El futuro no es lo que era
El sector energ¨¦tico intenta cerrar operaciones pendientes en plena crisis
Las costuras del sector de la energ¨ªa, las mismas que estallaron en 2007, siguen abiertas. Desde el punto de vista empresarial y desde el punto de vista regulatorio. Endesa,
Uni¨®n Fenosa, Gas Natural, Repsol YPF,
Iberdrola..., todas las empresas energ¨¦ticas tienen cuestiones pendientes que resolver tras -o por, seg¨²n los casos- un a?o marcado por la crisis.
En Endesa, Acciona (25%) y Enel (67%) tantean la posibilidad de llegar a un acuerdo que dejar¨ªa a los italianos las manos libres en la el¨¦ctrica; Gas Natural ultima la absorci¨®n de Uni¨®n Fenosa tras el acuerdo que alcanz¨® en julio con el propietario,
ACS (45,3%). Iberdrola, por su parte, mira con lupa todos los movimientos. Especialmente aquellos que benefician a su primer accionista, el grupo ACS de Florentino P¨¦rez. Y en Repsol YPF se mantiene la ilusi¨®n de un milagro: que un inversor serio, preferiblemente con dinero, compre a buen precio el 20% que el grupo Sacyr ha puesto a la venta.
Rusia deja correr la liebre de su inter¨¦s por Repsol YPF. Nada ha avanzado
Por las costuras del sector se ve el dinero. La operaci¨®n de Gas Natural sobre Fenosa asciende a 17.000 millones de euros; Acciona no est¨¢ dispuesta a vender su 25% de Endesa a los italianos por menos de 11.000 millones (lo que estipula el put que vence en marzo de 2010) y Sacyr aspira a salir de Repsol, si se dan las circunstancias, con al menos los 6.500 millones que invirti¨®. Total: en torno a 34.000 millones de euros. Es el valor en Bolsa de un gran banco como el BBVA.
Italianos (Enel), rusos (Gazprom primero, Lukoil despu¨¦s), grupos constructores (Acciona, ACS, Sacyr) y ejecutivos en defensa de su lugar al sol, como Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n (Iberdrola), Antonio Brufau (Repsol YPF) o Rafael Miranda (consejero delegado de Endesa), se han mezclado desde mitad de a?o en una ensalada de rumores, a menudo interesados, que no han acabado en nada concreto hasta la fecha.
Y es que el a?o, desde el punto de vista de las certezas, empez¨® mal. En enero, el fantasma de
EDF creci¨® a base de rumores que apuntaban a una inminente operaci¨®n sobre Iberdrola. A partir de ah¨ª, con una Bolsa a la baja, todo fue un rodar especulativo. Los bancos que hab¨ªan financiado operaciones en el sector energ¨¦tico en los buenos tiempos, cuando los se?ores del ladrillo decidieron diversificar intereses, empezaron a hacer cuentas.
Con las acciones que hab¨ªan garantizado los pr¨¦stamos en ca¨ªda libre, las grandes entidades empezaron a apurar a sus prestatarios. Los bancos de inversi¨®n, los grandes bufetes y los especialistas en gesti¨®n de informaci¨®n delicada olieron enseguida la posibilidad de transformar las quinielas en el sector energ¨¦tico en sustanciosas minutas.
Como el movimiento se demuestra andando, de la intersecci¨®n de bancos acreedores, empresas ba?adas en deuda, crisis financiera y ca¨ªda burs¨¢til han surgido, al menos sobre el papel, nuevas posibilidades para agitar el sector.
Por el momento, las pugnas en las empresas energ¨¦ticas son s¨®lo para tomar posiciones. Es el caso de Endesa. Con dos consejos de administraci¨®n aplazados, Acciona y Enel tantean las posibilidades para un acuerdo. Enel, que carga con su propia cruz en forma de deuda multimillonaria (m¨¢s de 50.000 millones), busca dinero fresco con que contentar a su socio a la fuerza. El objetivo: que Acciona salga de la empresa.
La cuesti¨®n, para Enel, es peliaguda. El equipo de Entrecanales en Acciona quiere, en cash, al menos, un 80% de los 11.000 millones plasmados en el contrato de 2007. El grupo espa?ol no quiere como parte del pago activos nucleares, sociedades limitadas a una regi¨®n (antigua Fecsa en Catalu?a o Sevillana en Andaluc¨ªa), ni activos latinoamericanos. As¨ª las cosas, la empresa funciona con la inercia de los gigantes sin acusar en el d¨ªa a d¨ªa, aparentemente, las diferentes guerras que se libran en su seno.
