'Narcos' a lo Julio Verne
Redes colombianas usan submarinos para llevar coca¨ªna. Uno de ellos fue construido en Galicia
Por tierra, por aire, por mar... o bajo el mar. Todo vale. Los narcotraficantes no cesan de inventar nuevos m¨¦todos para burlar a las autoridades. Las grandes redes colombianas utilizan barcos, aviones y camiones para transportar sus cargamentos de coca¨ªna desde los centros de producci¨®n hasta los mercados de Norteam¨¦rica y Europa. Pero cada vez m¨¢s emplean una especie de submarinos fabricados artesanalmente, seg¨²n han constatado la Armada y la polic¨ªa colombianas. El Nautilus fue un submarino de ficci¨®n ideado por Julio Verne para su novela Veinte mil leguas de viaje submarino. Ahora, los narcos han creado su propio Nautilus, aunque ¨¦ste no es un artilugio de ficci¨®n, sino real.
Estos sumergibles, capaces de alcanzar 45 nudos por hora, tienen autonom¨ªa para navegar hasta 2.000 millas
El 16 de noviembre pasado, en un astillero clandestino del puerto de Tumaco (departamento de Nari?o) fue interceptado un sumergible fabricado en fibra de vidrio. Ten¨ªa 18 metros de eslora y tres metros de manga, adem¨¢s de disponer de un avanzado sistema de comunicaciones. Tripulado por cuatro personas, su capacidad permit¨ªa transportar nada m¨¢s y nada menos que hasta 12 toneladas de coca¨ªna. Es el mejor de los localizados hasta ahora, seg¨²n declar¨® el vicealmirante Edgar Cely, jefe de Operaciones de la Armada, a Clara Isabel V¨¦lez Rinc¨®n, del diario El Colombiano.
M¨¢s tarde, el pasado diciembre, fue descubierto un taller de construcci¨®n de semisumergibles para el narcotr¨¢fico en el parque natural de Sanquianga, cercano al municipio de Mosquera (Nari?o), en el extremo sur del Pac¨ªfico colombiano.
En el astillero fueron localizadas dos unidades fabricadas b¨¢sicamente con fibra de vidrio: una de ellas estaba casi terminada, mientras que la otra se hallaba en fase m¨¢s embrionaria. Cada una ten¨ªa un coste aproximado de un mill¨®n de d¨®lares. La Armada colombiana asegur¨® entonces que esa operaci¨®n hab¨ªa permitido desarticular "la mayor organizaci¨®n constructora de semisumergibles para el transporte de estupefacientes, desde las costas de la Alta Guajira y el Pac¨ªfico nari?ense hacia Centroam¨¦rica, Estados Unidos y Europa".
La redada se sald¨® con la captura de Enrique Tammer Portocarrero, supuesto cabecilla de esta organizaci¨®n, detenido en Cali; Francisco Estupi?¨¢n, apodado Maestro Villa, capturado en Buenaventura, responsable de la construcci¨®n de estos artefactos, y Carlos Alberto Guerra Zapata y Leonel Gonz¨¢lez Iguar¨¢n, este ¨²ltimo responsable de varios env¨ªos por la costa caribe?a utilizando este tipo de artefactos, entre ellos uno que fue interceptado el 5 de agosto de 2007.
Tammer, posiblemente con el apoyo de un ingeniero naval, est¨¢ considerado como una especie de armador que trabajaba por encargo para cualquiera de las organizaciones criminales que operan en la zona de Buenaventura, a unos cien kil¨®metros de Cali, donde han sido desmantelados varios astilleros ilegales.
Hace cuatro meses, la polic¨ªa de Ecuador desbarat¨® una red que transportaba coca¨ªna desde Colombia hasta un escondite de Mataje, pr¨®ximo a la frontera, en la provincia de Esmeraldas. Desde all¨ª enviaba la droga a M¨¦xico mediante sumergibles.
