"Nadie podr¨¢ gobernar este pa¨ªs con la nueva Constituci¨®n"
Branko Marinkovic, de 42 a?os, hijo de emigrantes yugoslavos que llegaron a Bolivia en los a?os cincuenta y crearon una empresa aceitera, compatibiliza su cargo como vicepresidente del Banco Econ¨®mico, y la presidencia del Comit¨¦ C¨ªvico de Santa Cruz, creado en 1950 como el coraz¨®n del movimiento autonomista. Este economista, casado, con tres hijos, es uno de los m¨¢s firmes detractores de la nueva Constituci¨®n que propone el presidente Evo Morales. "No me gusta plantear este asunto como un tema Evo, s¨ª, Evo, no. Lo que yo pienso es que nadie, ni Evo Morales, podr¨¢ gobernar Bolivia con la Constituci¨®n que quiere aprobar".
Pregunta. ?Qu¨¦ suceder¨¢ si, como prev¨¦n todos los sondeos, el pr¨®ximo domingo triunfa el s¨ª y la Constituci¨®n es aprobada?
Respuesta. Es pronto para saberlo. En cualquier caso creo que ser¨ªa necesario un gran pacto para llegar a un acuerdo sobre el futuro de este pa¨ªs. Si no hay pacto, este pa¨ªs se desintegra.
P. ?Qu¨¦ entiende usted por desintegraci¨®n?
R. Nosotros no buscamos la separaci¨®n ni la independencia, como algunos nos acusan. Somos bolivianos. No nos gusta la confrontaci¨®n permanente en la que nos ha metido Evo Morales. Pero el pa¨ªs no puede funcionar as¨ª.
P. ?Cree usted que el presidente aceptar¨¢ negociar ese pacto del que habla?
R. Otros presidentes lo han hecho, ?no? Ustedes tuvieron los Pactos de la Moncloa. La confrontaci¨®n genera pobreza. Pero, la verdad, no creo que con Evo Morales ese pacto sea posible. ?l es un presidente de la rep¨²blica especial porque sigue siendo, al mismo tiempo, presidente de la agrupaci¨®n de cocaleros. Eso no tiene sentido.
P. La campa?a del no se basa fundamentalmente en que la Constituci¨®n no respeta las autonom¨ªas departamentales, pero se supone que el presidente negoci¨® para incluir esa reclamaci¨®n. ?Qu¨¦ ha pasado?
R. En unos art¨ªculos se recogen las autonom¨ªas y en otros se les quitan todas las competencias, especialmente el control de los recursos naturales y las regal¨ªas que ten¨ªamos antes.
P. ?Qu¨¦ tipo de regal¨ªas?
R. Los ingresos por la explotaci¨®n del petr¨®leo se repart¨ªan as¨ª: 50% para las provincias productoras; 40% para las no productoras. Y 10% para los pueblos ind¨ªgenas originarios, es decir, las minor¨ªas ind¨ªgenas (no quechuas o aymaras, que son mayor¨ªa). Todo eso vuelve ahora al Estado central. Adem¨¢s, las competencias auton¨®micas en este campo se someten siempre a los decretos presidenciales, lo que, en realidad, quiere decir que no tenemos competencias. Pero no es solo un problema de regal¨ªas. Hay otros muchos problemas.
P. ?Por ejemplo?
R. La justicia comunitaria, primaria e inapelable. Puedes ser juzgado de acuerdo con esa justicia ind¨ªgena originaria y ?no puedes apelar! ante los tribunales ordinarios. Otra cosa, las tierras campesinas no se pueden vender, los propios pueblos que las poseen no pueden enajenarlas ni hipotecarlas...?C¨®mo obtener dinero para su explotaci¨®n? Los extranjeros no pueden comprar tierras bajo ning¨²n concepto. ?Y si alguien no quiere seguir siendo campesino?
P. ?No hay nada positivo?
R. No se trata de eso, se trata de que este es un paso atr¨¢s muy duro. Nosotros no queremos que estas cosas se constitucionalicen. En todo caso, que se aprueben por ley, y que puedan ser modificadas cuando se den cuenta de que no funcionan. Pero as¨ª, dentro de la Constituci¨®n, para cambiarlas habr¨¢ que convocar otro refer¨¦ndum. Imag¨ªnese, los recursos naturales que est¨¦n en esas tierras de las poblaciones ind¨ªgenas originarias, insisto muy minoritarias, ser¨¢n gestionados por esas comunidades de acuerdo con sus costumbres ancestrales. Y esas poblaciones ind¨ªgenas, que no son quechuas ni aymaras, van a tener una representaci¨®n enorme en el Parlamento.
P. ?Qu¨¦ soluci¨®n propone el Comit¨¦ C¨ªvico?
R. Que el Gobierno comprenda que no puede gobernar en contra de la mitad del pa¨ªs.
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