El principio de una larga guerra
La ofensiva supone un desaf¨ªo a la pr¨®xima Administraci¨®n de EE UU - El bombardeo se produce en v¨ªsperas electorales en Israel
Israel se prepara para una larga campa?a militar que podr¨ªa resultar en una larga lista de v¨ªctimas civiles dentro y fuera de la franja de Gaza. "No ser¨¢ f¨¢cil y no ser¨¢ breve", anunci¨® ayer el titular de Defensa israel¨ª, Ehud Barak. "Hay un tiempo para la calma y un tiempo para el combate y ahora ha llegado el momento del combate", a?adi¨®. Con esta campa?a Israel pretende acabar con el poder¨ªo en Gaza de Ham¨¢s, el movimiento islamista que en junio de 2007 se hizo con el control de la franja de Gaza. Esta misma semana, la ministra de Exteriores israel¨ª, Tzipi Livni dejo claro que el objetivo ¨²ltimo es derrocar a Ham¨¢s. "Israel debe derribar a Ham¨¢s, y un Gobierno bajo mi direcci¨®n lo har¨¢", sentenci¨® Livni, l¨ªder de Kadima y aspirante al cargo de primer ministro.
Egipto teme que aumente la presi¨®n islamista sobre su frontera
La enemistad de Israel con Ham¨¢s no es nueva. El movimiento islamista, a diferencia de Fatah, al frente de la Autoridad palestina en Cisjordania, combate la ocupaci¨®n israel¨ª por la fuerza, y no participa de las conversaciones de paz que palestinos e israel¨ªes han mantenido en el ¨²ltimo a?o auspiciadas por Estados Unidos. Pero s¨ª es nuevo el fin de la tregua, que hace una semana acab¨® con seis meses de relativa calma. Desde entonces no han dejado de llover los cohetes palestinos sobre territorio israel¨ª, mientras el Ej¨¦rcito ha llevado a cabo operaciones puntuales. Pero sobre todo es nueva la presencia de una cita electoral en el horizonte pol¨ªtico israel¨ª. Los ciudadanos israel¨ªes deber¨¢n acudir a las urnas el pr¨®ximo 10 de febrero para elegir a un nuevo primer ministro, que reemplace a Ehud Olmert, derribado por una ristra de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n.
Los sondeos de opini¨®n publicados esta misma semana hablan casi de un empate entre Livni, la candidata de Kadima y el derechista de Likud, Benjam¨ªn Netanyahu en la oposici¨®n. En medio de un ambiente de precampa?a a cara de perro han ido cayendo los cohetes palestinos. Y a medida que los artefactos impactaban en las poblaciones del sur de Israel, los pol¨ªticos han competido por ver qui¨¦n lanzaba amenazas m¨¢s duras, ¨¢vidos de ganarse el apoyo de un electorado que en los ¨²ltimos d¨ªas se ha escorado en favor de los partidos de la ultraderecha.
La escalada verbal termin¨® ayer con el mayor bombardeo a la franja de los ¨²ltimos a?os. Y lanz¨® de paso un claro mensaje a la Casa Blanca, preparada para recibir a su nuevo inquilino, Barak Obama. Un mensaje de hechos consumados procedente de un pa¨ªs que durante la campa?a electoral estadounidense dijo preferir al candidato republicano y que teme que Obama muestre una mayor comprensi¨®n hacia los palestinos que sus predecesores.
Tensa adem¨¢s la ofensiva de ayer la cuerda que une a Israel con Egipto; un pa¨ªs con el que firm¨® la paz en 1979, pero cuya poblaci¨®n presiona para que el estado hebreo levante el cerco a la franja. El Cairo teme que un nuevo ciclo de violencia incremente la presi¨®n sobre sus fronteras como ya sucediera a principios de a?o. Pero teme sobre todo, que el cuanto peor mejor refuerce la popularidad de los todopoderosos Hermanos Musulmanes egipcios, en los que se inspira Ham¨¢s. Por eso, Egipto se ha declarado de nuevo dispuesto a mediar entre Israel y Ham¨¢s. "Egipto continuar¨¢ sus contactos para preparar una atm¨®sfera que conduzca al reestablecimiento de un periodo de calma", dijo ayer el presidente egipcio Hosni Mubarak. Sus deseos de mediaci¨®n tienen de momento pocos visos de prosperar. Anoche, prosegu¨ªan los bombardeos en Gaza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.