Lo m¨¢s incre¨ªble es que estos Nautilus, equipados con motores di¨¦sel de 350 caballos, son capaces de desarrollar una velocidad de 35 a 45 nudos y tienen autonom¨ªa para 2.000 millas, lo que les permite llegar desde los centros de producci¨®n de coca¨ªna en Colombia hasta Costa Rica o el golfo de Tehuantepec, en el sureste de M¨¦xico. Y adem¨¢s resultan dif¨ªciles de localizar por los radares y por los aviones de vigilancia equipados con detectores de calor porque los gases de sus motores no son expulsados a la atm¨®sfera, sino en el agua. S¨®lo tienen un inconveniente: deben salir a la superficie cada cierto tiempo para tomar aire.
Estos aparatos, fabricados supuestamente a partir de tecnolog¨ªa rusa, suelen navegar a s¨®lo dos o tres metros de profundidad, cerca de las zonas costeras. En caso de correr riesgo de ser atrapados, los tripulantes no dudan en hundirlos, destruyendo as¨ª la prueba de su implicaci¨®n en un delito de tr¨¢fico de drogas. Tambi¨¦n suelen hacer esto cuando llegan con ¨¦xito a su destino.
Con estos dos ¨²ltimos semisumergibles, ya son 27 los neutralizados y destruidos desde el 22 de mayo de 1993, fecha en la que se realiz¨® la primera incautaci¨®n de este tipo de ingenios navales en la isla de Providencia, en el Caribe.
Diversos expertos coinciden en que se ha producido un salto cualitativo en la detecci¨®n y captura de estos ingenios en los ¨²ltimos dos a?os, en los que fueron decomisadas m¨¢s de 50 toneladas de coca¨ªna que eran transportadas en el vientre de estas ballenas. Quince sumergibles fueron incautados en 2008 en el Pac¨ªfico y el Caribe, mientras que en 2006 s¨®lo fue interceptado uno. Y adem¨¢s, tanto la polic¨ªa colombiana como las autoridades antidroga norteamericanas admiten la posibilidad de que haya habido otros muchos que han burlado la vigilancia de los servicios antinarc¨®ticos.
El cada vez m¨¢s frecuente empleo de submarinos es consecuencia de los controles m¨¢s estrictos impuestos sobre los buques pesqueros, que han sido un m¨¦todo tradicional para el transporte de droga. Desde hace m¨¢s de un a?o, los barcos de la regi¨®n est¨¢n obligados a llevar un dispositivo GPS que permite a las autoridades navales un seguimiento permanente de sus movimientos.
La polic¨ªa espa?ola no tiene noticias de que este tipo de submarinos est¨¦ siendo utilizado para introducir droga en Espa?a. No obstante, hay un antecedente: el batiscafo artesanal interceptado en agosto de 2006 en la r¨ªa de Vigo, despu¨¦s de un fallo que hizo que se fuera a pique. La polic¨ªa sospech¨® que hab¨ªa sido fabricado por clanes gallegos, por encargo de una banda de narcos colombianos, para transportar coca¨ªna hasta la costa desde un barco nodriza anclado en alta mar.
El rudimentario artefacto fue construido en una nave de la localidad de Borreiros (Pontevedra) con medios artesanales. Era un monoplaza de 11 metros de eslora, capaz de transportar una tonelada de coca¨ªna sumergi¨¦ndose a tres metros de profundidad. No contaba con sistema de ventilaci¨®n, sino s¨®lo con una peque?a torreta que sal¨ªa a la superficie para proporcionar ox¨ªgeno al piloto.
Los colombianos llegaron a entregar a los gallegos 100.000 euros como adelanto para la construcci¨®n de la nave, un presupuesto que se fue disparando a medida que se aproximaba la fecha de la entrega. Los gallegos sosten¨ªan que podr¨ªan hacerla funcionar, pero despu¨¦s de varios intentos de botadura fue incapaz de mantenerse a flote. En agosto de 2006, el sumergible fue abandonado en la bocana de la r¨ªa de Vigo con uno de los tres motores encendido y con los tanques cargados con 4.500 litros de combustible.
La instrucci¨®n judicial, a cargo del juez Ventura P¨¦rez Mari?o, ha imputado hasta el momento en relaci¨®n con el invento a ocho gallegos, entre los cuales est¨¢ un narcotraficante que ya fue condenado en la famosa Operaci¨®n N¨¦cora en 1994. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.