'Okupas' de parroquia
Son un par de docenas de feligreses, la mayor¨ªa mujeres ya de alguna edad, que se han constituido en okupas de la parroquia de San Francisco Javier, en la di¨®cesis cat¨®lica de Boston (Massachusetts). Su objetivo es obligar a la di¨®cesis a revisar la decisi¨®n, tomada hace cuatro a?os, de cerrar la iglesia, debido a su escasa rentabilidad -falta de sacerdotes y de p¨²blico-, aunque tambi¨¦n por el esc¨¢ndalo de los curas pederastas. "He crecido, rezado, y pagado mis diezmos desde su fundaci¨®n en 1961", ha declarado una de las okupas. Un comando de la catolicidad popular se ha estado turnando durante 1.520 d¨ªas en relevos de media docena de congregantes a la vez, 24 horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana, para impedir que el arzobispo aproveche su ausencia para terminar con el encierro.
En 2004, cuando comenz¨® la epidemia liquidadora, que afect¨® a varias docenas de templos, hab¨ªa 357 parroquias en la di¨®cesis y hoy s¨®lo 257. Casi todos los fieles acataron la orden y se fueron con la misa a otra parte, pero en cinco iglesias de esta provincia eclesi¨¢stica decidieron pasar a mayores.
En la sacrist¨ªa se instalan en sacos de dormir, en los reclinatorios de la nave central las mujeres hacen labor social, cosen y escriben cartas; a todos los efectos est¨¢n en su despacho o lugar de trabajo. Y como el arzobispado no se ha atrevido a cortar la calefacci¨®n y la luz, aunque s¨ª ha retirado el instrumental de consagrar y decir misa, hay okupas a las que hasta les gusta pasar all¨ª las horas. Y lo que molest¨® a esa guerrilla de la desobediencia pasiva fue que San Francisco no ten¨ªa problemas financieros; contaba con una audiencia, talludita, pero suficiente; y su relaci¨®n con las costumbres licenciosas de alguna clerec¨ªa eran nulas. Pero la autoridad quer¨ªa vender el templo porque es de excelente localizaci¨®n, en una colina arbolada con 12 hect¨¢reas de terreno, tasado en unos tres millones de euros.
La jerarqu¨ªa no se ha decidido a lanzar el asalto definitivo contra ese heroico ?lamo de la fe, porque hay una demanda interpuesta ante el Vaticano; pero el portavoz de la di¨®cesis advierte: "Esto no puede seguir as¨ª". Ser¨¢ de ver si entonces la fe mueve monta?as.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.