?Zapatero 2-Municipios 1?

El pasado fin de semana se cerr¨® el plazo para que los municipios espa?oles presentaran sus proyectos para beneficiarse del Fondo Estatal de Inversi¨®n Local. Este fondo es una de las medidas estrella y m¨¢s directas del Gobierno de Zapatero para combatir la crisis y el desempleo, con una dotaci¨®n de 8.000 millones de euros con los que se piensan generar unos 400.000 empleos, entre directos e indirectos. La acogida ha sido entusiasta. Los 31.000 proyectos pendientes de valorar han sido presentados por la pr¨¢ctica totalidad de los ayuntamientos espa?oles. S¨®lo cinco de los 8.112 municipios no han acudido a la convocatoria: un triunfo a la b¨²lgara. No sabemos si el ¨¦xito y la buena acogida se deben al acierto de la medida o m¨¢s bien reflejan la pat¨¦tica situaci¨®n en que se encuentran las finanzas municipales en buena parte del pa¨ªs. Lo cierto es que a nadie le amarga un dulce. Es importante destacar que los 8.000 millones dedicados a este plan extraordinario duplican los fondos estatales previstos para los municipios en los Presupuestos Generales de 2009. De hecho, la Federaci¨®n de Municipios y Provincias llevaba mucho tiempo reclamando que se incluyera a los gobiernos locales en el debate de financiaci¨®n entre Administraci¨®n central y comunidades aut¨®nomas, y buenas palabras al margen, lo cierto es que las previsiones presupuestarias de 2009 dedicadas a los municipios rebajaban lo que se hab¨ªa obtenido en el a?o 2008. Y de pronto, como si el Gobierno de Zapatero hubiera recibido una se?al del cielo, en el ¨²ltimo Consejo de Ministros del pasado mes de noviembre se anunci¨® la lluvia de millones a los ayuntamientos.

El Fondo Estatal de Inversi¨®n Local es una de las medidas estrella y m¨¢s directas del Gobierno de Zapatero

Es evidente que la alternativa adoptada por el Ejecutivo resulta a todas luces inteligente. Por una parte, articula una medida generalizable a todo el conjunto del pa¨ªs, a la que puede acogerse si quiere cualquier municipio, sea cual sea la fuerza pol¨ªtica gobernante. Ergo, dif¨ªcilmente van los partidos de la oposici¨®n a enfrentarse a una medida que beneficia directamente a la capacidad de ejecutar proyectos y realizar mejoras del conjunto de los gobiernos locales del pa¨ªs, desde los gobernados por el PP hasta los liderados por ANV. Por otra parte, las condiciones exigidas para presentarse a la convocatoria aseguran una ejecuci¨®n r¨¢pida y, por tanto, se pueden obtener en pocos meses efectos significativos en empleos generados, sin que el Ejecutivo se despeine. Mientras, en cambio, los m¨¢s de 30.000 millones de euros previstos en infraestructuras de gran calado, cuya responsabilidad recae directamente en el Gobierno central, incorporan una complejidad tal en su licitaci¨®n y contrataci¨®n, que s¨®lo podremos valorar su conveniencia a partir de 2010 o 2011. Evidentemente, en caso de que las cosas no funcionen, el Gobierno del Estado no tiene por qu¨¦ sentirse responsable. La buena obra est¨¢ hecha, la oportunidad servida, y en todo caso, lo que puede fallar es la capacidad de los municipios de aprovechar la operaci¨®n. Una de las condiciones que obligatoriamente deber¨¢n cumplir los municipios es colocar un cartel en cada obra que ejecuten a cargo de los fondos mencionados, en el que se haga constar que la obra es posible gracias al "Gobierno de Espa?a". Finalmente, el Gobierno del Estado sigue los consejos de expertos progresistas de todo el mundo, liderados por Paul Krugman, que aconsejan utilizar la capacidad inversora de los poderes p¨²blicos para invertir en empleos y en proyectos enraizados localmente, que generen sinergias positivas y dif¨ªcilmente deslocalizables.

Los municipios tampoco pueden quejarse. Peor no est¨¢n. Siguen con sus problemas end¨¦micos de subfinanciaci¨®n, de un minifundismo t¨¦cnico y administrativo que, si tienen menos de 25.000 habitantes, los sit¨²a en una clara inferioridad t¨¦cnica y de capacidad de implementaci¨®n con relaci¨®n a otros municipios de mayor tama?o y con mejor estructura de gesti¨®n. Pero al menos ahora tienen dinero fresco e imprevisto para hacer cosas en mitad de su legislatura que seguro que, de hacerlas m¨ªnimamente bien, los sit¨²an en mejor posici¨®n que antes para la reelecci¨®n. El problema es averiguar si muchos tienen la capacidad de gastar en tiempo y forma lo que se les ha concedido. No tenemos a¨²n datos concretos sobre el tipo de proyectos presentados, pero las restricciones de la convocatoria (proyectos de un m¨¢ximo de cinco millones, vinculados a tama?o de poblaci¨®n y que ya estuvieran m¨ªnimamente pensados para afrontar la urgencia) auguran que encontraremos de todo y mucho. Seguro que hay mucha vialidad, mejora de espacios p¨²blicos, eliminaci¨®n de fronteras para discapacitados y peque?as obras o mejoras en infraestructuras. O¨ªa el otro d¨ªa al alcalde de Zugarramurdi, en Navarra, a quien llamaron como representante de uno de los cinco municipios que no presentaron proyecto alguno a la convocatoria, afirmando que s¨ª lo hab¨ªan presentado y que el problema probablemente era administrativo. Al ser un pueblo de 200 habitantes, les correspond¨ªan 39.000 euros, cantidad que pensaban invertir en mejorar su centro de asistencia m¨¦dica. Pero L'Hospitalet de Llobregat ha anunciado que gracias a los recursos obtenidos se acabar¨¢n las barreras urban¨ªsticas para los discapacitados. En casi todas partes el plan de Zapatero ha sido recibido en forma de "soluci¨®n busca problema" y, evidentemente, nadie ha perdido mucho tiempo pensando si les conven¨ªa o no aceptar la lluvia de euros que les correspond¨ªa.

Deber¨ªamos ir un poco m¨¢s all¨¢ de la coyuntura y pensar si a medio plazo esta medida resuelve los problemas estructurales que padecen desde hace d¨¦cadas los municipios espa?oles que celebran este a?o su 30? aniversario de democracia. El problema es estructural y no se resuelve con una lluvia de millones que quiz¨¢ no reaparezca en 2010. Tanto el Gobierno central como los gobiernos aut¨®nomos (incluido el catal¨¢n, tan aparentemente municipalista) mantienen a los gobiernos locales en una posici¨®n de minor¨ªa de edad permanente. La l¨®gica es clara: "Sois pobres y lo seguir¨¦is siendo, pero gracias a nosotros vais a subsistir a base de subvenciones, siempre que vuestro comportamiento sea el correcto". Al final, 8.000 millones de euros gastados por una causa noble, como es la b¨²squeda de respuestas a la crisis y el desempleo, convierten a todos en ganadores.

Joan Subirats es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UAB