Ucrania y el gas ruso

Empiezo a no entender muy bien el tema ¨¦ste del gas ruso. De los titulares que nos llegan parece deducirse la responsabilidad de Rusia en los cortes de suministro a Europa o, cuando menos, una cierta equidistancia entre los argumentos de este pa¨ªs y los de Ucrania en la llamada -y ya va cargando un poco la hip¨¦rbole- "guerra del gas".

Una lectura atenta del propio peri¨®dico nos indica, sin embargo, que Rusia tiene toda la raz¨®n de su parte y Ucrania, simplemente, ninguna. Curiosa forma de empate.

Veamos: desde la ¨¦poca sovi¨¦tica, Rusia viene suministrando gas a Ucrania a precio subvencionado. El a?o pasado a 179 d¨®lares los 1.000 metros c¨²bicos, comparado con ??400 d¨®lares de media a Europa!! Con la ca¨ªda de la URSS y la implantaci¨®n de una econom¨ªa de mercado, Rusia intenta ir aproximando el precio de venta al del mercado libre, cosa que Ucrania no quiere aceptar, neg¨¢ndose a pagar las cuantiosas deudas contra¨ªdas -600 millones de d¨®lares, s¨®lo en los primeros seis meses del a?o pasado- y a aceptar el nuevo precio propuesto por Rusia, aunque ¨¦ste siga siendo sustancialmente m¨¢s bajo que el del mercado libre. Todo esto, dejando a un lado que es el vendedor quien tiene derecho a fijar el precio del producto que vende.

Rusia tiene, por tanto, razones poderosas para cerrarle el grifo a Ucrania (ning¨²n vendedor contin¨²a suministrando mercanc¨ªa a un cliente que no paga) y es Ucrania -y no Rusia- quien est¨¢ cerrando el grifo a Europa, tal y como ha reconocido.

A partir de estos datos objetivos, y del dato hist¨®rico de que desde la ¨¦poca sovi¨¦tica Rusia ha sido un socio absolutamente fiable en el suministro de gas a Europa, no se entiende la reacci¨®n de nadie.

De la direcci¨®n ucraniana no pagando, exigiendo trato de amigos y haciendo pol¨ªtica antirrusa constante. De Europa, neg¨¢ndose a mediar cuando se dice tan preocupada y tiene una posici¨®n de fuerza: cliente de Rusia y amigo pol¨ªtico de los gobernantes ucranianos. Salvo que no quiera darle la raz¨®n a quien tan obviamente la tiene.

Pero la m¨¢s pintoresca es la falta de reacci¨®n del actual l¨ªder de la UE, el primer ministro checo Mirek Popolanek, quien se declara en EL PA?S halc¨®n liberal, pero se niega a darle un tir¨®n de orejas a Ucrania por no respetar el sacrosanto principio de aquella doctrina, que los gallegos enunciamos con el principio de "amigos s¨ª, pero a vaqui?a polo que vale".