Por buen camino

Parece que por fin se va a alcanzar un acuerdo general sobre el modelo de financiaci¨®n del Estado auton¨®mico, es decir, tanto de la financiaci¨®n del Estado como de las comunidades aut¨®nomas que lo integran. El modelo tiene todav¨ªa que pasar por la fase de ser puesto por escrito, a fin de que pueda ser remitido al Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, integrado por los ministros de Econom¨ªa y Hacienda y de Administraciones P¨²blicas y por los consejeros de Econom¨ªa y Hacienda de las distintas comunidades aut¨®nomas, y aprobado por dicho ¨®rgano. Una vez aprobado, tendr¨¢ que ser remitido a las Cortes Generales a fin de que aprueben la correspondiente reforma de la Ley Org¨¢nica de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas. Queda, pues, todav¨ªa camino por recorrer y en un terreno tan resbaladizo como ¨¦ste no se pueden descartar por completo sorpresas de ¨²ltima hora. Pero por el camino recorrido y por la forma en que ha sido recorrido, no parece probable que se produzcan.

Como en casi todo lo relativo a la construcci¨®n del Estado Auton¨®mico, tambi¨¦n en este momento tan dif¨ªcil de la definici¨®n de la financiaci¨®n tras las reformas de los estatutos de autonom¨ªa, los espa?oles deber¨ªamos estar agradecidos a Catalu?a, porque sin su impulso no hubiera sido posible llegar a este nuevo acuerdo, que, como estamos viendo por la reacci¨®n de todos los presidentes de comunidades aut¨®nomas tras su reuni¨®n con el presidente del Gobierno, es un acuerdo satisfactorio, que mejora de manera clara e inequ¨ªvoca la financiaci¨®n de todas las comunidades. Despu¨¦s de los ataques que han recibido las fuerzas pol¨ªticas catalanas, no s¨®lo las tres que constituyen el Gobierno de la Generalitat, sino tambi¨¦n las que, como CiU, est¨¢n fuera del mismo, creo que ser¨ªa bueno que se reconociera que del trabajo hecho en Catalu?a nos vamos a beneficiar todos. Pienso tambi¨¦n que en el debate pol¨ªtico futuro que necesariamente tendr¨¢ que abrirse cuando tenga que revisarse el modelo que se va a aprobar, ser¨ªa bueno que no se perdiera de vista lo que hemos vivido en estos ¨²ltimos a?os y que no se repitieran insultos como los que se han producido.

Por lo dem¨¢s, ¨¦ste es un asunto que tiene que ser pactado no entre partidos, sino entre gobiernos, entre el Gobierno de la naci¨®n y los gobiernos de las comunidades aut¨®nomas. El pacto de reforma estatutaria s¨ª debe ser un pacto entre partidos. En realidad todos los pactos de reforma, excepto el catal¨¢n, han sido pactos entre partidos. Pero el pacto de reforma del modelo de financiaci¨®n no puede ser un pacto de partidos, sino que tiene que ser un pacto de gobiernos, pues aqu¨ª no se trata de fijar las reglas generales de la convivencia, sino de cuadrar las cuentas que permitan a los distintos Gobiernos, estatal y auton¨®micos, realizar las tareas que tienen cada uno encomendadas de acuerdo con el modelo constitucional de distribuci¨®n territorial del poder. Esperanza Aguirre es presidenta de todos los madrile?os, no s¨®lo de los que la han votado, de la misma manera que Manuel Chaves lo es de todos los andaluces. Todos tienen que ser tomados en consideraci¨®n a la hora de pactar la financiaci¨®n. Eso no pueden hacerlo Mariano Rajoy y Crist¨®bal Montoro.

Comprendo que para un partido de gobierno que est¨¢ en la oposici¨®n resulte frustrante no ser una pieza clave en la definici¨®n de algo tan importante como es el modelo de financiaci¨®n, pero las cosas son como son y no como nos gustar¨ªa que fueran. En 1996 y 2001 ocurri¨® a la inversa. Y de una manera mucho m¨¢s autoritaria, como recordamos muy bien en Andaluc¨ªa. Y como recordar¨¢n sin duda, Mariano Rajoy, Javier Arenas y Crist¨®bal Montoro, por un lado, y Manuel Chaves y Magdalena ?lvarez, por otro.