La noche m¨¢s mortecina
Las cadenas apuestan por un fin de a?o repetitivo, ins¨ªpido y bajo el signo del ahorro
?Qu¨¦ derroche de humor enlatado, de gags rancios y de insulsas galas pasadas de moda! Los especiales de Nochevieja vuelven a brillar por su ausencia de imaginaci¨®n. Eso s¨ª, a ninguna de las cadenas se les puede reprochar pasarse del presupuesto.
TVE-1 ?F¨¦liz 2010!, por Carlos Boyero
Entre los codiciados anuncios que van a cerrar el a?o en TVE-1 veo que Sanitas nos desea salud a todos en el 2009. Supongo que a lo m¨¢ximo que podemos aspirar en a?o tan temible es a no convertirnos en hu¨¦spedes fijos del hospital o del cementerio, ya que el bienestar econ¨®mico y la consecuente felicidad s¨®lo van a poder disfrutarlos los de siempre. Por si acaso, una pareja juvenil de la que ignoro su identidad est¨¢ d¨¢ndonos la brasa para que llamemos a un tel¨¦fono de la suerte en el que te puede caer un past¨®n. Una afortunada que consigue 24.000 euros rompe en llanto telef¨®nico cuando le comunican que la fortuna se ha enamorado de ella. Antes, el viejo ritual para la nueva ceremonia no ha sido un desastre. Los profesionales de la simpat¨ªa Carlos Sobera y Anne Igartiburu no meten la gamba en el trascendente momento de las campanadas, hacen correctamente su papel. Y luego comienza el reinado del playback con una cuidada selecci¨®n de m¨²sicos, sin concesiones a la horterada. No llego, por supuesto, al final de la gala. Si no veo casi nunca la tele por gusto, tampoco tengo la obligaci¨®n de meterme una sobredosis porque sea Nochevieja. Alguien muy ingenioso me env¨ªa un sms en el que me desea ?Feliz 2010! Pues eso, que sobrevivamos al 2009.
Antena 3. Tirando de la cadena, por Juan Cruz
Todo fue falso. Abba no era Abba, sino dos imitadoras. Al pie de la letra es un karaoke. Y Ram¨®n Garc¨ªa no se comi¨® las uvas, ¨¦l hab¨ªa dicho que el cuenco estaba vac¨ªo. Todo falso. Lo peor fue lo de Abba. Lo llaman Abba The Show y as¨ª salvan el copyright. Estaban en la playa de Las Canteras. Pod¨ªan haber estado en la luna, se ve¨ªa lo mismo que la playa, casi. Se juntaron all¨ª para celebrar un espejismo. Abba no existe, pero all¨ª estaba. Las ganas. Al pie de la letra (el otro gancho) glorifica a unas series de la cadena (F¨ªsica o Qu¨ªmica, El internado); los protagonistas de las series entonaron mejor que los cotillas de la misma cadena. Kira Mir¨®, que se comi¨® las uvas con Garc¨ªa, dijo un chiste que pasar¨¢ a la gloria de la tautolog¨ªa: "Mamma m¨ªa, como dicen en Italia". Ella hab¨ªa dicho que llevaba ropa interior roja; y Garc¨ªa sali¨® a arroparse: "Me he puesto la capa para evitar des¨®rdenes p¨²blicos". Abba The Show consiste en dos mujeres que levantan las manos como si tiraran de la cadena (?Antena 3?) de una cisterna. El cinismo es el subrayado de la copia: "Lo m¨¢s parecido a un concierto de Abba desde Abba". En medio de tanto cuerpo de imitaci¨®n, Garc¨ªa tuvo un lapsus en su conexi¨®n con Gran Canaria: "?Buenas noches desde el a?o pasado", dijo, cuando en Canarias maldec¨ªamos a¨²n 2008. Un d¨ªa vamos a ver en la tele a un imitador de Picasso que ser¨¢ "lo m¨¢s parecido a Picasso desde Picasso", y lo veremos con delectaci¨®n y alevos¨ªa.
