Fin del 'idilio' EE UU-Vaticano
Obama, defensor del aborto y de la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre, busca el equilibrio con la Iglesia - Su agenda pol¨ªtica le aleja de la jerarqu¨ªa cat¨®lica
George Bush ha sido bautizado como "el primer presidente cat¨®lico de Estados Unidos" por su cercan¨ªa con Juan Pablo II y Benedicto XVI y por involucrarse en los asuntos que el Vaticano ha convertido en campos de batalla sociales del siglo XXI, como la defensa de la idea tradicional de la familia. Ahora que se marcha, su sucesor, Barack Obama, se enfrenta a las reticencias de la jerarqu¨ªa cat¨®lica norteamericana, que ve en ¨¦l a un pol¨ªtico comprometido con causas en las que el Vaticano no est¨¢ dispuesto a ceder, como la defensa del derecho al aborto o la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre.
Uno de los norteamericanos con mayor rango en el Vaticano, el cardenal James Francis Stafford, dio al presidente electo su particular bienvenida a Washington el pasado noviembre con un discurso en la Universidad Cat¨®lica de Am¨¦rica. El d¨ªa de las elecciones, dijo, el pa¨ªs sufri¨® un "terremoto cultural" instigado por la victoria de un pol¨ªtico que condujo una campa?a "extremista y opuesta al derecho a la vida".
"El presidente electo no entrar¨¢ en asuntos como el abuso a menores"
Las bases cat¨®licas, sin embargo, no se identifican con este discurso apocal¨ªptico. El grupo Catholics United se reuni¨® a finales de 2008 con el equipo de transici¨®n de Obama para comunicarle sus prioridades: reducir el n¨²mero de abortos y erradicar la pobreza. "Es el ¨²nico candidato que ten¨ªa en su programa el compromiso de disminuir las interrupciones de embarazo", explica James Salt, director de organizaci¨®n de esta asociaci¨®n. "Los republicanos se centraron, simplemente, en prohibirlo. Pero no hablaban de reducirlo. Y eso se logra con educaci¨®n y mejoras sociales".
Durante los pasados ocho a?os, la jerarqu¨ªa cat¨®lica de EE UU ha aceptado al presidente saliente como uno de los suyos, a pesar de que es protestante y acude a una iglesia metodista en Tejas. En 2004, Bush, que se hab¨ªa lanzado a una guerra que horroriz¨® al Vaticano, quiso aplacar a las bases religiosas con dos propuestas: sendas reformas constitucionales para ilegalizar tanto el aborto como el matrimonio gay. Ninguna se lleg¨® a materializar. Pero Bush se qued¨® con la bendici¨®n de la Iglesia cat¨®lica. Sin embargo, no a todos los cat¨®licos les ha convencido el supuesto catolicismo espiritual de Bush. "Tuvo un buen despegue y un mal aterrizaje", explica Douglas Kmiec, jefe de la oficina de asesoramiento legal de los presidentes Ronald Reagan y George Bush padre. "En sus campa?as electorales comenz¨® como un gran defensor del derecho a la vida. Pero ocho a?os despu¨¦s tenemos una pol¨ªtica exterior basada en la guerra. Su historial en medioambiente es deficiente. La econom¨ªa se tambalea y est¨¢ dejando a muchos al borde de la pobreza. Son factores que afectan tambi¨¦n a la santidad de la vida".
Obama debe decidir ahora los asuntos de la nueva agenda dem¨®crata con el Vaticano. "Se mantendr¨¢ al margen de asuntos como el de los abusos a menores, algo de lo que la Iglesia se ha encargado de forma muy eficiente en los pasados a?os", explica Gene Beaupre, profesor de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad jesuita Xavier. "El del aborto tampoco marcar¨¢ la agenda. Porque las bases cat¨®licas son menos apasionadas en este asunto que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica. A las familias cat¨®licas les importan tambi¨¦n otros asuntos como obtener un salario digno, luchar contra el paro y la pobreza y otros aspectos que afectan a la dignidad de la vida". Con una agenda como ¨¦sta, para Obama ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil encandilar a las bases que a las altas esferas del Vaticano.
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