De espaldas a la paz
Israel y Ham¨¢s deben aceptar el alto el fuego en vez de confiar en una improbable victoria pol¨ªtica
El Consejo de Seguridad aprob¨® el pasado jueves la resoluci¨®n 1860 en la que se insta a un inmediato alto el fuego en Gaza. El documento pudo salir adelante gracias a la abstenci¨®n de Estados Unidos, que renunci¨® a ejercer su derecho de veto frente a un texto apoyado por los otros 14 miembros del Consejo. Desde el punto de vista diplom¨¢tico se trata de un paso necesario, aunque no suficiente, como se pudo comprobar tras el rechazo de la resoluci¨®n por parte de Israel y de Ham¨¢s. El Gobierno israel¨ª, por otra parte, no puede ignorar el mensaje que le ha llegado desde Washington.
A pocos d¨ªas del traspaso de poderes, la Administraci¨®n de Bush no pod¨ªa dejar sin respuesta los ataques israel¨ªes contra las instalaciones y el personal de Naciones Unidas, que decidi¨® retirar de Gaza a su Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), aunque ayer retomara sus actividades tras recibir garant¨ªas de seguridad. La vuelta de Naciones Unidas a Gaza es imprescindible para paliar las necesidades de la poblaci¨®n, puesto que el Gobierno israel¨ª no permite el paso del resto de las organizaciones humanitarias. Tambi¨¦n para que la comunidad internacional disponga de testimonios neutrales sobre lo que sucede: Israel sigue impidiendo el paso de la prensa extranjera.
Los recientes ataques contra la UNRWA ponen de manifiesto, en cualquier caso, que Israel no se est¨¢ conduciendo en Gaza con un escrupuloso respeto al derecho internacional humanitario. El reiterado argumento de que los activistas de Ham¨¢s se esconden detr¨¢s de la poblaci¨®n civil no exime de ese respeto. En el caso de las escuelas bombardeadas, Israel aleg¨® que sus fuerzas fueron atacadas desde el interior, extremo que la UNRWA ha desmentido y que, en cualquier caso, zanja las disquisiciones escol¨¢sticas acerca de un concepto jur¨ªdico como es el de la proporcionalidad: la respuesta a ese supuesto ataque, que no produjo ning¨²n da?o en las fuerzas israel¨ªes, se sald¨® con medio centenar de v¨ªctimas civiles protegidas por Naciones Unidas. Por lo que se refiere al ataque al convoy humanitario, que caus¨® la muerte de un conductor, Israel no ha ofrecido ninguna explicaci¨®n. Y falta tambi¨¦n por aclarar la muerte de civiles trasladados por el Ej¨¦rcito israel¨ª a un edificio que posteriormente fue bombardeado.
Al rechazar la resoluci¨®n, Ham¨¢s ha antepuesto su deseo de ser reconocido como interlocutor y de obtener garant¨ªas sobre los pasos fronterizos a la acuciante necesidad de un alto el fuego, que ahorre m¨¢s sufrimiento. Y otro tanto ha hecho Israel, cuya negativa ha dejado patente que su intenci¨®n es erradicar a Ham¨¢s sea cual sea el coste en v¨ªctimas civiles. La iniciativa de paz del presidente egipcio Mubarak sigue vigente, por m¨¢s que los contendientes hayan rechazado la resoluci¨®n 1860. A ella tendr¨¢n que volver por m¨¢s que, hasta ahora, sigan confiando en la propia victoria pol¨ªtica. Definida de modo distinto en cada caso, pero sufragada de una ¨²nica manera: m¨¢s derramamiento de sangre.
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