En el ¨¢rea Gas Natural-Fenosa, las aguas discurren por los cauces previstos tras el acuerdo de compra del 45,3% de las acciones a ACS. El cierre de la operaci¨®n, OPA mediante, est¨¢ pendiente del dictamen de la Comisi¨®n Nacional de la Competencia (CNC). Si el organismo no impone condiciones imposibles, Gas Natural habr¨¢ conseguido, al fin, concretar su sue?o de entrar en el mercado el¨¦ctrico tras los intentos frustrados sobre Endesa e Iberdrola. Florentino P¨¦rez (ACS), por su parte, dispondr¨¢ de nueva munici¨®n con la que intentar reforzar su posici¨®n en Iberdrola, limitada ahora al 12,3% entre participaciones directas e indirectas.
Pero los movimientos m¨¢s interesantes, por los actores implicados son los que rodean a la petrolera Repsol YPF y a su principal accionista, Sacyr-Vallehermoso. En torno al verano, cuando la crisis comenzaba a arreciar, en Repsol YPF se empezaron a barajar soluciones para cubrir el flanco m¨¢s d¨¦bil de la compa?¨ªa. El objetivo: encontrar un sustituto al grupo Sacyr, ahogado por una deuda que amenazaba con hundir el grupo. Y el problema, que el dinero se hab¨ªa convertido ya en un bien escaso. En plena crisis financiera, los dispuestos a invertir escaseaban. De ah¨ª que cualquier soluci¨®n, que en otra ¨¦poca hubiera parecido ex¨®tica o improbable, apareciera como posible.
El viceprimer ministro ruso, de visita en Espa?a, fue el encargado de soltar una liebre que, desde entonces, no ha dejado de correr: los rusos podr¨ªan estar interesados en entrar en el mercado energ¨¦tico espa?ol. El alto cargo ruso, aparentemente, se equivoc¨® de candidato. Mencion¨® como posible comprador de hasta un 30% de Repsol YPF a la petrolera estatal rusa Gazprom. La hip¨®tesis -y la pol¨¦mica por la posible entrada en Espa?a de una compa?¨ªa directamente controlada por el Kremlin- s¨®lo dur¨® unos d¨ªas. Lo que tardaron los m¨¢s directamente interesados en que la liebre siguiera corriendo en presentar un candidato con mejores credenciales: la tambi¨¦n petrolera rusa, pero en este caso privada, Lukoil. A estas alturas, la liebre rusa sigue corriendo, aunque ya cansada. Las negociaciones para vender el 20% de Sacyr no han avanzado a la velocidad prevista. Todo est¨¢ en el aire. En cualquier caso, al sector energ¨¦tico le espera otro a?o intenso.
La pelota y la porcelana
La crisis financiera ha golpeado con una fuerza desconocida dogmas, teor¨ªas econ¨®micas y falsas seguridades. En el sector energ¨¦tico, donde la liberalizaci¨®n fue idea dominante, hasta el punto de hacer de Espa?a, junto con el Reino Unido, un s¨ªmbolo de apertura del mercado, la crisis ha obligado a revisar posiciones. Un ejemplo llamativo han sido los llamamientos del PP a intervenir en el mercado para cerrar el paso a los rusos de Lukoil en Repsol YPF. O las peticiones de sectores pol¨ªticos y sindicales a favor de la intervenci¨®n estatal en el sector energ¨¦tico.
Es como si alguien hubiera ca¨ªdo, de pronto, en la cuenta de que no conviene jugar a la pelota donde hay porcelana.
Ante la situaci¨®n del sector, el Gobierno socialista, aunque no sin trabajo, ha mantenido el discurso oficial tradicional: las negociaciones entre empresas privadas no competen al Ejecutivo. En la trastienda, el an¨¢lisis de los miembros del Ejecutivo era otro. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, no disimul¨® lo poco que le agradaba la posible entrada de la estatal Gazprom en Repsol YPF. Y el ministro de Industria, Miguel Sebasti¨¢n, no se mostr¨® entusiasta con la opci¨®n de Lukoil.
La pregunta que flota en el aire es qu¨¦ ha conseguido Espa?a con la apertura del mercado a la competencia. Una apertura que formalmente es total. A efectos pr¨¢cticos, no mucho. En el sector el¨¦ctrico, los protagonistas del negocio -aun con la entrada de la alemana E.ON- siguen siendo los mismos. Peque?os en comparaci¨®n con sus potenciales competidores europeos y expuestos a vaivenes indeseados. Para los consumidores, la apertura total es algo ignorado. Ni se nota en los precios, ni se nota tampoco en la calidad del servicio. -
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