Bush protege ahora una gran zona de mar
George Bush se asegur¨® ayer de que pasar¨¢ a la historia como el presidente que m¨¢s protecci¨®n ha dado a los recursos mar¨ªtimos en la historia de Estados Unidos. A dos semanas de dejar la presidencia, orden¨® la creaci¨®n de tres monumentos marinos en el Oc¨¦ano Pac¨ªfico. De esta manera, quedar¨¢n totalmente prohibidas la pesca y las exploraciones de petr¨®leo y gas en una zona de una superficie similar a Espa?a y de una gran riqueza geol¨®gica y biol¨®gica.
La decisi¨®n de Bush de declarar monumentos nacionales estas tres zonas, con una superficie de unos 500.000 kil¨®metros cuadrados, es una muestra de lo contradictorio de sus pol¨ªticas medioambientales. Se le recordar¨¢ por abrir numerosas zonas anteriormente protegidas a las perforaciones petrol¨ªferas y por su negativa a aceptar una reducci¨®n obligatoria en la emisi¨®n de gases de efecto invernadero, pero acaba sus d¨ªas en Washington con una de las iniciativas ecol¨®gicas de m¨¢s envergadura de la historia de EE UU.
Y no ha querido perder tiempo. Bush se ha acogido a una norma de 1906, la llamada Ley de Antig¨¹edades, que le confiere al presidente el poder de designar como monumento nacional cualquier zona que considere de valor cultural o cient¨ªfico. En virtud de esta ley, la designaci¨®n toma efecto de forma inmediata.
Entre las zonas protegidas se encuentra el Monumento Nacional de la Fosa de las Marianas, que incluye el ¨¢rea m¨¢s profunda del oc¨¦ano, con sus 21 volcanes submarinos. En total, es una zona cinco veces m¨¢s larga que el Gran Ca?¨®n del Colorado y mayor en profundidad a la altura del monte Everest. Bush ha protegido tambi¨¦n el bautizado como Monumento de las Islas Remotas del Pac¨ªfico, con una valios¨ªsima fauna que incluye tiburones, p¨¢jaros migratorios y gal¨¢pagos, y el Monumento del Atol¨®n de la Rosa, en la Samoa Americana, uno de los yacimientos de coral m¨¢s ricos del mundo. En sus ocho a?os de poder Bush ha prohibido la actividad comercial en 860.000 kil¨®metros cuadrados en aguas mar¨ªtimas, incluido el entorno de las islas Hawai. A la Casa Blanca le queda ahora obtener los fondos econ¨®micos para garantizar que se respete la protecci¨®n.
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