M¨²sica global para el m¨®vil
Los nuevos mercados y los nuevos medios centran el Midem de este a?o
No se ven caras de preocupaci¨®n en el Midem. Las sonrisas, los agasajos y las buenas maneras dominan la mayor feria de la industria musical del mundo que desde ayer y hasta el pr¨®ximo martes de celebra en Cannes (Francia). Pero s¨ª hay razones para la inquietud. Sobre todo en Espa?a y Francia, los dos pa¨ªses que en los ¨²ltimos a?os m¨¢s han sufrido una p¨¦rdida de mercado de la industria musical en Europa. O lo que es lo mismo, los dos pa¨ªses donde m¨¢s m¨²sica se descarga sin pagar derechos de autor, m¨¢s all¨¢ de que algunos lo consideren legal o ilegal. Un reciente informe de la Federaci¨®n Internacional de la Industria Discogr¨¢fica (IFPI) reflejaba el triste horizonte espa?ol: s¨®lo un artista espa?ol nuevo se cuela de vez en cuando en la lista de los primeros cincuenta ¨¢lbumes m¨¢s vendidos del mundo.
En la feria se habla sobre todo de financiar descargas con publicidad
Ayer se present¨® el primer disco 'web' en la historia de la m¨²sica espa?ola
Pero al Midem no se viene a lamentarse. Sino a trabajar y "hacer negocios", como declaraba d¨ªas antes Eduardo Bautista, presidente de la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE), que este a?o en Cannes aglutina, a trav¨¦s de Sound Of Spain, a m¨¢s de 41 empresas a la b¨²squeda de soluciones. En ese marco se present¨® ayer el primer disco en formato web en la historia de la m¨²sica espa?ola. Se trata de En plena luz, de Erizo, y su lanzamiento corre a cargo de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), que aglutina y distribuye uno de los mayores cat¨¢logos musicales en espa?ol.
Pero, ?qu¨¦ es el Midem? Sus siglas corresponden a las de la feria del Mercado Internacional del Disco y de la Edici¨®n musical. Se celebra en el mismo palacio de congresos donde se ubica el festival de cine de Cannes y es el tablero de juego en el que representantes de m¨²sicos, discogr¨¢ficas, promotores y distribuidoras de todo el mundo -este a?o participan 88 pa¨ªses- tratan de hacer negocio. Con nuevas v¨ªas como Internet o el m¨®vil. Un ejemplo: en esta feria, una discogr¨¢fica canaria es capaz de encontrar a alguien que distribuya su cat¨¢logo de discos en Hungr¨ªa, Tailandia o Rusia, que este a?o es el pa¨ªs principal. Tres d¨ªas. Diez horas diarias. "Antes eran dos entendidos los que se sentaban frente a frente con un est¨¦reo escupiendo m¨²sica. Ahora lo hacen frente a un ordenador y hablan de servicios de descargas financiados por publicidad". Lo cuenta Mario Rigote, responsable de Central Digital, la empresa de la SGAE que con 100.000 canciones y 70 clientes acaban de firmar un acuerdo para toda Europa para concentrar en una plataforma todo el entramado de contenidos (grabaciones) y derechos (propiedad intelectual) en Internet.
Mucho m¨¢s rudimentario parec¨ªa Donovan el cantautor folk de los 60, que a escasos 20 metros de las m¨²ltiples negociaciones de la industria espera a que Christine Albanel, ministra de cultura francesa le entregase un premio al m¨¦rito de las artes y las letras. "No estoy nervioso", dec¨ªa con sus ojos saltones, melena blanca y una casaca negra m¨¢s sacada de los ochenta que de su ¨¦poca dorada. "S¨ª, que lo est¨¢s", le replica su mujer, Lisa. "Bueno, un poco. Nervioso y orgulloso por el reconocimiento", sonre¨ªa el autor, de 62 a?os. "La industria ha cambiado mucho. Y me parece bien Es normal. En los 60 so?¨¢bamos con un mundo intercomunicado y conectado entre s¨ª. Y se re¨ªan de nosotros. Ahora esa es la realidad. Yo no suelo bajarme canciones", explica a EL PA?S. "Pero lo hace mi nieto. Es normal que la gente se baje canciones sin pagar. Vale que se bajen una, no 5.000 como hacen muchos. Hay que dialogar", dice. Mientras recibe la medalla, el Midem se pone en marcha, m¨¢s con la filosof¨ªa del magnate Onassis que con la de Donovan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.