Aute: cuatro d¨¦cadas tras la canci¨®n perfecta
'Memorable cuerpo' resume la vida art¨ªstica del m¨²sico
Hace 41 a?os, un pintor llamado Luis Eduardo Aute (Manila, 1943) grab¨® un disco empujado por mucha gente que no era ¨¦l. El ¨¦xito se le desplom¨® encima. Las versiones de Rosas en el mar y Aleluya n¨²mero 1 sonaron en medio mundo. Atemorizado ante el torbellino, el pintor se recogi¨® en su estudio caparaz¨®n y durante cinco a?os s¨®lo cant¨® para s¨ª mismo. Sigui¨® pintando, sigui¨® componiendo por diversi¨®n y, pasado el lustro, accedi¨® a grabar un segundo trabajo con la condici¨®n de que la discogr¨¢fica no le obligase a promocionarlo en entrevistas ni en conciertos.
Tard¨® otros 10 a?os en subirse por vez primera a un escenario. Ocurri¨® en Albacete, en un acto del sindicato CNT. De nuevo empujado por otros como Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo y Chicho S¨¢nchez Ferlosio. "Nunca me plante¨¦ escribir canciones, ni grabar, ni cantar, ni salir al escenario. Soy m¨¢s de estar entre bastidores", reviv¨ªa ayer frente a la chimenea de su casa madrile?a.
"Tengo la sensaci¨®n de que todav¨ªa no s¨¦ nada. Est¨¢ siendo un largo aprendizaje"
"Me parece tan falaz decir que no crees en nada como que crees en Dios"
El pintor que nunca pens¨® en cantar lleva enzarzado en la m¨²sica m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. Y no de cualquier manera. Logr¨® parar los relojes a las cuatro y diez, convertir una canci¨®n de amor (Al alba) en un himno contra la pena de muerte, extender Albanta -uno de sus discos- como nombre de ni?a, hacer poes¨ªa de una masturbaci¨®n, meter a Dios en las camas y al cine en las canciones. Y eso que s¨®lo pasaba por all¨ª, que lo suyo eran los lienzos. "No me hago a la idea, tengo la sensaci¨®n de que no han sido 41 a?os y de que todav¨ªa no s¨¦ nada. Est¨¢ siendo un largo aprendizaje. Escribir canciones es una cosa rara, una aventura personal que no se aprende en ning¨²n sitio".
Toma notas aqu¨ª y all¨¢. Un d¨ªa las ordena, otro las acompa?a con la guitarra. Y luego, sin que sepa c¨®mo, sale una canci¨®n. "No sabr¨ªa explicar c¨®mo se han hecho, pero tengo la sensaci¨®n de que ya exist¨ªan, que estaban escondidas en alg¨²n sitio". As¨ª ha creado casi 400. Una generosa selecci¨®n figura en Memorable cuerpo, una edici¨®n de lujo con siete discos, un doble DVD, un libro con canciones, fotos, pinturas y un dibujo firmado por el autor con el que su discogr¨¢fica festeja sus cuatro d¨¦cadas en la m¨²sica. Dif¨ªcil que algo as¨ª acabe en el top manta. "Supongo que es uno de los objetivos de la compa?¨ªa, si tiene alguna funci¨®n la industria discogr¨¢fica ahora que todo el mundo se baja los CD de Internet debe ir por ah¨ª", sostiene.
Habla con una voz tan tenue que hace temer que algo trascendente podr¨ªa huir de nuevo hacia su interior. Si es pudor, sorprende en alguien que se desnuda a cada paso en cuadros y poemas; en cada una de las canciones que han guiado a varias generaciones por el enrevesado mapa de los sentimientos y de las dudas.
-?Le da orgullo o le pesa?
-?La banda sonora? No tengo conciencia de eso, creo que me enga?an. Alguna gente me dice que hay muchas Albas y Albantas consecuencia de mis canciones. Siempre pregunto qu¨¦ tal les ha ido, me aterra pensar que hayan sido desgraciados. Lo que m¨¢s aprecio es cuando alguien me da las gracias porque las canciones le han rescatado y ayudado a salir de un agujero en alg¨²n momento terrible. Es m¨¢s que suficiente compensaci¨®n por escribir canciones.
Casi todas ellas hablan -o fabulan- sobre ¨¦l, un inseguro pel¨ªn t¨ªmido que escarba en lo m¨¢s ¨ªntimo para componer. "El subterfugio de comunicarte a trav¨¦s de un medio tal vez desinhibe. A lo mejor no s¨¦ bien de qu¨¦, pero s¨ª de que tengo ganas de hablar con un interlocutor imaginario que est¨¢ de acuerdo conmigo en todo". Nada m¨¢s ¨ªntimo que el sexo, Dios o la muerte, la trinidad recurrente en la discograf¨ªa de Aute. Una trinidad que comparte con Leonard Cohen y, al 66%, con Woody Allen: el cineasta que mejor ha psicoanalizado a los jud¨ªos deja fuera a Dios.
Aute no comulga con un dios institucionalizado ni reniega del todo de un creador: "No soy ateo, me parece tan falaz decir que no crees en nada como que crees en Dios. No lo s¨¦, navego en la ignorancia, pero tengo m¨¢s propensi¨®n a pensar que la vida tiene un sentido. Creo en la causalidad, no en la casualidad". Su religiosidad, siempre vinculada al sexo, se desparrama tambi¨¦n por la pintura, poblada de ¨¢ngeles, espinas y crucifixiones.
"Una canci¨®n es un estado de ¨¢nimo, soy incapaz de escribir dos palabras juntas si no tengo el estado de ¨¢nimo. Cualquiera escribe una canci¨®n, pero no cualquiera escribe una con raz¨®n de ser". Uno de los pocos poemas ajenos que ha musicado es el ¨²ltimo que escribi¨® el portugu¨¦s Fernando Pessoa, What matters is just you. Desde entonces le da vueltas a un disco con ¨²ltimos poemas (ha seleccionado ya a Machado, Rilke y Eluard). "No son nada terribles, suelen ser tremendamente inocentes, blancos, como el primero", cuenta. Aute es incapaz de elegir una canci¨®n entre las suyas, pero no duda sobre otros. Tararea unos versos en ingl¨¦s de Vincent, el tema que Don Mclean escribi¨® para Van Gogh. "Dice que este mundo no se ha hecho para alguien tan bello como t¨², lo cuento y me emociona". Y se emociona con la misma naturalidad con la que antes ha confesado que le queda una canci¨®n por hacer: "La persigo desde que empec¨¦ a escribir. Cuando haga esa canci¨®n, ya no har¨¦ ninguna m¨¢s".
-El poema perfecto. ?Eso existe?
-Supongo que no, pero es lo que me hace moverme.
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