Perfecci¨®n visual
La excusa de un ataque alien¨ªgena permite a Crytek mostrar todo el potencial de su tecnolog¨ªa gr¨¢fica
Existe una teor¨ªa que asegura que son los videojuegos los que impulsan la industria inform¨¢tica. Debido a sus exigencias en potencia de proceso y en c¨¢lculo matem¨¢tico para la representaci¨®n de gigantescos mundos virtuales, los fabricantes de microprocesadores, memorias y chips gr¨¢ficos est¨¢n en una carrera continua para mejorar sus productos y la experiencia l¨²dica.
Durante unos a?os eran los simuladores de vuelo los principales responsables de esta evoluci¨®n. El ordenador que pod¨ªa correr Flight Simulator era el tope de gama. Hasta que en 2004 un desconocido grupo llamado Crytek, cuyos programadores provienen principalmente de la Europa del Este, lanzaron Far Cry, un t¨ªtulo de acci¨®n en primera persona que transcurr¨ªa en una isla. El motor gr¨¢fico desarrollado era capaz de mostrar unos escenarios fotorrealistas sin parang¨®n en la ¨¦poca, pero hac¨ªa falta una m¨¢quina de 1.500 euros para moverlo con fluidez con todas las opciones activas.
'Crysis Warhead'
Desarrolla: Crytek Studios
Distribuye: Electronic Arts
Plataforma: Windows
G¨¦nero: Acci¨®n
Edad: +16
Precio: 29 euros
Sitio: crysiswarhead.ea.com
Nota de 1 a 5: 5
Crysis Warhead es una derivaci¨®n de Crysis (2007), que volvi¨® a ser una referencia en cuanto a aspecto gr¨¢fico de ¨²ltima generaci¨®n. Warhead abre la posibilidad de conocer los hechos sucedidos en la isla vistos desde el otro extremo y con un acercamiento a la acci¨®n distinto del t¨ªtulo anterior.
Si en Crysis hab¨ªa que procurar pasar inadvertido, usando t¨¦cnicas de infiltraci¨®n, armas silenciosas o rifles de francotirador, en Warhead las misiones nos piden todo lo contrario. Hay que entrar haciendo ruido. As¨ª no es de extra?ar que un objetivo consista en lanzar un veh¨ªculo hasta un polvor¨ªn y hacerlo estallar. Lo divertido es que nada va sobre ra¨ªles. La simulaci¨®n de la f¨ªsica es la que dirige los movimientos de los objetos inanimados y la que origina explosiones por simpat¨ªa o que la metralla que sale despedida cause estragos.
El argumento no es un alarde de imaginaci¨®n. Ha ca¨ªdo un meteorito en una isla en aguas tropicales. Estados Unidos y Corea del Norte se enzarzan en una carrera por hacerse con el objeto. Del meteorito empiezan a salir alien¨ªgenas para invadir la Tierra. El sargento Psycho Sykes, el protagonista al que se controlar¨¢, es conocido por su irreverencia hacia los mandos superiores y por su capacidad innata de crear el caos all¨ª por donde pasa.
El entorno donde se desarrolla la acci¨®n es veros¨ªmil. Existen ciclos d¨ªa-noche, en los que el juego de luces a trav¨¦s del follaje es hipnotizante. La frondosa jungla est¨¢ viva en los aspectos vegetal y animal. Los ¨¢rboles se mecen con el viento y las aves revolotean y dan m¨¢s de un susto. El motor gr¨¢fico representa el agua con reflejos, salpicaduras y cierta viscosidad que lo empapa todo.
La mayor¨ªa de la acci¨®n transcurre con un desarrollo libre. Como si fuera un problema de matem¨¢ticas, se da una informaci¨®n sobre los objetivos y los posibles enemigos, pero a partir de ah¨ª depende del jugador el enfoque que le quiera dar para solucionar el reto. Puede hacer un acercamiento sigiloso o en tropel. El nanotraje que equipa a Sykes estimula esta ¨²ltima opci¨®n, ya que adem¨¢s de soportar un gran n¨²mero de impactos de bala, proporciona camuflaje visual, mayor velocidad y fuerza arrolladora.
A lo largo de la historia habr¨¢ que mostrarse diestro con la conducci¨®n de distintos veh¨ªculos, entre los que se incluyen tanques, para conseguir los objetivos. Esta ¨²ltima entrega presenta a unos enemigos algo m¨¢s inteligentes, capaces de cubrirse entre s¨ª y de organizar peque?os grupos para atacar conjuntamente.
El modo Crysis Wars, abre la puerta a las partidas multitudinarias a trav¨¦s de Internet. Hasta 32 personas pueden formar equipos o pelear cada cual por su cuenta en este incre¨ªble escenario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.