Guardiola peina al Bar?a
"Nos hace sentirnos importantes a todos", destaca Henry del t¨¦cnico que bate r¨¦cords
Eto'o marc¨® el tercer gol, cerrando la exhibici¨®n del Barcelona en el primer tiempo contra el Deportivo. Ricardo Trevisani, el comentarista de SKI-Italia, no pudo m¨¢s y, con la vehemencia propia de un italiano, exclam¨®: "?Punto e basta! ?Lo de este Bar?a es ilegal!". Despu¨¦s reclam¨® que al equipo azulgrana no se le autorice a jugar once contra once: "?No vale!, ?Tiene que jugar con nueve!".
El ¨¦xito en la gesti¨®n de Pep Guardiola ha sorprendido a la propia empresa, empezando por Txiki Begiristain, primer valedor de la contrataci¨®n del t¨¦cnico, que llevaba media vida d¨¢ndole vueltas a c¨®mo lo har¨ªa si ¨¦l fuera entrenador del Bar?a y le ha sobrado con una vuelta en el campeonato de Liga para convertir el dise?o en patr¨®n. "Este Bar?a es una idea", admite Iniesta, una de las correas de transmisi¨®n del pensamiento de Guardiola, futbol¨ªsticamente heredero de Johan Cruyff y laboralmente m¨¢s propio de la cultura del esfuerzo que conoci¨® en el f¨²tbol base, primero, y en Italia al dejar el club azulgrana.
Tanto para el n¨²cleo catal¨¢n del vestuario -Puyol, Vald¨¦s, Xavi...- como para Guardiola resultaba prioritario, antes que imponer disciplina al estilo cuartelero de Louis van Gaal, recuperar las constantes del esfuerzo y el trabajo como punto de partida. Guardiola no pierde el tiempo. Trabaja mucho y exige m¨¢s en la actitud que en la aptitud, pero no acepta tonter¨ªas. Por ejemplo, el pasado s¨¢bado no le dej¨® tirar a Puyol el penalti que marc¨® Eto'o para el 5-0 como le reclamaba la afici¨®n: "Puyi est¨¢ para otras cosas. ?Seamos serios!".
Lejos de pedir fichajes, Guardiola neg¨® traspasos al club y as¨ª gan¨® compromisos cerrando la puerta a la salida del Camp Nou a varios jugadores que parec¨ªan condenados por la empresa. Arm¨® antes una plantilla que un equipo en el que los M¨¢rquez, Gudjohnsen y Henry han dejado de ser lastres para convertirse en protagonistas de una historia sin m¨¢s actor principal que el talento de Messi, tal vez, el primero en reconocer que le est¨¢ "haciendo bueno el equipo". Pura l¨ªnea Guardiola. "Un jugador, por bueno que sea, no es nada sin la ayuda de sus compa?eros" asegur¨® al empezar, cuando perdi¨® en Soria contra el Numancia y empat¨® frente al Racing en el Camp Nou, lo que le dejaba en puestos de descenso si no ganaba en Gij¨®n. Le meti¨® seis al Sporting.
Vald¨¦s es el ¨²nico jugador que ha disputado los 19 partidos, jugados con 17 alineaciones diferentes. Dieciocho partidos seguidos sin perder hablan de un nivel competitivo de grupo alt¨ªsimo. "Sin el esp¨ªritu de todos, no estar¨ªamos donde estamos", piropea el t¨¦cnico a sus futbolistas, a los que cuida tanto como les exige.
"Nos hace sentirnos importantes a todos", dice Henry, que puede que no sea el del Arsenal, pero, a diferencia del curso pasado, ha conseguido ser alguien en el Barcelona. "El m¨¦rito es suyo", dice Guardiola, que ha logrado optimizar el trabajo de los preparadores f¨ªsicos, los fisioterapeutas y los doctores hasta influirr en el rendimiento de los jugadores. Desde la dieta -comparten men¨² en el estadio- hasta los protocolos de recuperaci¨®n a base de hidroterapia. Todo se cuida el detalle, incluidos los dise?os de entrenamiento personalizados que se siguen a rajatabla. "Esto ha dejado de ser un descontrol", aseguran los veteranos.
"Luis [Aragon¨¦s] dec¨ªa: 'Dime c¨®mo entrenas y te dir¨¦ c¨®mo juegas", explica Eto'o. "?sa es la clave de este equipo", sostiene el camerun¨¦s, recuperado para la causa por el empe?o de sus compa?eros y la magnanimidad del t¨¦cnico, que encontr¨® en casa a su gran apuesta: Sergio Busquets.
El juego del pivote ilustra por s¨ª solo las virtudes transmitidas por Guardiola al juego del equipo: valiente, perif¨¦rico, defensivamente potente en la recuperaci¨®n y con llegada. As¨ª juega Busi, as¨ª juega el nuevo Bar?a, tan contundente en el ataque como solvente defensivamente, un equipo tan equilibrado que resulta poderoso y elegante al tiempo y que, por superior, ya hasta parece ilegal.
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