Makelele vale por siete
El Madrid ha gastado 72 millones en volantes desde que Florentino vendi¨® al franc¨¦s en 2003
Queiroz pidi¨® un medio centro. Camacho pidi¨® un medio centro. Luxemburgo pidi¨® un medio centro. Capello pidi¨® un medio centro. Schuster volvi¨® a pedir un medio centro y el nuevo t¨¦cnico del Madrid, Juande Ramos, no tard¨® ni dos d¨ªas en decir que necesitaba un medio centro. Desde 2003, cuando el ex presidente Florentino P¨¦rez prefiri¨® vender a Makelele por 24 millones de euros antes que aumentarle el sueldo de dos a cuatro millones, todos los entrenadores madridistas han manifestado su descontento con los volantes centrales de la plantilla. La consecuencia ha sido un peregrinaje de siete jugadores, algunos inadaptados (Pablo Garc¨ªa, Gravesen y Emerson), o sufrientes (Gago y Diarra) en los que el club lleva gastados 72,5 millones de euros sin contar con los sueldos. El tr¨¢fico de dinero gastado y centrocampistas quemados s¨®lo es equiparable al de entrenadores destituidos. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de la saga es el que protagoniza Lassana Diarra, centrocampista defensivo del Portsmouth en el que el Madrid ha puesto su mira con una oferta que ronda los 20 millones de euros. Por su parecido f¨ªsico, sus compa?eros le llaman Hijo de Makelele.
En las ¨²ltimas temporadas, todos los t¨¦cnicos han pedido reforzar esa posici¨®n
La entidad negocia ahora por Lassana Diarra, centrocampista del Portsmouth
Ayer por la ma?ana el Portsmouth anunci¨® oficialmente que aceptaba la oferta del Madrid. Los clubes prosiguieron la negociaci¨®n durante todo el d¨ªa para concretar el que ser¨¢ el segundo fichaje del Madrid, tras Huntelaar, desde que Pedja Mijatovic, el responsable de la estrategia deportiva, declar¨® que no acudir¨ªa al mercado de enero. "La plantilla est¨¢ cerrada", proclam¨® en septiembre. En aquella ¨¦poca, el entonces entrenador, Bernd Schuster, se resignaba a emprender la competici¨®n sin los fichajes que hab¨ªa solicitado. Schuster reclam¨® un medio centro y un punta. Los dirigentes le ignoraron. Mijatovic asegur¨® que la plantilla estaba suficientemente compensada. Dijo que hab¨ªa jugadores para afrontar todas las competiciones. Dos meses despu¨¦s, las competiciones desmintieron a Mijatovic. El equipo qued¨® eliminado de la Copa del Rey y se descarril¨® en la Liga. Hubo bajas que no pudieron ser cubiertas. El equipo se qued¨® en los huesos. Mijatovic pidi¨® la destituci¨®n de Schuster y, entre medias, fich¨® a un punta, Huntelaar, y a un nuevo entrenador, Juande Ramos, que le reclam¨® un medio centro. Su nombre es Diarra. Es franc¨¦s y no est¨¢ emparentado con Mahamadou Diarra, el medio centro que pidi¨® Capello, que estar¨¢ de baja hasta el final de temporada por lesi¨®n.
La trayectoria de Lassana Diarra apunta detalles que le avalan como futbolista competitivo, de f¨ªsico poderoso, dotado para la recuperaci¨®n. Todo esto lo ha demostrado con la intermitencia propia de un novato. Tiene 23 a?os y ha pasado desde el Le Havre, en la Liga francesa, al Chelsea, de all¨ª al Arsenal, y de all¨ª al Portsmouth. Hasta ahora no ha conseguido asentarse en ning¨²n club. Ni Mourinho, ni Grant, ni Wenger le consideraron como al futbolista imprescindible que ¨¦l siempre asegur¨® ser. Su llegada al Portsmouth, este verano, siempre estuvo precedida de sus advertencias. "No estar¨¦ mucho tiempo aqu¨ª", dijo, cuando lo presentaron. El chico ven¨ªa de jugar la Eurocopa con Francia y ten¨ªa motivos para acariciar planes grandiosos. Diarra prefiri¨® anunciar a las claras sus perspectivas de tr¨¢nsito. Nadie le podr¨¢ acusar de hip¨®crita. Pero su futuro deportivo sigue siendo tan poco predecible como lo fue para Gago, Mahamadou Diarra, Emerson o Gravesen.
El Madrid sigue buscando a Makelele, que ped¨ªa mucho dinero, pero val¨ªa por siete.
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