Calle Larios: "Por favor, d¨¦jenme ser una calle en paz"
Urbanistas critican el "excesivo uso esc¨¦nico" de la principal v¨ªa de M¨¢laga
Como el papel, calle Larios lo aguanta todo: los tronos de Semana Santa, la alfombra roja del Festival de Cine, la Feria, el gigantesco ¨¢rbol de Navidad y la cabalgata de Reyes... En los ¨²ltimos a?os, la calle-emblema malague?a, peatonalizada en 2003, ha sumado a la carga habitual exposiciones de arte. La primera, en mayo de 2006, fueron 15 esculturas de Jos¨¦ Abad. A partir de ah¨ª, el museo al aire libre casi no ha cerrado: en octubre de 2007, varias estatuas de Rodin, con el Pensador al frente; en diciembre de 2008, una muestra de motores; este mes, 16 grandes esculturas de Baltasar Lobo, que ser¨¢n sustituidas casi inmediatamente por otras 15 piezas de Manolo Vald¨¦s. Es dif¨ªcil llegar a M¨¢laga y encontrarse calle Marqu¨¦s de Larios sin algo.
"Marqu¨¦s de Larios tiene demasiado de museo y demasiado poco de calle"
Y la v¨ªa malague?a por antonomasia empieza a mostrar s¨ªntomas de agotamiento con tanto traj¨ªn: "Por favor, ?me deja usted ser una calle en paz?". Quien habla por ella es el arquitecto Salvador Moreno Peralta. El urbanista considera que Larios, m¨¢s que una calle es "la plaza m¨¢s oblonga del mundo" y se ha convertido "en una especie de escenario sobreactuado de la M¨¢laga decimon¨®nica, puro teatro".
Moreno Peralta considera "estupenda la peatonalizaci¨®n", pero achaca esta sobrecarga esc¨¦nica al hecho de que en M¨¢laga "se ha hecho muy poco en la rehabilitaci¨®n d espacios p¨²blicos". El deterioro de gran parte del centro hace que la actividad se concentre en Larios: "Hay muchas M¨¢lagas y todas est¨¢n en Larios, es el punto que concentra todos los puntos y no s¨¦ si la calle resiste esa funci¨®n de aleph".
"En M¨¢laga lo que no pasa en calle Larios parece que no pasa, y se est¨¢ desperdiciando el resto de la ciudad", se queja el pintor Eugenio Chicano. El artista considera que el larioscentrismo se ha agudizado con la peatonalizaci¨®n y reclama que se derive parte de la actividad a otras zonas recuperadas del centro como la plaza de la Merced, las calles Cister y Alcazabilla, junto al museo Picasso y el teatro romano.
Chicano, cuya portada de feria presidi¨® la entrada de Larios durante varios a?os, cree que la abundancia de exposiciones obedece a un "concepto de calle-saloncito, donde la gente se ve, se ponen unas estatuas y quedamos muy bien". "Aqu¨ª seguimos con costumbres muy ancestrales, por no decir catetas, mientras el centro est¨¢ hecho pedazos", reniega el pintor.
El tambi¨¦n urbanista Jos¨¦ Segu¨ª cree que en la actualidad Larios tiene "demasiado de museo y demasiado poco de calle". "La primera vez era una novedad atractiva, pero ahora quiz¨¢ molesta ?Son las esculturas que se instalan adecuadas para la calle? Entiendo lo de las vacas que se han colocado por todo Madrid, o las esculturas creadas por Mir¨® para las calles de Barcelona pero me choca ver el Pensador de Rodin junto al McDonalds de la Plaza de la Marina. Quienes amamos el arte pensamos que tiene que tener su espacio propio", reflexiona.
Segu¨ª echa de menos una "mayor diversidad de usos comerciales y terciarios" en la principal v¨ªa malague?a. Adem¨¢s, critica que la peatonalizaci¨®n de Larios "es demasiado sectorial, se acaba en s¨ª misma y no tiene continuidad".
Una marca malague?a
Para los malague?os, la calle Marqu¨¦s de Larios es mucho m¨¢s que una calle. En una ciudad que ha permitido un edificio de 15 plantas en las faldas del castillo de Gibralfaro y que ha dejado pudrirse buena parte del entorno del Museo Picasso, la v¨ªa peatonal es un motivo de orgullo. El presidente del Ateneo de M¨¢laga, Antonio Morales, recuerda que antes de la intervenci¨®n de los arquitectos Juan Gavilanes, Francisco Gonz¨¢lez e I?aki P¨¦rez de la Fuente, esa zona, abierta al tr¨¢fico de veh¨ªculos, era "un desastre". Aunque no ha perdido su esencia de punto de encuentro, calle Larios resulta ahora un "lugar atractivo y acogedor en el que siempre encuentras a los amigos", describe Morales.
El tambi¨¦n fiscal no considera que este espacio urbano est¨¦ sobreexplotado: "La exposici¨®n de Rodin fue un espect¨¢culo. Hay que estar espabilado para atraer a la gente a la cultura. Ahora falta redescubrir el parque de M¨¢laga y el entorno del Museo Picasso. Cuando se abra el Museo de Bellas Artes en el Palacio de la Aduana, la zona va a tener mucho tir¨®n", pronostica el presidente del Ateneo malague?o.
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