La investigaci¨®n sobre el asesinato de Bhutto est¨¢ encallada un a?o despu¨¦s
Decenas de miles de personas recuerdan a la ex primera ministra paquistan¨ª
El lugar en el que hace un a?o fue asesinada la ex primera ministra paquistan¨ª Benazir Bhutto est¨¢ colmado por decenas de carteles con su imagen y velas y flores a su alrededor. Varios puestos venden sus fotograf¨ªas, algunas de ellas con un halo pintado alrededor de su cabeza cubierta con pa?uelo, haci¨¦ndola parecer una Virgen. "Para la gente es una santa", dice un vendedor en este lugar en Rawalpindi, la ciudad colindante con Islamabad donde est¨¢ el cuartel general del Ej¨¦rcito. Ayer, la v¨ªspera del aniversario del magnicidio, decenas de miles de personas comenzaron a congregarse para recordar a la ex primera ministra asesinada a los 54 a?os.
Bhutto, que era presidenta del Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP) y ex primera ministra del pa¨ªs en dos periodos, se ha convertido en una m¨¢rtir. "Muri¨® por su valent¨ªa y su inter¨¦s en traernos la democracia", asegura Enam Khattak, un l¨ªder de las juventudes del partido. Como ¨¦l, mucha gente, y en especial sus seguidores, han perdido la esperanza. "Pakist¨¢n ya nunca ser¨¢ estable. Con Bhutto han matado toda posibilidad de unidad", dice Khattak. De las acusaciones de corrupci¨®n que pesaban sobre ella hace o¨ªdos sordos y asegura que todos los otros pol¨ªticos tambi¨¦n las tienen.
"Esperamos una investigaci¨®n internacional", dice un portavoz oficial
La ex primera ministra se ha convertido en una m¨¢rtir
El improvisado altar a Benazir Bhutto est¨¢ justo fuera del parque Liaquat Bagh, donde realiz¨® el que fuera su ¨²ltimo mitin electoral, hoy hace un a?o, cuando un atentado suicida acab¨® con su vida y la de otras 20 personas. A la salida de ese parque se encuentra el camino a Murre, una de las principales avenidas de esta ciudad. Ahora ya no se llama as¨ª: ha sido renombrado en honor a la primera ministra, al igual que el principal hospital de Rawalpindi y el aeropuerto de Islamabad. Desde anoche, circula una nueva moneda de 10 rupias (0.09 euros) con la imagen de Bhutto junto a la leyenda: "Hija del Este, m¨¢rtir Benazir Bhutto".
Pero la investigaci¨®n sobre el atentado sigue encallada. Ni siquiera la ONU ha aclarado si establecer¨¢ una comisi¨®n especial, mientras el Gobierno tiene detenida toda pesquisa alegando que la ha transferido a esa organizaci¨®n. "Estamos desesperados esperando saber si habr¨¢ una investigaci¨®n internacional", explica el encargado del Ministerio de Interior, Rehman Malik.
"Era una excelente l¨ªder", asegura Malik, mientras se?ala al retrato de Bhutto colgado detr¨¢s de su escritorio. Y dice que el Gobierno tiene indicios sobre qui¨¦n la mand¨® asesinar, pero, agrega, "es preferible no comentar hasta que no se haga una correcta investigaci¨®n". Scotland Yard intervino tras el magnicidio, pero para saber c¨®mo muri¨® y no qui¨¦n la mat¨®. Los agentes brit¨¢nicos no pudieron examinar el cuerpo, ni tuvieron pistas forenses, porque a las pocas horas el escenario del crimen y el coche en que iba Bhutto hab¨ªa sido limpiado.
As¨ª, un a?o despu¨¦s, lo ¨²nico que hay son preguntas. Entre los principales sospechosos est¨¢n militantes islamistas paquistan¨ªes y extranjeros. Musharraf culp¨® a Baitullah Mehsud, un l¨ªder tribal del ¨¢rea fronteriza con Afganist¨¢n al que se relaciona con Al Qaeda. Otros cinco j¨®venes que ayudaron a los asesinos materiales est¨¢n en la c¨¢rcel.
Pero tambi¨¦n hay sospechas de que algunas personas en el ISI -los servicios secretos paquistan¨ªes, con nexos hist¨®ricos con los islamistas-, podr¨ªan estar involucrados. La misma Bhutto se?al¨® antes de morir a gente que era parte del Gobierno de Musharraf y advirti¨® que ser¨ªa responsabilidad del general si algo le pasaba. Ya hab¨ªa salido viva de un atentado dos meses antes. Casi nadie cree que Musharraf pudiera estar involucrado directamente, pero muchos creen que podr¨ªa ser obra de alg¨²n militar o que es en parte culpable por no brindarle suficiente protecci¨®n.
Pero Musharraf ya no est¨¢ en el poder y el partido de Bhutto (PPP) lleva nueve meses en el Gobierno sin hacer gran cosa para aclarar la muerte. "Es ir¨®nico que su propio partido no est¨¦ haciendo nada", dice Rasul Baksh Rais, reconocido columnista y profesor de Ciencias Pol¨ªticas en Lahore. "El Gobierno est¨¢ perdiendo mucha credibilidad y la gente ha empezado a crear muchas teor¨ªas conspiratorias", agrega. Una de ellas es que s¨ª se conoce qui¨¦n la mat¨®, pero que no se tiene la capacidad de ir tras los asesinos.
"El Gobierno no ha hecho nada para aclarar el magnicidio. Lo que s¨ª ha hecho es aprovechar su muerte como capital pol¨ªtico", dice Tariq Azim, ministro de Informaci¨®n con Musharraf y ahora senador. "Ya tienen a su m¨¢rtir, ahora poco les interesa saber: pusieron la pelota en manos de la ONU porque saben que todo lo que va ah¨ª se queda enterrado durante a?os".
"Es una desgracia no tener un buen l¨ªder justo cuando Pakist¨¢n sufre una sus peores ¨¦pocas", asegura por su parte Zahid Hussain, escritor y analista pol¨ªtico. El extremismo islamista ataca constantemente, la econom¨ªa est¨¢ en quiebra y las tensiones con India han aumentado tras los atentados de Bombay. "Aunque no se puede decir que Bhutto resolver¨ªa todos los problemas, ser¨ªa mejor l¨ªder. Al menos ten¨ªa credibilidad", dice Hussain.
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