Esposa a los ocho a?os
La ni?a tiene ocho a?os y nadie se lo ha dicho, pero est¨¢ casada contractualmente con un hombre de 58. Esa monstruosidad ha ocurrido en Arabia Saud¨ª, donde las mujeres no est¨¢n autorizadas a conducir y viven, en general, en situaci¨®n de pavorosa indefensi¨®n jur¨ªdica.
El padre ha firmado el contrato de matrimonio de su hijita con un var¨®n que es incluso m¨¢s mayor que ¨¦l, a cambio de una dote de 30.000 riales, 6.000 euros, porque pasa por dificultades econ¨®micas.
La madre de la ni?a, separada del desnaturalizado vendedor de criaturas, present¨® de inmediato una demanda de divorcio, pero el juez, administrador de la sharia, o ley isl¨¢mica, ha rechazado la petici¨®n por considerar que no est¨¢ capacitada para formularla, y que ¨²nicamente la ni?a, cuando llegue a la pubertad -edad indeterminada- est¨¢ facultada para hacerlo.
La infantil esposa vive con su madre y es posible que no llegue a comsumarse el matrimonio, pero nadie puede garantizar nada, como tampoco est¨¢ nunca claro a qu¨¦ atenerse en estas cuestiones del derecho de familia isl¨¢mico, que en la versi¨®n wahab¨ª de Arabia es particularmente -dicen- rigorista, aunque mejor habr¨ªa que decir inhumano.
El abogado de la madre apelar¨¢, pero ¨¦l mismo confiesa que el juez tiene un margen de actuaci¨®n no codificado, con lo que en esos tribunales gana el que gana y pierde el que pierde, sin que se sepa a menudo por qu¨¦.
Y, tranquilos, porque podemos seguir rechazando la visi¨®n euroc¨¦ntrica de las cosas, si recalcamos que esto no puede ser una cuesti¨®n de usos y costumbres, sino que nos hallamos ante un caso palmario de violaci¨®n de los m¨¢s elementales derechos humanos. Aqu¨ª, en Arabia o entre Pinto y Valdemoro, casar a una ni?a, aunque de momento no se la obligue a consumar, es una salvajada que no tiene nombre.
En ese aparente caos jur¨ªdico en el que vive el pa¨ªs -que no es norma para el resto del mundo isl¨¢mico- no dejan, sin embargo, de darse brotes de racionalidad. El Gran Muft¨ª -alt¨ªsimo cl¨¦rigo- Abdul Aziz al Sheik ha denunciado el matrimonio imp¨²ber como contrario al verdadero Islam.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.