explicaciones en una multitudinaria presentaci¨®n p¨²blica de la novela. "En primer lugar", dijo, "no soy una autora de un libro cada a?o y, en segundo t¨¦rmino, en los ¨²ltimos tiempos he sido una visitante asidua de los hospitales. No obstante, debo subrayar que pensar en escribir esta novela, me ayud¨® a ponerme buena". Con una cabeza muy despejada a sus 83 a?os y una cierta fragilidad al caminar, una de las novelistas m¨¢s populares de Espa?a compareci¨® ayer para desvelar que Para¨ªso inhabitado es una historia de amor y dureza en tiempos dif¨ªciles, que est¨¢ protagonizada por una ni?a que tiene rasgos autobiogr¨¢ficos de la propia escritora. "Es cierto que se trata de la ¨²nica de mis novelas que incluye referencias autobiogr¨¢ficas", coment¨® la autora de Olvidado rey Gud¨².
"Pensar en esta novela me ayud¨® a ponerme buena de mi enfermedad"
Una mezcla de realismo de la vida cotidiana y de mundo m¨¢gico, en palabras de la tambi¨¦n escritora ?ngeles Caso, definir¨ªan la ¨²ltima novela de Matute. Ambas dialogaron en tono distendido sobre la literatura y la vida, dos conceptos que significan la misma cosa, a juicio de Ana Mar¨ªa Matute. "La literatura es mi mundo y, en realidad, podr¨ªa decir que la literatura es la vida de verdad", remach¨® la novelista y acad¨¦mica. Situada la trama en la ¨¦poca de la Segunda Rep¨²blica, en el ambiente de una familia burguesa, el contraste entre un realismo duro y unas fabulaciones m¨¢gicas a trav¨¦s de sus lecturas marcan la formaci¨®n sentimental de la peque?a Adriana, enamorada de Gavrila, un ni?o ruso, hijo de una bailarina. "La ni?a protagonista vive en funci¨®n de sus lecturas, tal como hice yo que siempre fui una rebelde. Yo ten¨ªa aut¨¦ntica pasi¨®n por los cuentos", record¨® Ana Mar¨ªa Matute que destac¨®, una y otra vez, la importancia de la infancia en todas las personas. "La infancia nos marca de una forma tremenda y yo he intentado mantener la ni?a que fui", manifest¨® muy convencida.
A lo largo de su intervenci¨®n, seguida con inter¨¦s y risas por parte de un auditorio integrado por periodistas, libreros y editores, Ana Mar¨ªa Matute se defini¨® como "un p¨¢jaro libre que no se ha encuadrado en modas ni tendencias ni grupos" dentro de la literatura espa?ola de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Haciendo gala de un envidiable humor, la escritora barcelonesa, de padre catal¨¢n y de madre riojana, anunci¨® que, por supuesto, quer¨ªa escribir m¨¢s novelas. "Aunque ya tengo 83 a?os y cualquier d¨ªa me muero", se?al¨® para describir a continuaci¨®n de un modo muy gr¨¢fico c¨®mo nacen las novelas en su imaginaci¨®n. "Me llegan", cont¨®, "como el rumor del mar y me van llegando poco a poco. Ahora mismo empiezo a escuchar unos cuantos runrunes".
Sincera y desinhibida en todo momento, elegante y sarc¨¢stica a un tiempo, Ana Mar¨ªa Matute aconsej¨® a las mujeres presentes en la sala que no se fiasen de los hombres que no tienen imaginaci¨®n. Record¨® sus a?os de peque?a rebelde y se mostr¨® muy cr¨ªtica con la educaci¨®n que recibieron varias generaciones de espa?olas de las clases acomodadas. "Hablaban", relat¨®, "de educaci¨®n, pero en realidad s¨®lo les interesaban unos modales que yo nunca aprend¨ª. Las monjas de entonces ¨²nicamente ense?aban su propia ignorancia". "S¨ª, es cierto, he pagado un precio alto por mi libertad", concluy¨®.
A sus 83 a?os, esta novelista que ha ganado muchos premios importantes y que goza del favor de muchos lectores record¨® a su madre en un homenaje a las mujeres de aquella generaci¨®n con una an¨¦cdota estremecedora. "Mi madre hubiera querido hacer mi vida, pero no pudo. Sin ir m¨¢s lejos, ocultaba a sus amigas que le gustaba leer", afirm¨®.
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