Rajoy trata de inyectar entusiasmo al PP y pide unidad "pase lo que pase"
El presidente del partido apuesta por un nuevo patriotismo basado en el esfuerzo
La envidia que ha generado en los cuarteles del PP el entusiasmo desatado en torno a Barack Obama ha puesto a trabajar a todos los estrategas de la formaci¨®n en un radical cambio de discurso, y de estilo. Este fin de semana se han visto las primeras consecuencias. Primero fue la apuesta por Internet, por Facebook en particular, una herramienta que, con las donaciones por la web, llev¨® a Obama a arrasar entre los j¨®venes. El PP, comandado aqu¨ª por Esteban Gonz¨¢lez Pons, est¨¢ gastando mucho dinero para instalarse en la web y ganar esa batalla al PSOE.
Ayer fue el d¨ªa del cambio de estilo de Mariano Rajoy. Con un discurso muy bien preparado, hecho para emocionar, el presidente del PP trat¨® de darle la vuelta al calamitoso estado an¨ªmico de su partido. Acosado por batallas internas, desconfianzas, mala valoraci¨®n del l¨ªder y un esc¨¢ndalo de espionaje entre compa?eros que le ha enfrentado definitivamente con su gran rival, Esperanza Aguirre, Rajoy se esforz¨® por inyectar confianza y, al menos por un d¨ªa, lo logr¨®. La mayor¨ªa de los dirigentes sal¨ªa contento por la fuerza del nuevo discurso.
El l¨ªder popular exige "grandeza y responsabilidad" a sus dirigentes
En un tono apasionado, a ratos populista -las cifras del paro "no son d¨ªgitos rojos, sino sue?os rotos"- y muy pensado, el l¨ªder lanz¨® una idea de fondo. En pol¨ªtica, explic¨®, se est¨¢ para servir a los ciudadanos y no "para tener un puesto". Por eso, y porque Espa?a y el PP est¨¢n muy por encima de los intereses de sus dirigentes, dijo, los ciudadanos exigen "un partido unido y cohesionado". "Yo me comprometo a garantizar la unidad pase lo que pase", clam¨®. Rajoy, harto, seg¨²n sus colaboradores, de la guerra cainita entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y muy preocupado por las consecuencias que ha tenido el esc¨¢ndalo del espionaje, pidi¨® a sus dirigentes -los dos madrile?os escuchaban en primera fila- "responsabilidad y grandeza".
Todo estaba pensado. Tambi¨¦n la respuesta a quienes, como Aguirre o Jaime Mayor, piden que no se olviden los valores del PP y se d¨¦ la batalla de ideas contra el PSOE. Rajoy les dio satisfacci¨®n con un discurso de fondo en el que reivindic¨® un "nuevo patriotismo". "No basta con un plan econ¨®mico, necesitamos recuperar los valores que puedan sostenerlo. Hay que dar la batalla de las ideas. Una sociedad vac¨ªa de valores ser¨¢ peor y m¨¢s pobre. Y esa batalla la vamos a dar con nuestro discurso, pero sobre todo con nuestra conducta. Como siempre", dijo en lo que pod¨ªa ser una velada referencia al esc¨¢ndalo del espionaje. "Espa?a tiene que recuperar valores como el trabajo bien hecho, la austeridad, el esp¨ªritu de superaci¨®n, el esfuerzo, el m¨¦rito y el esp¨ªritu c¨ªvico. Esos valores est¨¢n en crisis".
La palabra esperanza, el eje central del discurso de Obama -y t¨ªtulo de su libro pol¨ªtico, La audacia de la esperanza, un superventas en EE UU-, estuvo constantemente en boca de Rajoy. Hay varios obamistas en su equipo, y el nuevo PP, a pesar de sus v¨ªnculos con el Partido Republicano, reforzados en la ¨¦poca de Aznar, insiste en que coincide con muchos de los planteamientos del nuevo presidente de EE UU, que para nada son socialdem¨®cratas, aseguran.
A los tres voluntarios, C¨¢ndido, Ana y Antonio, en los que personaliz¨® su discurso, Rajoy les dijo que son "h¨¦roes silenciosos, el rostro de la esperanza que debe ayudar a confiar en el futuro". En esta ¨¦poca de crisis, Rajoy trat¨® de convencer a los suyos -hab¨ªa m¨¢s de mil personas en la sala- de que la oposici¨®n puede conectar con la gente si les hace ver que el Gobierno est¨¢ agotado y que ellos son la ilusi¨®n de cambio de los que sufren la crisis. "El PP ofrece una alternativa de esperanza, un gui¨®n distinto al goteo de des¨¢nimo que llega desde el Gobierno", cerr¨® entre el entusiasmo de unos dirigentes que, por un d¨ªa, quer¨ªan olvidar los problemas que acosan al partido.
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