Localismos

La importancia de Andaluc¨ªa en cuanto a poblaci¨®n, tama?o e influencia no tiene correspondencia en el ¨¢mbito econ¨®mico lo que supone un menor peso pol¨ªtico. Parece un razonamiento impecable que ha debido llevar a la Junta de Andaluc¨ªa a promover una gran caja de ahorros, un instrumento financiero que pueda competir en igualdad con las dos grandes entidades. Si sumamos la fuerza de las cajas andaluzas, una fusionada se podr¨ªa situar tercera en el escalaf¨®n y tendr¨ªa el m¨²sculo financiero para invertir y actuar como corresponde a una comunidad que representa la quinta parte de Espa?a. Cuando parece que las dos grandes cajas andaluzas est¨¢n dispuestas para abordar el proyecto, en un momento econ¨®mico propicio para las fusiones, ha surgido el espectro del localismo. Andaluc¨ªa es demasiado grande y por si fuera poco las comunicaciones s¨®lo se han mejorado en los ¨²ltimos a?os. No hay una ciudad que sirva de foco de atracci¨®n como pueden ser Valencia, Barcelona o Zaragoza en sus respectivas comunidades. Sevilla es una ciudad que en cuanto a poblaci¨®n es similar a M¨¢laga. De hecho, no fue reconocida como capital en el primer Estatuto de Autonom¨ªa. Los fuertes localismos andaluces se desarrollan, en muchos casos, frente a Sevilla. Este sentimiento es muy fuerte en M¨¢laga y Granada y algo m¨¢s d¨¦bil en el resto, pero est¨¢ latente en todas las ciudades. No ha calado el liderazgo de Sevilla en el conjunto andaluz y no se reconoce su capitalidad, m¨¢s bien se siente como un agravio. Es un problema que ha llevado a la creaci¨®n de una plataforma para segregar Andaluc¨ªa Oriental. De hecho, en la preautonom¨ªa fue un movimiento que encabezaron sectores de la derecha y de UCD. Incluso se propuso como capital Antequera, centro geogr¨¢fico de Andaluc¨ªa, como se ha hecho en Extremadura, Galicia o Pa¨ªs Vasco, para evitar el debate local y as¨ª fraguar un sentimiento com¨²n. Por mucho que aquel lema "Desde Ayamonte hasta Almer¨ªa, una sola Andaluc¨ªa" impregnase la labor de la primera pol¨ªtica andaluza, ahora es dif¨ªcil sustraerse a las tensiones locales.

Hubo un tiempo en el que se dijo que Canal Sur era el ¨²nico instrumento de vertebraci¨®n de Andaluc¨ªa. El Gobierno andaluz ha intentado siempre en su composici¨®n ofrecer puestos de responsabilidad a pol¨ªticos de todas las provincias. Incluso en su organigrama ha puesto centros de decisi¨®n judiciales en Granada y de pol¨ªtica tur¨ªstica en M¨¢laga. Nada de esto impide que se vea como un problema la capitalidad de Sevilla y que surjan agravios por todos los rincones. El debate ha recobrado fuerza con la propuesta de fusi¨®n de las cajas. Ahora que parece que el proyecto financiero es viable y va en serio, un inesperado problema se ha situado en el camino. Desde Sevilla y desde M¨¢laga se reclama la sede de la caja fusionada, cada uno con sus argumentos. Imagino que al final se buscar¨¢ una soluci¨®n del tipo de dividir las funciones de la caja en diferentes sedes (financiera, obra social) o de una multisede. Pero nada evita que un problema que se consideraba resuelto haya resurgido con una fuerza imparable. Afectar¨¢ a todos los partidos por igual, pero al que tiene m¨¢s responsabilidad, el PSOE, m¨¢s que a nadie. Creo que se debe ahondar en el desarrollo de sedes de organismos p¨²blicos andaluces repartidos por toda Andaluc¨ªa. A los dirigentes pol¨ªticos les puede parecer un engorro pero sirve para articular la comunidad. Al l¨®gico liderazgo de Unicaja y de Braulio Medel en la fusi¨®n habr¨¢ que buscarle un complemento para que Sevilla no se sienta marginada en el proyecto, cosa que har¨ªa inviable la operaci¨®n. Eso sin olvidar que Andaluc¨ªa es m¨¢s grande que la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y que "a t¨®s mos gusta que mos rasquen", como se dice en C¨®rdoba. No podemos mirar el resto de los ciudadanos andaluces c¨®mo se pelean Sevilla y M¨¢laga por la sede de la caja como si fu¨¦ramos espectadores de una funci¨®n ajena. No es la m¨¢s importante de las decisiones pero tiene su miga.