Bono

Curioso fracaso el de 59 segundos con Jos¨¦ Bono. En el primer canal de Televisi¨®n Espa?ola, captar menos del 10% de la audiencia en hora punta equivale a un naufragio. Y, sin embargo, pod¨ªa pensarse que Bono, m¨¢ximo exponente de la pol¨ªtica con faralaes, atraer¨ªa a espectadores de distintos caladeros. A gente del BOE y gente del Hola, para entendernos. Pero no se presentaron a la cita ni unos ni otros.

Ya se ha hablado muchas veces de Porta a porta, el programa italiano presentado por un se?or inefable llamado Bruno Vespa. Se emite diariamente, a?o tras a?o. Y en Porta a porta suele hablarse de pol¨ªtica. Anoche, con ocasi¨®n de una fugaz visita a Roma, asist¨ª al en¨¦simo debate sobre la corrupci¨®n entre representantes de la derecha y la izquierda. El tono era el de siempre, entre fr¨ªvolo y cort¨¦s, y la esencia era tan te¨®rica como siempre. Nadie realiz¨® ning¨²n anuncio ni prometi¨® medida alguna. La audiencia result¨® elevada, como siempre. Eso no podr¨ªa ocurrir en Espa?a. La audiencia espa?ola espera que el pol¨ªtico ofrezca noticias concretas, lo que exige, a su vez, que el pol¨ªtico en cuesti¨®n ostente un cargo ejecutivo. Presidente, ministro o, al menos, jefe de la oposici¨®n.

Existe una segunda v¨ªa para captar la atenci¨®n general, m¨¢s relacionada con el espect¨¢culo. Esperanza Aguirre, por ejemplo, garantiza a la vez titulares y entretenimiento. Posee un desparpajo especial, que le permite afirmar que Franco fue socialista (es decir, que ella le desborda por la derecha) sin mover una pesta?a. Supongo que Aznar, ahora que pulula por la frontera de lo friqui, obtendr¨ªa un gran ¨¦xito en un programa como 59 segundos.

A Bono, sin embargo, le falta dar el paso definitivo. Por un lado, el cargo que ocupa en el Congreso no es percibido como ejecutivo y empieza a oler a cesante, lo que le resta inter¨¦s. Por otro, a¨²n no se ha decidido a circular por la segunda v¨ªa. Si el 59 segundos se hubiera planteado como un monogr¨¢fico sobre sor Maravillas, habr¨ªa triunfado m¨¢s.