'Collage' mental

Narrativa. Como si incontables luces de ne¨®n de mil y un colores se encendiesen y apagasen constantemente, como si el fin del mundo fuera inminente y hubiese que explicar la vida entera sin tiempo para ordenarla, el discurso del narrador de William Gaddis, artista ag¨®nico que ajusta cuentas con su imaginario desde su lecho de muerte, es como una imagen intermitente del delirio y de la raz¨®n altern¨¢ndose en su mente en forma de mon¨®logo convulsivo y delirante, de hemorragia infestada de apor¨ªas, reescrituras de obras suyas anteriores, obsesiones art¨ªsticas (de Flaubert a Wagner, de la ficci¨®n y el plagio a Homero, Van Gogh o la originalidad del yo creador), destellos de lucidez, retales de la memoria, vestigios mentales de lecturas fragmentarias, fruct¨ªferas inconexiones, iluminadores ejercicios de libre asociaci¨®n de ideas y ap¨®strofes a un lector imaginario que supuestamente le escucha despotricar contra una sociedad consumista que menoscaba los valores en beneficio siempre de un delet¨¦reo materialismo, y contra una tecnolog¨ªa que perjudica a la creatividad humana. ?gape se paga (2002), obra p¨®stuma del rec¨®ndito autor de esa obra mayor de la narrativa del siglo XX acerca del mundo como ficci¨®n y falsificaci¨®n, enciclop¨¦dica, cibern¨¦tica y experimental, que es Los reconocimientos (1955), constituye un genuino collage mental al mismo tiempo que un patchwork verbal. Y en este desahogo en forma de diatriba, Gaddis sigue aquella actitud cr¨ªtica y hosca de Thomas Bernhard en La correcci¨®n de pruebas (1975) contra la mediocridad colectiva y el arte masificado, y el modo en que deja fluir el discurso del obsesivo mon¨®logo de su narrador recuerda asimismo la t¨¦cnica de la prosa autobiogr¨¢fica del autor austriaco, que tanto le fascin¨®. El tema de fondo del libro, que ya hab¨ªa prefigurado en su novela JR (1975), la cr¨ªtica del arte masificado y mecanizado de la sociedad de consumo ("de eso trata mi obra, del derrumbe de todo absolutamente, del sentido, del lenguaje, de los valores, del arte") bajo el pretexto del motivo del piano mec¨¢nico, entronca con el esp¨ªritu de La obra de arte en la ¨¦poca de su reproductibilidad t¨¦cnica (1936), el influyente ensayo de Walter Benjamin. Gaddis pretende despertar al lector del sue?o de un mundo feliz en el que el consumidor ha suplantado al individuo y el androide copista al artista, disuadirlo de convertirse en parte de "esa chusma estupefacta que ah¨ª fuera espera que se le d¨¦ entretenimiento", y advertirnos de que lo que se pretende es "convertir al artista en un mono de feria". Gaddis, indiscutible de la narrativa, concibe mundos aut¨®nomos de textualidad y de conciencia encerrados en un esc¨¦ptico sistema de g¨¦neros h¨ªbridos. -