Tiempo de ahorro
Mientras arrecian tormentas de publicidad e invitaciones al consumo, en los hogares el consumo est¨¢ en niveles m¨ªnimos, y las decisiones de inversi¨®n, como la compra de coches o viviendas, se postergan. Incluso se ha reducido el recurso al cr¨¦dito, como indica la menor demanda de pr¨¦stamos observada en las encuestas oficiales. ?Son las familias realmente m¨¢s pobres, o simplemente m¨¢s precavidas?
Es cierto que hay factores negativos que afectan a la situaci¨®n de los hogares. En primer lugar, la renta ya no crece a los elevados ritmos a los que nos ten¨ªa acostumbrados, y pr¨¢cticamente se estancar¨¢ durante el a?o que viene, en l¨ªnea con la evoluci¨®n del empleo. En Espa?a, la tasa de desempleo ser¨¢ cercana al 16% en 2009 y alcanzar¨¢ probablemente el 9% en EE UU. En segundo lugar, la riqueza financiera de los hogares ha venido perdiendo valor desde que comenz¨® la crisis financiera internacional, y no es f¨¢cil prever la duraci¨®n de este episodio.
Tampoco es m¨¢s positivo el panorama de la riqueza inmobiliaria, cuyo precio est¨¢ creciendo a tasas cada vez menores, en media nacional, en gran parte de los pa¨ªses desarrollados. Es decir, que los hogares que deseen liquidar su riqueza o usarla como colateral obtendr¨¢n una menor cantidad por ella, y se sentir¨¢n relativamente menos ricos por este menor precio. Pero s¨®lo relativamente, dado que en la ¨²ltima d¨¦cada la riqueza inmobiliaria ha aumentado a ritmos muy importantes, y, por tanto, a pesar de su moderaci¨®n actual, seguir¨¢ siendo muy elevada.
Este a?o tambi¨¦n habr¨¢ factores que mejoren la situaci¨®n de los hogares. Si bien el tipo de inter¨¦s oficial ha estado aumentando durante buena parte del a?o pasado y las primas de cr¨¦dito y liquidez que se pagan en los mercados se han encarecido por la crisis financiera, la situaci¨®n revertir¨¢ en 2009. En Europa, los tipos oficiales alcanzar¨¢n el 1% en la pr¨®xima primavera, lo que ser¨¢ un factor de soporte para los hogares endeudados.
Adem¨¢s, la moderaci¨®n del crecimiento del cr¨¦dito, en parte porque financia unas viviendas m¨¢s baratas, aligerar¨¢ la carga que soportan los hogares. As¨ª se reducir¨¢ la carga financiera de las familias. En nuestro pa¨ªs, por ejemplo, las familias pasar¨¢n de haber dedicado un 17% de su renta a devolver sus deudas en 2008 -cifra que s¨®lo es ligeramente superior a la de 2007- a apenas un 14% en 2009.
Ciertamente, una reducci¨®n de la carga financiera ser¨¢ positiva para las familias, pero la recuperaci¨®n del consumo tomar¨¢ un tiempo. A corto plazo, cabe esperar que el ahorro aumente por precauci¨®n. Para que el consumo se recupere es preciso que mejore la confianza, hoy en niveles inferiores a los de la recesi¨®n de los a?os noventa, y que las familias reduzcan los niveles de deuda que han acumulado.
Ana Rubio Gonz¨¢lez es economista jefe de An¨¢lisis Sectorial del Servicio de Estudios BBVA.
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