La persistencia del crimen machista cuestiona la aplicaci¨®n de la ley
Cuatro a?os despu¨¦s, la norma no ha logrado reducir el n¨²mero de muertas - El 30% de asesinos es reincidente, lo que sugiere fallos en la rehabilitaci¨®n

Aumentan las denuncias pero el n¨²mero de mujeres v¨ªctimas de la violencia machista no logra descender. En los nueve primeros meses 2008 se presentaron 108.261. Un 15,9% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior. En 2008 se interpusieron alrededor de 400 denuncias al d¨ªa por violencia de g¨¦nero, seg¨²n el balance anual presentado ayer por el Ministerio de Igualdad. A pesar de esa alta cifra, el a?o pasado 70 mujeres murieron a manos de sus parejas o ex parejas, seg¨²n Igualdad -que a?ade siete casos a¨²n en investigaci¨®n-. S¨®lo una v¨ªctima menos que en 2007.
Desde que en diciembre de 2004 entr¨® en vigor la ley de violencia de g¨¦nero, la cifra de v¨ªctimas mortales de esta lacra no ha descendido de 57. N¨²mero que se alcanz¨® en 2005, cuando se pusieron en marcha los juzgados especiales de violencia dom¨¦stica, y a?o de la resaca de la aprobaci¨®n de la ley. Ahora, cuando se cumplen cuatro a?os de su entrada en vigor, las mujeres siguen muriendo. Muchas a manos de un maltratador que ya ten¨ªa antecedentes por agredir a sus parejas. En un 28,1% de los casos de homicidio registrados en 2008, el agresor ten¨ªa antecedentes relacionados con violencia de g¨¦nero sobre la v¨ªctima u otra mujer, seg¨²n el delegado del Gobierno para la violencia de g¨¦nero, Miguel Lorente.
Aumentan las denuncias que pone la familia, pero a¨²n son muy pocas
?Qu¨¦ es lo que no est¨¢ funcionando? ?Por qu¨¦ un maltratador denunciado y a veces condenado reincide? El catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y experto en violencia de g¨¦nero Enrique Echebur¨²a aprecia algunas "lagunas" en la ley integral. "Falta desarrollar m¨¢s el aspecto del tratamiento a los maltratadores", dice. "Una vez que est¨¢n rotas las inhibiciones, la posibilidad de que se vuelva a ejecutar la conducta violenta es muy alta. Hay que atajar esto con programas especiales", sostiene. Un punto de vista que la Asociaci¨®n de Mujeres Juristas Themis y la de Mujeres Progresistas comparten. Las dos organizaciones solicitaron ayer una revisi¨®n de los programas de rehabilitaci¨®n. Lorente reconoce que esa recuperaci¨®n es "dif¨ªcil". Echebur¨²a menciona otro ingrediente que echa en falta: m¨¢s prevenci¨®n. "Hay que potenciar el papel de la familia y de la educaci¨®n", afirma.
Sin embargo, el 75,6% de las denuncias por malos tratos fueron presentadas por la v¨ªctima. S¨®lo el 1,4% fueron interpuestas por el entorno familiar. Una cifra que sigue siendo muy baja a pesar de que ha crecido. El balance de 2008 muestra un incremento de los casos en los que la v¨ªctima era extranjera (un 44,3% de las asesinadas). Tambi¨¦n aumenta el porcentaje de agresores extranjeros. Los datos de Igualdad sostienen que un d¨ªa despu¨¦s de un homicidio por violencia machista se produce un 22,8% de acumulaci¨®n de otros casos. En una especie de "efecto imitaci¨®n", seg¨²n Lorente. "La violencia no genera violencia en los no violentos, pero en aquellos que ya la usan puede actuar como un precipitante", explic¨® el delegado del Gobierno.
Cuando la violencia de g¨¦nero se repite una y otra vez
- Asesino de permiso carcelario. Rosario muri¨® a manos de su pareja en diciembre de 2008. Su pareja, Maximino Couto, maltratador reincidente, cumpl¨ªa condena en la c¨¢rcel de A Lama (Galicia). Dos a?os y siete meses por amenazas contra su ex mujer. Durante un permiso de cuatro d¨ªas, que Rosario hab¨ªa suplicado al director de la prisi¨®n, la golpe¨® en la cabeza y la asesin¨®. Despu¨¦s, Couto -que llevaba un GPS que deb¨ªa activar una alarma si se acercaba a su ex mujer- se dirigi¨® al domicilio de su ex mujer. Ella no estaba, pero agredi¨® a dos vecinos. D¨ªas despu¨¦s Couto se suicid¨® en su celda.
- Muerta ante la pasividad de la justicia. La argentina Sylvina Bassani muri¨® asesinada por su ex marido, sargento del Ej¨¦rcito de Tierra, en abril de 2008 en Alovera (Guadalajara). Llevaba esperando m¨¢s de 19 meses a que se acabara de instruir un procedimiento penal contra el militar, despu¨¦s de poner en conocimiento que ¨¦l estaba quebrantando la orden de alejamiento que se le hab¨ªa interpuesto. Sylvina hab¨ªa pedido el ingreso en prisi¨®n de su agresor y se hab¨ªa cambiado de casa y de ciudad ante la persecuci¨®n a la que se estaba viendo sometida y la inactividad de la justicia. Su ex marido, Jos¨¦ Javier Lacasa, se enter¨® de donde viv¨ªa con su nueva pareja. Los asesin¨® a los dos ante su hijo de cuatro a?os. Despu¨¦s se suicid¨®. Se hab¨ªa impuesto una orden de protecci¨®n con medidas cautelares civiles y penales, entre ellas el alejamiento del militar de su ex esposa e hijo. Tambi¨¦n la entrega de sus armas. Pero los jueces no pidieron a Defensa que retirase el arma al militar.
- Orden de alejamiento y expulsi¨®n. La boliviana Gabriela Toledo, de 31 a?os, muri¨® de siete pu?aladas en la puerta de su casa de Las Rozas (Madrid) en junio de 2008. Su agresor y ex novio, Ren¨¦ Andia, tambi¨¦n boliviano, ten¨ªa una orden de alejamiento de ella y de expulsi¨®n. Unos meses antes Gabriela le hab¨ªa denunciado por maltratarla y un juzgado de Majadahonda le hab¨ªa condenado a siete meses de prisi¨®n por lesiones en el ¨¢mbito familiar. La condena se sustituy¨® por imperativo legal, por la expulsi¨®n de Espa?a. No se fue. Gabriela hab¨ªa pedido ayuda dos veces a la Guardia Civil antes de morir.
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