41 puntos de consumo r¨¢pido
El Madrid vence a un Depor menor y se afianza en el segundo puesto con otra exhibici¨®n de f¨²tbol para el olvido
Dicen que los estadios tienen alma y que cada hinchada comparte una misma sensibilidad. Dicen que el Bernab¨¦u es un campo solemne, poblado de aficionados de paladar negro de tanto comer caviar. Eso dicen. Pero a veces las creencias populares se vac¨ªan de sentido. Despu¨¦s de partidos como el de ayer, despu¨¦s de temporadas como ¨¦sta, habr¨ªa que apuntar hacia un nuevo paradigma. Todo se transforma. A veces, a peor. Porque hoy los hinchas del Madrid observan los acontecimientos con la mirada ausente de los consumidores compulsivos. Pocos levantan la voz. Demasiados pocos se quejan de lo que parece un bodrio. El ruido de la calle contrasta con la resignaci¨®n de las gradas, que se conforman con sumar puntos, pero recuerdan muy pocos hechos futbol¨ªsticos dignos de incorporar a la memoria.
REAL MADRID 1 - DEPORTIVO 0
Real Madrid: Casillas; Ramos, Cannavaro, Pepe, Heinze; Robben, Lass, Gago, Sneijder (Van der Vaart, m. 61); Ra¨²l (Drenthe, m. 70) e Higua¨ªn (Huntelaar, m. 70). No utilizados: Codina; Salgado, Metzelder, Torres y Javi Garc¨ªa.
Deportivo: Mun¨²a; M. Pablo, Lopo, Z¨¦ Castro, Filipe; Verd¨², Tom¨¢s, De Guzm¨¢n (J. Rodr¨ªguez, m. 80); Lafita (Mista, m. 81), Valer¨®n; y Bodipo (Riki, m. 37). No utilizados: Alberto; Laure, Colotto, Sergio y Cristian.
Gol: 1-0. M. 39. Lass centra y Ra¨²l marca cabeceando cerca del ¨¢rea chica.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Amonest¨® a De Guzm¨¢n, Lass, Pepe y Tom¨¢s.
Unos 60.000 espectadores en el Bernab¨¦u. Se guard¨® un minuto de silencio por los cuatros ni?os fallecidos el s¨¢bado en Sant Boi.
Desde hace a?os, los partidos de Chamart¨ªn se suceden con monoton¨ªa creciente
Aplacados con el gol, los de Juande decidieron especular y contragolpear
Desde hace a?os, con t¨ªtulos o sin ellos, los partidos de Chamart¨ªn se suceden con monoton¨ªa creciente. Lo m¨¢s grande que pas¨® ayer fue que Ra¨²l meti¨® un gol con la oreja. Fue suficiente para doblegar a un triste Deportivo. El capit¨¢n celebr¨® su conquista con la vehemencia habitual porque le gusta tanto la estad¨ªstica como dar palmas. Las cuentas son su debilidad. Acaricia sus acumulaciones con un ardor met¨®dico. Est¨¢ encantado de sumar 306 goles porque, de alguna manera, eso le equipara a Di St¨¦fano, que logr¨® 307, aunque tard¨® siete a?os menos.
El Deportivo salt¨® al campo m¨¢s preocupado de escalonar la defensa para frenar a Robben que de rodear de colaboradores a Valer¨®n. Su arquitecto no est¨¢ para multiplicarse, pero eso le pidi¨® Lotina. Obediente, Valer¨®n se camin¨® todo el campo. Pis¨® todas las rayas. Se ofreci¨® a todos sus compa?eros. Brind¨® a Bodipo dos pases que obligaron a la defensa del Madrid a exigirse al m¨¢ximo. La aportaci¨®n del mediapunta canario mantuvo vivo a su equipo. Se pas¨® la primera parte gritando: "?Tranquilos!". Quiso poner pausa y ritmo para sacar al Madrid de su elemento. Casi lo consigue. Cuando tuvo el bal¨®n, Lass y Gago sufrieron. Cuando no lo tuvo, se agrandaron porque el Deportivo resolvi¨® replegarse. Demasiados metros. Incluso para este Madrid sin genio creativo, que, tras un c¨®rner, mand¨® el bal¨®n a la red de un orejazo.
El gol aplac¨® al Madrid, que decidi¨® especular y contragolpear. En esta faceta, lo ¨²nico que vali¨® la pena ver fueron las aventuras solitarias de Robben. Poco para el precio de las entradas, cuyo est¨¢ndar ronda los 100 euros.
De Guzm¨¢n, Lafita y Valer¨®n se fueron apropiando del campo a medida que transcurr¨ªa la segunda parte. Casillas desvi¨® con un manotazo fabuloso un zurdazo de Lafita. Con su pobreza a rastras, el Deportivo intent¨® al menos dar coherencia a la obra. Para eso se vali¨® de las anticipaciones de sus centrales y de la maestr¨ªa de Valer¨®n. El Madrid se fatig¨® con menos criterio. A r¨¢fagas. Sin sorpresas. Fiel al perfil de su plantilla, producto incierto de la pol¨ªtica de fichajes de Pedja Mijatovic, que ha gastado 300 millones para que Juande diga, hace dos d¨ªas, que Guti es el ¨²nico que puede brindar inventiva al equipo.
El p¨²blico pit¨® el cambio de Drenthe por Ra¨²l. Fue la gran manifestaci¨®n de malhumor de la velada. A diez minutos del final, los vomitorios se fueron llenando de gente que se marchaba. Deb¨ªan de ser abonados espoleados por el fr¨ªo o consumidores de tickets decepcionados con el producto. Porque el Madrid sum¨® 41 puntos y es segundo. Pero ?qui¨¦n paga para ver s¨®lo sumar puntos? ?Cu¨¢nto vale un orejazo?
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