Los 'sin papeles' se rebelan en la isla de Lampedusa
1.300 inmigrantes rompen la verja del centro de acogida para manifestarse
Cerca de 1.300 inmigrantes extracomunitarios rompieron ayer por la ma?ana la verja del hacinado Centro de Primera Acogida (CPA) de la isla de Lampedusa y salieron a la calle con total tranquilidad. Entre gritos de "libertad, libertad", y ante la complacencia de la polic¨ªa, que no intervino, y los aplausos de la poblaci¨®n local, los inmigrantes protestaron y deambularon unas horas por la isla y, vista la imposibilidad de salir de ella, poco a poco fueron volviendo al centro.
"Est¨¢ todo controlado, se trata s¨®lo de una crisis pasajera", dijo desde Cerde?a a media tarde el primer ministro, Silvio Berlusconi, tratando de calmar a la poblaci¨®n de la isla, que el viernes hizo huelga general para protestar contra la apertura de un centro de identificaci¨®n y expulsi¨®n de sin papeles.
"Los inmigrantes que llegan a Lampedusa son libres de moverse, el centro no es un campo de concentraci¨®n", a?adi¨® el primer ministro, que sin asomo de sorna en la voz, concluy¨®: "Se han ido al pueblo a tomar una cerveza como suelen hacer, solo que ahora hay m¨¢s de 1.800, un n¨²mero verdaderamente alto".
Laura Boldrini, portavoz de ACNUR en Italia, calific¨® como "inusual e in¨¦dito" el hecho de que los residentes del CPA salgan a pasear libremente por el centro de Lampedusa.
Aunque la mayor¨ªa de los sin papeles regres¨® pronto y de forma pac¨ªfica al centro de acogida, un grupo de unos 20 asalt¨® un restaurante y amenaz¨® con quitarse la vida. Adem¨¢s, otro grupo, de aproximadamente un centenar, vagabunde¨® visiblemente borracho por el centro del pueblo.
La apertura del nuevo centro de expulsi¨®n, decidida por el ministro del Interior, Roberto Maroni, y operativo desde el viernes, ha soliviantado a los 6.000 habitantes de Lampedusa. Berlusconi les dijo ayer que "deben estar tranquilos porque haremos cosas para compensarles". "Ya he hablado con ENI para (bajar) el precio del petr¨®leo a los pescadores".
Seg¨²n explic¨® la agencia para los refugiados de la ONU, el hacinamiento del centro de acogida no ha sido provocado por una llegada especialmente masiva de inmigrantes por mar, sino por la decisi¨®n del ministro del Interior, Roberto Maroni, que a principios de a?o cambi¨® el modelo de acogida, considerado como ejemplar por ACNUR y la UE.
Antes, el centro evaluaba con la ayuda de la agencia de la ONU qu¨¦ inmigrantes eran solicitantes de asilo, y los enviaba a otros centros del sur de Italia hasta la resoluci¨®n del expediente. Maroni lo consider¨® demasiado ventajoso y decidi¨® que los demandantes de asilo (muchos de ellos, de Eritrea y Somalia) aguarden la respuesta en Lampedusa, lo que produce una ¨²nica consecuencia: el hacinamiento.
Con la isla atestada de inmigrantes, y sin necesidad de hablar, Maroni comunica as¨ª a trav¨¦s del altavoz medi¨¢tico el mensaje triple que trata de enviar hace tiempo. Por un lado, llama la atenci¨®n de Bruselas para que la UE colabore en el control y represi¨®n de los desembarcos desde T¨²nez y Libia. Por otro, env¨ªa a los pa¨ªses emisores un telegrama disuasorio. Y por fin, molesta un poco a los d¨ªscolos habitantes de Lampedusa, que se niegan a admitir su plan de convertir la preciosa isla tur¨ªstica en una fortaleza militar.
De momento, las cr¨ªticas de ACNUR y las penosas condiciones higi¨¦nicas del centro -que ha albergado durante tres semanas a 2.000 personas donde s¨®lo caben 850-, forzaron el viernes al Gobierno a trasladar a 250 demandantes de asilo al centro de Bari.
Ayer, el ministro intent¨® transmitir sensaci¨®n de normalidad absoluta. "No ha habido ninguna fuga de clandestinos", afirm¨® usando la jerga de la Liga Norte. "Y en todo caso, es un motivo m¨¢s para confirmar la decisi¨®n que hemos tomado: de la isla ser¨¢n todos repatriados".
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