Marcha atr¨¢s en la ordenanza que limitaba los locales de prostituci¨®n

Rectificaci¨®n en toda regla de la ordenanza que limitaba las licencias de locales donde se ejerce la prostituci¨®n. El Ayuntamiento de Barcelona ha dado marcha atr¨¢s a una normativa que impon¨ªa severos l¨ªmites a los locales donde se ejerce la prostituci¨®n en la ciudad. Esa norma se aprob¨® en diciembre de 2003 como consecuencia de un decreto de la Generalitat de un a?o antes para regular la prostituci¨®n en locales.

La ordenanza municipal prohib¨ªa esas instalaciones si estaban en edificios de viviendas o colindantes con ellos, si estaban a menos de 200 metros de otros locales del mismo tipo o si a la misma distancia hubiera escuelas, entre otros usos protegidos. Son unas condiciones que incumplen la gran mayor¨ªa de los aproximadamente 300 locales que bajo un amplio abanico de ep¨ªgrafes -desde bares musicales, saunas y sex shops- esconden la actividad de prostituci¨®n. Aquella ordenanza establec¨ªa un periodo de adaptaci¨®n de cuatro a?os, que expir¨® el a?o pasado. Como no ve¨ªa c¨®mo salir del atolladero, el Consistorio opt¨® por prorrogar un a?o m¨¢s la aplicaci¨®n de la ordenanza. El plazo expiraba el pr¨®ximo mes de enero. Durante los cinco a?os que han transcurrido, los empresarios del sector y los colectivos que trabajan con las prostitutas han mantenido la misma cr¨ªtica: se trataba de una norma que no se pod¨ªa cumplir y que abocaba al cierre de la gran mayor¨ªa de esos locales.

En Barcelona existen unos 300 locales donde se ejerce la prostituci¨®n

Como muestra, un bot¨®n. De los aproximadamente 300 locales, unos 60 iniciaron los tr¨¢mites para obtener la licencia de la actividad que realmente desarrollaban y s¨®lo 25 cumpl¨ªan los requisitos, explicaron ayer t¨¦cnicos municipales. La otra derivada de ello era la que m¨¢s alarmaba a las mujeres afectadas -miles-: ejercer en la calle o en pisos.

"Este a?o hemos mantenido contactos con las empresas del sector y tambi¨¦n hemos tenido en cuenta lo que nos dec¨ªan las entidades cercanas a las mujeres y las indicaciones de la S¨ªndic de Greuges municipal. Al final, creemos que la opci¨®n mejor es modificar la ordenanza porque el impacto de su aplicaci¨®n iba a ser muy negativo", concret¨® ayer el concejal de Urbanismo, Ramon Garc¨ªa-Bragado. O sea, que el remedio iba a ser peor que la enfermedad.

As¨ª las cosas, el Consistorio impulsa ahora una modificaci¨®n de aquella ordenanza de manera que los locales en los que se ejerza la prostituci¨®n puedan obtener esa licencia si cumplen una serie de condiciones. B¨¢sicamente que los reservados tengan un m¨ªnimo de superficie, condiciones higi¨¦nicas, ventilaci¨®n e insonorizaci¨®n. La parte m¨¢s restrictiva de la ordenanza -la que impone un m¨ªnimo de 200 metros de distancia y la no contig¨¹idad con viviendas- s¨®lo se impondr¨¢ a los nuevos locales que se pretendan abrir. Es decir, se trata de facilitar la regularizaci¨®n de los locales que ya existen si se ponen al d¨ªa. Algo que se controlar¨¢, seg¨²n dijo Garc¨ªa-Bragado, por medio de inspecciones. La petici¨®n de licencias de locales de prostituci¨®n tendr¨¢ un plazo de seis meses de tramitaci¨®n y otros seis m¨¢s para adecuar los espacios. Todo ello una vez que se apruebe la modificaci¨®n de la ordenanza que ahora se facilitar¨¢ a los partidos y a las entidades y empresarios del sector.

La Asociaci¨®n de Empresarios de Locales de Alterne no quiso lanzar las campanas al vuelo ante la rectificaci¨®n del Consistorio: "Estudiaremos la propuesta y presentaremos las alegaciones que creamos. Aunque parece que la actual postura es m¨¢s realista y posibilista", afirm¨® ayer un representante de empresarios del sector.

Y con parecida prudencia reaccionaron ayer algunas entidades que representan al colectivo de prostitutas: "Esperaremos a ver el texto. De momento, parece que se rectifica porque era una ordenanza incumplible. Habr¨¢ que ver los locales que se pueden adaptar a las condiciones pero, de salida, parece que se corrige algo que iba a causar un problema grave porque forzaba a las mujeres a ejercer en la calle o en pisos", apuntaba Clarisa Velocci.