El list¨®n infranqueable

Los gritos resuenan desde muchos metros a la redonda. Anabel Medina est¨¢ sentada sobre el canto de una acera. Gonzalo L¨®pez, su entrenador, le abronca con la cara enrojecida y el dedo acusador. No ha empezado el Abierto de Australia, y algo no marcha. "Me exige actitud en la pista. Que no pierda la concentraci¨®n aunque me vaya mal, porque as¨ª se recuperan muchos resultados. Que no me vaya". Habla Medina, ya sin la mirada perdida, y sus palabras lo resumen todo: gan¨® (6-4 y 6-1) a Flavia Pennetta, n¨²mero trece, y luego se march¨® a hacerse unas fotos con Carla Su¨¢rez, vencedora de Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez (6-1 y 6-4), y su rival en octavos. Australia tendr¨¢ cuartofinalista espa?ola por primera vez en seis a?os (Vivi Ruano, 2003). Eso abre la opci¨®n de las semifinales. La pregunta es obligatoria: ?Habr¨¢ una espa?ola en esa ronda por primera vez desde Conchita Mart¨ªnez en 1998?

"Lo que hicieron Arantxa y Conchita no se nos puede exigir a nosotras", contesta Medina, de 26 a?os y n¨²mero 23. "Arantxa hab¨ªa ganado Roland Garros con 16 a?os. Nacieron para ello y nos pusieron el list¨®n muy alto. Las que estamos aqu¨ª no vamos a poder llegar a eso. Carla, que ha hecho cuartos en Roland Garros con 19 a?os, es la que mejor progresi¨®n lleva, pero para ser n¨²mero uno o dos tienes que tener un don".

"Y yo pienso", dice Carla, "que Anabel dice eso por la edad [la canaria tiene 20 a?os], pero que si hablara de experiencia y clasificaci¨®n, ella es mejor", cierra la n¨²mero 44.

La ocasi¨®n es tambi¨¦n una revancha para Anabel Medina: la ¨²ltima vez que se clasific¨® para los octavos de final en Australia, en 2002, sufri¨® una lesi¨®n de rodilla que la dej¨® llorando sobre la pista. "Hay que olvidarlo. Ahora me viene otra oportunidad", avisa. A Carla, la matagigantes, casi no hace falta ni preguntarle: "Estoy aqu¨ª porque estoy preparada".