Hollywood se va al otro extremo
Ah¨ª abajo tienes el Hollywood que Dios quiso crear. Una comunidad dedicada al cine como Dios manda, cuya ¨²nica meta es hacer pel¨ªculas bien hechas", pontifica el director Guillermo del Toro. Este mexicano tiene poco de cat¨®lico practicante y mucho de gran cineasta y tambi¨¦n de exagerado. De ah¨ª el grado superlativo en el que se torna su amor por la industria cinematogr¨¢fica que se ha encontrado "ah¨ª abajo", como llaman a esa parte del hemisferio sur donde Del Toro rueda The Hobbit. Su base de operaciones es Nueva Zelanda, pero en la geograf¨ªa de Hollywood el t¨¦rmino se usa de una manera m¨¢s amplia para hablar de Australia. Y exagerado o no, son muchos los que coinciden con que "ah¨ª abajo" est¨¢ la cuna del nuevo Hollywood. "No s¨¦ lo que les ponen en el agua", bromea Woody Allen, "porque es asombroso la cantidad de grandes actores que salen de Australia. Cate Blanchett, tal vez la mejor actriz del mundo en estos momentos. Hugh Jackman, Judy Davis, Radha Mitchell... ".
Para unos, Australia es el agua, y para otros, como Bryan Singer, que rod¨® en Sidney El regreso de Superman, es la luz: "Kenya y Australia tienen las mejores puestas de sol el mundo". Y tambi¨¦n la calidad de sus profesionales, ese nuevo tipo de galanes que van de Mel Gibson a Sam Worthington, pasando por Heath Ledger, o, por qu¨¦ no, "los incentivos p¨²blicos m¨¢s generosos del mundo", tal como afirma la revista Variety.
En cualquier caso, la industria australiana del cine florece como nunca. Es un nuevo Hollywood que todos los a?os incluye alg¨²n australiano en la lista de los candidatos al Oscar, desde Nicole Kidman, Cate Blanchett o Naomi Watts hasta Geoffrey Rush o Russell Crowe. Una f¨¢brica de sue?os en la que se han rodado La Guerra de las Galaxias, Matrix o Misi¨®n: Imposible, y otros escritos, dirigidos, protagonizados y concebidos en Australia, como es el caso de la ¨²ltima producci¨®n de Baz Luhrmann, Australia, la producci¨®n australiana m¨¢s ambiciosa -130 millones de d¨®lares para un filme rodado en 53 escenarios.
"Para el gran p¨²blico, Australia sigue siendo esa tierra amorfa que est¨¢ en los confines del mundo", dice Baz Luhrmann, el director australiano de El amor est¨¢ en el aire, Romeo y Julieta y Moulin Rouge. "?ste es un pa¨ªs con una poblaci¨®n peque?a en proporci¨®n a su tama?o pero que est¨¢ ahora en ese momento en el que es capaz de hacer Lo que el viento se llev¨®. Vivimos un momento peculiar en el que un pu?ado de actores australianos es reconocido en todo el mundo. ?se es el esp¨ªritu que ha permitido el crecimiento de la industria del cine en Australia. Esp¨ªritu de aventura", concluye.
Todo es estelar en Australia, la producci¨®n australiana m¨¢s ambiciosa -130 millones de d¨®lares para un filme rodado en 53 escenarios-, interpretada por Nicole Kidman y Hugh Jackman. "No siempre disfruta uno de alguien de este calibre dirigiendo, creando im¨¢genes que son como cuadros que puedes sentir mientras est¨¢s rodando", comenta Kidman. "Todo el continente fue mi lienzo", responde Luhrmann. Jackman se dej¨® tambi¨¦n llevar por esta emoci¨®n: "Tanto en el cine como en el teatro, uno se da por contento con sentir de vez en cuando esa magia que te eriza los pelos de la nuca. Con Baz Luhrmann no hubo d¨ªa en el que no sintiera ese momento", afirma el actor.
En Sidney se ha rodado otra de las pel¨ªculas m¨¢s esperadas de la temporada, X Men Origins: Wolverine. La cuarta entrega de la saga de los X Men es cien por cien "made in Australia", con Jackman como productor y protagonista. "Fue una oportunidad ¨²nica", asegura el actor, que fiel al esp¨ªritu australiano es un buscador nato. "Soy de los que odia esperar a que suene el tel¨¦fono. Coloca al actor en una posici¨®n de v¨ªctima. Por eso nada m¨¢s terminar la carrera de arte dram¨¢tico decid¨ª montar un grupo de teatro y ahora cuento tambi¨¦n con mi propia productora. En esta industria hay que ser emprendedor", resume. De ah¨ª que cuando la idea de rodar Wolverine, un "spin-off" del personaje m¨¢s popular de los X-Men al que Jackman dio vida en las tres entregas anteriores, cuaj¨®, el int¨¦rprete australiano no dud¨® en llevarse el rodaje a su pa¨ªs. "Como australiano siento que debo comprometerme para traer trabajo aqu¨ª y abrir as¨ª nuestra industria al mercado global".
Los australianos llevan esperando este momento a?os. "Tuvimos una industria cinematogr¨¢fica en la d¨¦cada de los veinte, pero con la llegada del cine sonoro, se acab¨®", recuerda Peter Weir, el director de El a?o que vivimos peligrosamente o El Club de los poetas muertos, y padre de lo que en la d¨¦cada de los setenta se llam¨® el renacimiento del cine australiano, un periodo de calidad innegable pero de comercialidad escasa que llev¨® a Weir de vuelta a Hollywood. "Dej¨¦ el pa¨ªs cuando me di cuenta que no quer¨ªa estar a merced de la industria de la televisi¨®n australiana", resume otro de los exilados australianos, el actor Eric Bana.
"Yo abr¨ª el camino a golpe de machete", suele bromear Mel Gibson, el pionero entre las estrellas que llegaron desde Hollywood a la bah¨ªa de Sidney. Rob Marsala, presidente de la organizaci¨®n Australianos en el Cine, con sede en Los ?ngeles, afirma que por cada uno que triunfa "otros 50 vuelven a casa con los sue?os rotos". Eso mismo afirma Jesse Spencer, el doctor Robert Chase de la serie House, "los actores tienden a ir donde est¨¢ el dinero. Somos ambiciosos, emprendedores y queremos triunfar. Y Australia todav¨ªa es un lugar remoto y desconocido para el resto del mundo".
Junto al talento, la nostalgia es uno de los elementos que aglutina a las estrellas del cine australianas. Nicole Kidman es un ejemplo, pero no es la ¨²nica. Cate Blanchett ha regresado a Australia como directora art¨ªstica de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro de Sidney. Russell Crowe posee un rancho y ganader¨ªa en el continente australiano, y es all¨ª donde quiere criar a su hijo. "En Australia trabajo mucho aunque no todo son pel¨ªculas. Participo en videoclips y documentales", asegura el actor de Gladiator que est¨¢ preparando un nuevo rodaje en Australia.
Sobre lo que no parece haber duda es que la revoluci¨®n australiana est¨¢ muy lejos de haber concluido. Sam Worthington, el nuevo Terminator en la versi¨®n de McG, o Mia Wasikowska, la joven int¨¦rprete de la serie En terapia, son dos de las nuevas estrellas emergentes de "ah¨ª abajo". Una efervescencia contagiosa a juzgar por la campa?a publicitaria que la Oficina Australiana de Turismo ha puesto en marcha para invitar al p¨²blico a ver no s¨®lo Australia sino el continente que lleva su nombre, la nueva f¨¢brica de sue?os de este milenio.
'Australia' se ha estrenado esta semana en Espa?a.
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