Muere un hombre apu?alado en un club junto a la comisar¨ªa de Centro
La polic¨ªa detiene a tres sospechosos que hab¨ªan pasado la noche con la v¨ªctima
Felipe Toico se despidi¨® de su primo Jos¨¦ Juan despu¨¦s de medianoche. Los dos peruanos hab¨ªan estado cenando en un bar del centro y Jos¨¦ Juan decidi¨® quedarse de copas con tres amigos rumanos. Tres horas m¨¢s tarde, Jos¨¦ estaba muerto. Le hab¨ªan asestado tres pu?aladas, en el pecho y en el cuello, en un local de alterne de la calle de Leganitos, a apenas 35 metros de una comisar¨ªa de polic¨ªa. Los agentes detuvieron poco despu¨¦s a los amigos de la v¨ªctima. Uno de ellos llevaba el arma del crimen.
Ocurri¨® sobre las 3.30, en el interior del pub. Seg¨²n explicaron testigos a la polic¨ªa, Jos¨¦ charlaba en rumano con sus tres acompa?antes junto a la barra cuando empez¨® una discusi¨®n acalorada entre ellos que acab¨® cuando uno de los rumanos sac¨® un cuchillo y se lo clav¨® a Jos¨¦ cerca del cuello.
Uno de los detenidos llevaba con ¨¦l el arma del crimen
Una empleada del local vio toda la escena, seg¨²n las mismas fuentes. Mir¨® a Jos¨¦ Juan, que sangraba abundantemente, y vio que sus tres acompa?antes hu¨ªan del local. La mujer corri¨® calle abajo para avisar a los agentes de la comisar¨ªa. Un agente, que estaba apostado en la puerta, sali¨® corriendo tras ellos junto a otros dos que acababan en ese momento su turno de servicio. No tardaron en alcanzar y detener a los presuntos agresores.
Uno de ellos, Chemil T., con antecedentes policiales por lesiones, llevaba encima el cuchillo con el que presuntamente apu?al¨® a Jos¨¦. Otro, Nicolae Florin B., el presunto autor material de las pu?aladas, los ten¨ªa por amenazas, resistencia y desobediencia a la autoridad. El tercer detenido, Mirgea I. C., no tiene historial delictivo.
"Tendr¨ªan que cerrar ese local", defend¨ªa ayer Francisca, vecina de la calle de Leganitos que vio a la polic¨ªa trabajando a primera hora de la ma?ana. "A pesar de que hay una comisar¨ªa aqu¨ª al lado, no paran de pasar cosas, aunque no tan horribles", aseguraba, junto a ella, su amiga Patrocinio.
"Quer¨ªa volver a Per¨²", explicaba ayer, con los ojos hinchados, Felipe, el primo de Jos¨¦. "Ya le faltaba muy poco para conseguir el dinero. Ten¨ªa que haberse ido ya, as¨ª no habr¨ªa pasado nada", continuaba. All¨ª, seg¨²n los familiares, Jos¨¦ tiene una hija de seis meses, que est¨¢ a cargo de su madre. La mujer tambi¨¦n conoci¨® ayer la noticia. La familia quiere repatriar el cad¨¢ver para enterrar a Jos¨¦ en su tierra. Era el menor en una familia de cuatro hermanos.
Su hermana, Seida Araceli, apenas se despeg¨® ayer del tel¨¦fono, rota de dolor. Lo alternaba con los brazos del goteo de familiares que se acerc¨® hasta el Instituto Anat¨®mico Forense. "No entiendo lo que le ha pasado a mi hermano, no puede ser, ?por qu¨¦?", se preguntaba, entre llamada y llamada. Lleg¨® en compa?¨ªa de su madre y sus dos hijos. La madre de ambos apenas reaccionaba. "?D¨®nde est¨¢ mi Jos¨¦?", preguntaba constantemente, con serenidad, a su hija, "quiero estar con ¨¦l".
Su familia lo recuerda como un chico simp¨¢tico, sociable, deportista. "Era alto y fuerte, y jugaba al f¨²tbol", explicaba ayer uno de sus primos. "Entrenaba todos los fines de semana; en Per¨² jugaba en un equipo que era muy bueno. Aqu¨ª segu¨ªa al Real Madrid". "No sal¨ªa siempre, de vez en cuando. Ayer estuve un rato con ellos, antes de que se fueran al local, en el Museo del Jam¨®n", continuaba, "no pod¨ªamos imaginarnos algo as¨ª". Jos¨¦ actualmente estaba en paro, seg¨²n su familia. Era una de las razones por las que estaba pensando en regresar a su pa¨ªs. Antes trabajaba en el gremio de la construcci¨®n.
El asesinato de Jos¨¦ Juan Andrade eleva a cinco el n¨²mero de muertes violentas en la regi¨®n en lo que va de a?o, frente a los nueve que se registraban el 25 de enero de 2008.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.