Cuatro. Mucha 'energy' por Javier Mart¨ªn
?Se comer¨ªa Paula V¨¢zquez las 24 uvas (las suyas y las de su pareja)? Esa era la gran inc¨®gnita programada por Cuatro para la noche m¨¢s esperada y, televisivamente, m¨¢s insulsa del a?o. En este particular last time, cuando las cadenas compiten por montar el mayor fiestorro con el menor presupuesto, Cuatro apost¨® por sacar rendimiento a los chicos de su academia. No hac¨ªa falta ni vestirlos. Si la gente quiere bailar esta noche, Cuatro se lo montaba en casa y gratis: una pista, cuatro luces, m¨²sica disco y sus bailones, que adem¨¢s deb¨ªan demostrar su val¨ªa. La superviviente, superviajera y superbailona Paula V¨¢zquez formaba pareja con el ap¨¢tico Rafa M¨¦ndez, el profesor funky de Fama. A ¨¦l, la fama le ha llegado por hacer de su amazing, una forma de vida. El lado femenino de V¨¢zquez&M¨¦ndez vest¨ªa a lo Kim Basinger en L. A. Confidential y anunciaba las coreograf¨ªas de los alumnos; el lado masculino, de negro Martini, recordaba que ellos eran los ¨²nicos en directo. A las once en punto, Paula V¨¢zquez dio su campanada con un par de pasos de baile hasta una tumbona, donde se revolc¨® ense?ando piernas y dem¨¢s (poco dem¨¢s). La calentura, si la hubo, la traicion¨® su sonrisa, que el duro M¨¦ndez pali¨® con su interpretaci¨®n. A partir de ah¨ª fue creciendo el lado macho de la noche. Achicando, qui¨¦n lo iba a decir, a la hiperactiva V¨¢zquez, llegaron las campanadas y Rafa M¨¦ndez, sin la careta de profesor resabiado, se mostr¨® histri¨®nico, sensual y humano, dese¨¢ndonos a todos mucha, mucha energy.
Telecinco. Invitaci¨®n al sue?o por Enric Gonz¨¢lez
Acab¨¦ 2008 con una sobredosis de Escenas de matrimonio. Luego dir¨¢n que estamos bien pagados. Seamos serios: esto de Escenas... o se consume por vicio, o no hay dinero que lo compense. Tremendo. A?or¨¦ mi juventud y aquel viejo sketch de Fernando Esteso, "Co?ac La Parra, el que lo bebe la agarra". Creo que con esto est¨¢ todo dicho. En esta cadena no se mataron con la programaci¨®n. Salieron del paso echando mano de las series de siempre y de los empleados de confianza. En cierta forma, hicieron lo sensato. Se trata de una noche que ofrece dos alternativas razonables: salir por ah¨ª, y asumir las consecuencias, o acostarse a una hora temprana. Evidentemente, existe una tercera opci¨®n: quedarse en casa para ver la tele. Yo mismo lo hice. Con la autoridad que me confiere la experiencia, afirmo que los de la "tercera v¨ªa" no tenemos derecho a quejarnos. Nosotros nos lo buscamos. Nos merecemos lo que nos echan. Las campanadas fueron cosa de Christian G¨¢lvez (Pasapalabra) y Mar¨ªa Castro (Sin tetas no hay para¨ªso), j¨®venes y acelerados. Ninguno de los dos llevaba capa, que ya es algo. El gr¨¢fico come uvas fue ¨²til para los sordos y para quienes nunca hemos pillado el ritmo. Lo que vino luego, el primer programa despu¨¦s de los primeros anuncios de 2009, sintoniz¨® con la crisis. ?Para qu¨¦ pagar a un mont¨®n de personajes, si con uno va que chuta? Eugeni Alemany protagoniz¨® a solas, dialogando con fotograf¨ªas, algo indefinible que, para entendernos, llamaremos programa. Alg¨²n cameo, mucho reciclaje de escenas ya emitidas, y una saludable invitaci¨®n al sue?o.
La sexta. "Esto no lo va a ver nadie" por Tom¨¢s Delcl¨®s
Buenafuente y Berto no fueron la ¨²nica pareja masculina en despedir el 2008. En TV-3 lo hicieron el meteor¨®logo Tom¨¤s Molina y su doble, que lo parodia con ¨¦xito en Pol¨°nia. Buenafuente y ese estupendo canterano que es Berto no se cansaron mucho. Todo enlatado, hasta las campanadas, supuestamente retransmitidas desde el interior del reloj de la Puerta del Sol. Hab¨ªa ganas de salirse de los c¨¢nones televisivos de la noche. Ahorro en el gasto y algo de atrevimiento en la propuesta, pero su ejecuci¨®n descarri¨®. No basta con ver a unos amigos que est¨¢n contentos para contentar a quienes los contemplan. Apetec¨ªa una recreaci¨®n del teatro del absurdo para esperar 2009, pero se malgast¨® con chistes ya sabidos. "Esto no lo va a ver nadie", se temi¨® en un momento Buenafuente. No s¨¦ qu¨¦ dir¨¢ el aud¨ªmetro, pero lo mejor del fin de a?o televisivo sigue siendo ver, a la hora del almuerzo, en los noticiarios, como la gente de Sidney ya lo ha celebrado.
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