El colegio tambi¨¦n paga por los golpes e insultos entre alumnos

Un colegio privado de Madrid ha sido condenado a pagar 30.000 euros por un caso de acoso escolar que se vivi¨® en sus aulas en junio de 2006. Tras una primera sentencia desfavorable, los padres del alumno han ganado ante la Audiencia Provincial, que ha condenado al colegio suizo de Alcobendas (Madrid) a la mayor sanci¨®n impuesta por este delito en Europa, seg¨²n los demandantes. En la actualidad, se calcula que entre un 2% y un 3% de los escolares son v¨ªctimas o verdugos, un problema que se acent¨²a en la etapa de secundaria.

La sentencia, conocida ayer, no es la primera impuesta en Espa?a a un colegio por una actuaci¨®n negligente ante un caso de acoso escolar. Dos episodios violentos ocurridos en las aulas se saldaron tambi¨¦n con sendas multas a los centros, aunque no tan cuantiosas. En Vitoria se conden¨® a una ikastola en 2005 a pagar 12.000 euros por no atajar "inmediatamente" el acoso "grave y continuado" a una chica de 13 a?os, y en ?cija (Sevilla), un a?o despu¨¦s, un colegio concertado tuvo que indemnizar con la misma cuant¨ªa a una alumna que soport¨® agresiones psicol¨®gicas "reiteradas y constantes" por parte de sus compa?eros.

Los profesores afirman que ya saben actuar contra el matonismo

El ni?o llevaba dos a?os sufriendo cuando se grab¨® la paliza en el recreo

La violencia escolar y los episodios de agresiones han existido siempre, pero el caso de Jokin, un chaval vasco de 14 a?os que se suicid¨® en 2004 tras un acoso continuado, supuso un aldabonazo en la conciencia colectiva. Desde entonces no se habla ni se act¨²a con displicencia de este problema. Las tres sentencias lo atestiguan.

El caso cuya resoluci¨®n se ha conocido ahora se hizo p¨²blico en 2006, cuando un grupo de alumnos golpe¨® al hijo de Fernando Sacrist¨¢n y lo grab¨® entre risotadas y jaleos violentos. El padre acudi¨® al colegio y se hizo con la grabaci¨®n, lo que le supuso una denuncia por parte del centro escolar. El chico fue trasladado a otro centro. En una primera sentencia del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Alcobendas se dictamin¨® que era un caso aislado, a pesar de que la familia aseguraba que el ni?o llevaba dos a?os sufriendo la violencia de sus compa?eros. Ahora se ha venido a decir que no.

Lo que se conoce como ciberacoso ha tenido en Espa?a otros dram¨¢ticos ejemplos, a veces entre chicos muy j¨®venes. Precisamente por eso las escuelas est¨¢n en alerta ante el acoso escolar, un fen¨®meno que comenz¨® a tomarse en serio y ser estudiado en profundidad en los a?os noventa. Y se han puesto medios para atajarlo. "Todas las consejer¨ªas de Educaci¨®n tienen alg¨²n departamento que se encarga de estos asuntos. Es un problema que cuenta con la sensibilidad social aunque es complicado combatirlo del todo", explica el presidente de la federaci¨®n laica de padres de alumnos (Ceapa), Pedro Rasc¨®n.

En el Pa¨ªs Vasco, por ejemplo, se han establecido recientemente medidas para sancionar de forma inmediata sucesos de violencia entre iguales, otorgando el peso de la actuaci¨®n a la direcci¨®n y docentes del centro; antes deb¨ªa pasar por el Consejo Escolar, lo que demoraba el proceso y disipaba la sanci¨®n. "Hace unos a?os nos pill¨® por sorpresa este fen¨®meno, pero ahora la comunidad escolar tiene protocolos de actuaci¨®n y est¨¢ vigilante", afirma el presidente de Fedadi, la federaci¨®n mayoritaria de directivos de institutos, Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez.

Sobre el matonismo escolar se han dado toda suerte de datos y se han tomado medidas como impedir llevar a clase tel¨¦fonos m¨®viles o videoconsolas. Las agresiones escolares no se dan por igual en todos los centros. Mientras en los privados el 14,6% de los alumnos declara agredir a sus compa?eros, la tasa desciende al 7,5% de los alumnos de los p¨²blicos y el 6,3% de los concertados, seg¨²n datos del Centro Reina Sof¨ªa para el Estudio de la Violencia. Cifras a¨²n m¨¢s bajas se manejan en el Observatorio Estatal contra la violencia escolar, donde se afirma que no se pasa de un 3% de alumnos implicados.

La violencia en las escuelas no siempre es entre iguales, m¨¢s bien se dan casos entre alumnos de secundaria y profesores, como puso de manifiesto una encuesta en todos los centros de Castilla y Le¨®n. El Gobierno firm¨® hace un par de a?os con los sindicatos un acuerdo que garantizaba respaldo jur¨ªdico a profesores y alumnos v¨ªctimas de acoso o violencia.

La comunidad escolar no es muy proclive a judicializar la vida en los centros, salvo en los casos intolerables. Por eso muchos institutos tienen su propio proyecto para afrontar estos asuntos, en ocasiones un convenio firmado por profesores y alumnos donde se califican las faltas y se les pone el castigo acordado.

Acoso escolar filmado por los abusadores