"?Es usted hija de Mohammed?"
Dos hermanos saharauis separados en 1976 durante la ocupaci¨®n del S¨¢hara Occidental se conocen en la cola del Registro Civil de C¨®rdoba
Las vidas de Rachid Mohammed Ahmed y su hermana Fatma han sido, como las de miles de saharauis, atropelladas por la triste historia de su pa¨ªs, que fue invadido cuando estaba a punto de nacer. Separados el uno del otro en 1976 a causa de la ocupaci¨®n por parte de Marruecos y Mauritania de la antigua colonia espa?ola del S¨¢hara Occidental, Fatma y Rachid nunca se conocieron. Fatma huy¨® con otros cuatro hermanos a los campamentos de refugiados en Argelia, donde actualmente viven m¨¢s 125.000 saharauis, seg¨²n Human Rights Watch. Mientras que Rachid que, seg¨²n sus papeles, naci¨® el a?o de la invasi¨®n, creci¨® en el territorio ocupado, en la ciudad de Villa Cisneros, hasta que recal¨® en Espa?a en 2001.
"Unas personas le llamaron por sus apellidos. No pude m¨¢s y me acerqu¨¦"
Pero el drama de estos dos hermanos tiene, esta vez, un final feliz. Una ma?ana de abril de 2008, a las puertas del Registro Civil de C¨®rdoba -donde cientos de saharauis tramitaban sus expedientes para consolidar la nacionalidad espa?ola- Rachid observ¨® a una mujer cuyos rasgos le recordaron a los de una de sus hermanas. "Yo llevaba gafas de sol y pude mirarla detenidamente sin que ella se diera cuenta. Estaba asombrado de c¨®mo se parec¨ªan. Entonces vinieron unas personas y la saludaron, llam¨¢ndola por sus apellidos, que son los m¨ªos". Cuando Rachid los escuch¨®, no aguant¨® m¨¢s y se acerc¨® a la mujer. "Le pregunt¨¦ si era hija de Mohammed Ahmed, mi padre". A la mujer le cambi¨® el gesto y reconoci¨® la cara de Rachid. "Y ella rompi¨® a llorar".
Los dos hermanos lo son por parte de padre. Fatma, que tiene 52 a?os, es hija de un matrimonio anterior, mientras que Rachid es el pen¨²ltimo de los ocho hijos fruto de las terceras nupcias de su padre. Toda la familia se qued¨® en Villa Cisneros, bajo ocupaci¨®n mauritana primero y marroqu¨ª despu¨¦s. Pero cinco hermanos de Rachid, tres mujeres y dos hombres lograron escapar a Argelia y nunca m¨¢s vieron a su padre.
Mohammed Ahmed hab¨ªa sido, durante 42 a?os, miembro de la Polic¨ªa Territorial que Espa?a tuvo en la colonia "y lleg¨® al grado de sargento", cuenta su hijo. Tras la invasi¨®n, pudo mantener a su mujer y a sus hijos gracias a un negocio de camellos. Mientras, luch¨® durante a?os para cobrar la pensi¨®n que el Estado espa?ol le adeudaba por sus servicios prestados. Lo logr¨® en 1987, aunque s¨®lo pudo disfrutarla dos a?os, puesto que en 1989 muri¨®. "El recuerdo que guardo de mi padre es el de una persona triste. Los mayores me han contado que de joven era alto, fuerte y orgulloso, pero la separaci¨®n de sus hijos le marc¨®. Y m¨¢s todav¨ªa saber que uno de ellos muri¨® en 1982 quemado en su coche por la polic¨ªa. Otro hermano m¨ªo, que luchaba con el Frente Polisario, falleci¨® durante la guerra", relata Rachid.
Rachid y Fatma han reconstruido ahora la historia de su extensa familia. De los cinco hermanos refugiados en los campamentos, tres terminaron viviendo en Espa?a, y una de las mujeres nunca abandon¨® el desierto argelino. "Fatma, que contaba con el pasaporte argelino, iba y ven¨ªa desde los campamentos a Espa?a porque sus hijos viv¨ªan en este pa¨ªs. Ahora, est¨¢ tramitando su expediente de nacionalidad en Alicante, donde vive", explica Rachid.
La vida del joven tambi¨¦n fue complicada. "Crecer en el S¨¢hara ocupado es como hacerlo en una especie de c¨¢rcel en libertad. Puedes hacer cosas normales como ir a ver a tu familia y tomar el t¨¦. Pero siempre est¨¢s controlado por la polic¨ªa marroqu¨ª", dice. A los 17 a?os, Rachid decidi¨® actuar por primera vez contra un s¨ªmbolo de Marruecos. "Quit¨¦ el retrato del rey Hassan II de mi clase del instituto. Cuando supieron que fui yo, me separaron de mis compa?eros y durante 27 d¨ªas, en el instituto, me interrog¨® el director, en compa?¨ªa de polic¨ªas. No me pegaron, pero fue duro". Le prohibieron estudiar en centros p¨²blicos, y se tuvo que poner a trabajar "en compa?¨ªas pesqueras", recuerda. En 2001, Rachid tuvo que huir de su casa, tras un enfrentamiento con la polic¨ªa. "Vi a un agente agredir a una mujer saharaui. Fui con unos amigos a defenderla y todo deriv¨® en una pelea con el agente". Tras un a?o escapado, cruz¨® en patera hasta Fuerteventura, donde con ayuda de un hermano, logr¨® llegar a la Pen¨ªnsula. Siete a?os despu¨¦s, se encontrar¨ªa en C¨®rdoba con Fatma, su hermana perdida.
Nacionalidad en vilo
Que los hermanos Fatma y Rachid se conocieran en la cola del Registro Civil de C¨®rdoba no es casual. Hasta all¨ª se acercaron desde el mes de febrero de 2008 cientos de saharauis que quer¨ªan recuperar la nacionalidad espa?ola, que este pueblo perdi¨® en 1976. En poco m¨¢s de tres meses, el registro tramit¨® alrededor de 800 expedientes, merced a dos sentencias del Tribunal Supremo de 1998 y de 2007. Pero a finales de mayo, la Fiscal¨ªa denunci¨® que hab¨ªa detectado numerosas irregularidades en los expedientes remitidos para obtener el visto bueno por parte del Ministerio P¨²blico, a pesar de que ya hab¨ªan empezado a ser evaluados favorablemente por la oficina del Fiscal. El cambio de criterio signific¨® que todos los expedientes deb¨ªan ser estudiados en profundidad. El objetivo era comprobar que cumpl¨ªan estrictamente con criterios tales como que el solicitante de la nacionalidad no s¨®lo estaba empadronado en C¨®rdoba, sino que deb¨ªa comprobarse policialmente que resid¨ªa efectivamente en la ciudad. La Fiscal¨ªa "no se opone a que todos los que cumplan estos requisitos obtengan finalmente la nacionalidad espa?ola", apunt¨® ayer este organismo.
No obstante, los saharauis de C¨®rdoba se quejan amargamente de la nueva postura de la Fiscal¨ªa. "Existe una total falta de claridad acerca del criterio que se sigue ahora", se?ala Labeid Uld, portavoz del colectivo saharaui en la ciudad. "Hay expedientes de personas que cumplen con los requisitos que no han sido tramitados", a?ade.
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