Guerrilla adolescente contra el Mp3
Los ingleses Kitty, Daisy & Lewis rinden culto al vinilo y hacen rock como si se acabase de inventar
De nada sirve preguntar a Lewis Durham por el nuevo single de Britney Spears o por el ¨¦xito de los Jonas Brothers. Tampoco por las ventajas del iPhone y mucho menos por la revoluci¨®n de descargar m¨²sica por Internet. Un esfuerzo in¨²til. A sus 18 a?os Lewis pone voz de adolescente enfadado con el mundo: "Que no. Que no me va nada de eso. Y a mis hermanas tampoco. Preferimos a Johnny Cash y los antiguos discos de vinilo. Tambi¨¦n odiamos con toda nuestra alma los Starbucks. ?Est¨¢n por todas partes! ?Es horrible!".
La familia Durhan es lo m¨¢s parecido a una guerrilla contra el Mp3 y su casa, al norte de Londres, es como estar el estudio de grabaci¨®n de la Sun Records. Viejas tocatas, cacharros antiguos y absoluta pleites¨ªa al vinilo. En un ambiente as¨ª no es raro que Lewis, junto sus hermanas Kitty, de 15 a?os, y Daisy, de 20, haya formado el grupo de moda en Reino Unido. Como sacados de la m¨¢quina del tiempo Kitty, Daisy & Lewis tocan viejo rock de los a?os cincuenta, salpicado con blues, country y swing a?ejo. Tampoco es raro que los singles de su primer ¨¢lbum hom¨®nimo se editen, por primera vez en 50 a?os, en discos de 10 pulgadas a velocidad de 78 rpm, es decir, en un tama?o intermedio entre el peque?o single de 45 rpm y el tradicional vinilo de 33 rpm.
O lo que es lo mismo: la locura del coleccionismo. Obviamente, y pese a ellos, el trabajo tambi¨¦n se puede comprar en CD y bajar por Internet. "Es una cuesti¨®n de escuchar la m¨²sica con calidad", explica Lewis, un cruce entre Elvis Presley, Jack White y Mario Lanza. "No es que no me guste un reproductor de Mp3, es que no lo necesito". Una actitud que lo podr¨ªa haber convertido en el rarito de la pandilla. "S¨ª, es cierto que muchos van a clase con su iPod, pero tambi¨¦n hay unos cuantos que prefieren comprar vinilos. No me siento un bicho raro. De todas formas ya he dejado los estudios. Voy a dedicarme a la m¨²sica".
Lewis descubri¨® su vocaci¨®n en el a?o 2000, con 10 a?os, cuando se subi¨® al escenario del pub londinense, Come Down and Meet the Folks e interpret¨® Folson Prisi¨®n Blues, de Johnny Cash. Al rato se le uni¨® su hermana Daisy. Dos d¨ªas despu¨¦s, la peque?a Kitty ya hab¨ªa aprendido los tres acordes necesarios para acompa?arlos. "Me di cuenta de que eso era lo que quer¨ªa hacer el resto de mi vida. Surgi¨® de forma natural, muy org¨¢nica", explica por tel¨¦fono Lewis.
As¨ª naci¨® este tr¨ªo atrapado en el pasado no s¨®lo en su m¨²sica, sino tambi¨¦n en su ropa. El futuro parece simplemente una incomodidad. "Cada d¨ªa nos cuesta m¨¢s trabajo encontrar ropa. Muchas tiendas de los a?os cincuenta han desaparecido por culpa de los Starbucks". En el grupo todos cantan e intercambian los instrumentos. Guitarras, pianos, bajos, bater¨ªa steel guitar, arm¨®nicas, xil¨®fonos y ukeleles que suenan furiosamente frescos. Como si el rock se acabase de inventar hace un par de tardes.
Al fondo de sus conciertos se puede ver a unos padres orgullosos tocando a ritmo de rockabilly. ?l, Graeme Durhan, con patillas y gafas de pasta, fue un conocido ingeniero de sonido de Londres. Ahora toca la guitarra. Al contrabajo est¨¢ ella, Ingrid, que machacaba la bater¨ªa con las pioneras del post-punk de los ochenta, The Raincoats, donde, por cierto, toc¨® la espa?ola Paloma Romero, alias Palmolive.
Lewis vuelve a sacar a pasear su rebeld¨ªa para dejar las cosas claras: "Mis padres no son como un poder en la sombra, no son los que mandan. Estamos todos juntos en esto. Ellos son dos miembros m¨¢s de la banda y no nos dicen lo que tenemos que tocar". Eso s¨ª, en casa todav¨ªa se respeta la jerarqu¨ªa. Nadie toca m¨²sica ni hace entrevistas hasta que Kitty termina los deberes.
Grandes preguntas
- ?Qui¨¦nes son? No les falta detalle. Kitty, de 15 a?os, Daisy, de 20, y Lewis, de 18, parecen sacados de los a?os cincuenta. Gomina, trajes y faldas ajustadas para hacer m¨²sica pionera con encanto.
- ?De d¨®nde vienen? Desde el norte de Londres, publicaron su primer single en 2005, cuando ninguno era mayor de edad. Ahora sacan disco y editan sus singles en 10 pulgadas, la locura de los coleccionistas.
- ?Ad¨®nde van? Con la ayuda de sus padres, m¨²sicos m¨¢s o menos retirados, cargan las tintas contra el MP3 y se han cansado de los CD. Pr¨®xima parada, Barcelona en 2009, todav¨ªa sin fecha por confirmar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.