La juez imputa a 12 personas por el accidente mortal de la A-7
El auto judicial incluye las acusaciones de homicidio y lesiones imprudentes
La juez sustituta del Juzgado n¨²mero 2 de Almu?¨¦car ha dado por cerrada la instrucci¨®n del accidente en las obras del viaducto de la A-7 en Almu?¨¦car (Granada) en el que murieron seis trabajadores, cinco portugueses y un espa?ol, el 7 de noviembre de 2005. En un auto fechado el pasado d¨ªa 21 la juez Mar¨ªa Marta Cort¨¦s imputa los presuntos delitos de homicidio imprudente, lesiones imprudentes y contra la seguridad de los trabajadores a doce personas.
Entre los imputados destacan el jefe de Demarcaci¨®n de Carreteras de Andaluc¨ªa Oriental del Ministerio de Fomento, Juan Francisco Mart¨ªn Enciso, y el ingeniero director del proyecto de ejecuci¨®n del tramo La Herradura-Taramay, Pablo Jim¨¦nez Moreno. Todos ellos fueron ya citados como imputados en agosto de 2007 por el primer instructor del caso.
Junto a ellos se encuentran en las mismas condiciones responsables de las empresas contratadas, jefes de seguridad, jefes de obra y capataces que participaban de alg¨²n modo en la construcci¨®n del viaducto.
La juez considera en su auto que los procesos de revisi¨®n y mantenimiento de la cimbra siniestrada fueron "insuficientes" y de ah¨ª que existan "indicios racionales de criminalidad suficientes".
La juez Cort¨¦s especifica en su auto que, seg¨²n el Informe de la Inspecci¨®n de Trabajo, la colocaci¨®n de una planta de hormigonado debajo de la autocimbra que se desplom¨® a las 15.40 horas del 7 de noviembre de 2005 entra?aba un riesgo claro.
La juez tambi¨¦n sostiene que parece "evidente" que la aver¨ªa que se produjo en la autocimbra -la estructura deslizante que va colocando los distintos tramos de encofrado- media hora antes, en concreto, en uno de los cables el¨¦ctricos del sistema de desplazamiento, debi¨® provocar el desalojo inmediato y no fue as¨ª. En lugar de encontrarse sobre ella s¨®lo personal autorizado para reparar la aver¨ªa permanec¨ªan cinco encofradores que fallecieron a consecuencia del desplome.
En el manual de instrucciones de la autocimbra, aportado a la investigaci¨®n, se detectan "escasas e insuficientes" especificaciones sobre la seguridad y la prevenci¨®n de sus ajustes, as¨ª como del mantenimiento y reparaci¨®n para comprobar el estado de las soldaduras y de las uniones atornilladas.
El inicio del "colapso" de la cimbra se ubic¨® en la uni¨®n de dos piezas y fue precisamente el aflojamiento de una tuerca de uno o varios tornillos de uni¨®n entre el marco trasero y el cord¨®n inferior derecho el que provoc¨® de "forma inequ¨ªvoca" el inicio del colapso. As¨ª consta en el informe pericial elaborado conjuntamente por el Instituto de Ciencias de la Construcci¨®n Eduardo Torroja y el Departamento de Ingenier¨ªa de la Construcci¨®n de la Facultad de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada, donde se catalogan como "elementos cr¨ªticos" los tornillos de uni¨®n entre m¨®dulos de la cimbra y las uniones soldadas.
Las cargas repetidas y el avance de la cimbra pudieron ocasionar que se aflojaran los tornillos e hicieron perder resistencia a las uniones soldadas. Los "insuficientes" procesos de revisi¨®n y mantenimiento no detectaron el fallo. De hecho, seg¨²n la juez, el plan de seguridad de la UTE La Herradura, principal contratista, no conten¨ªa menci¨®n alguna a las labores de revisi¨®n y mantenimiento. Tampoco consta en el manual de instrucciones, que tilda de "exiguo" la juez. Igualmente el estudio de seguridad y salud elaborado por el Ministerio de Fomento no conten¨ªa menci¨®n alguna al respecto, ni consta que llevara a cabo ning¨²n tipo de control como tampoco que lo hizo personal de la UTE, lo que contradice incluso las propias directrices del coordinador de seguridad.
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